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Últimamente me he estado despertando durante las noches a altas horas de la madrugada, la razón de esto es que he estado oyendo ruidos similares a rasguños del otro lado del muro de mi cuarto, se oye como si alguien estuviese rayando la pared desde el otro lado.
Éste suceso ocurre durante horas, otra veces durante minutos, pero el escalofrío que suele causarme en mi columna vertebral es algo que me dura por el resto de la noche, hasta el día siguiente inclusive.
He estado tratando de descubrir qué es lo que causa estos ruidos, pero la casa de al lado está abandonada, no hay modo que hubiese alguien del otro lado del muro, y además, ¿qué haría del otro lado rasguñando la pared hasta altas horas de la noche?
Una de las noches me levanté en el medio del suceso, rasguños fuertes que se sentían cada vez más adentro de mi pared. Me senté en el suelo y fui acercándome poco a poco hasta llegar a poner mi oído en la pared. Apoyé mis manos y quedé en silencio durante un rato.
De un momento al otro no se escuchaba nada más, respiré profundamente y aguanté la respiración esperando a volver oír los rasguños.
¡De pronto volvieron a aparecer! Ahora eran más claros y filosos.
Mis ojos se abrieron y mi pulso volvió a acelerarse, cerré los ojos y traté de deslucir qué estaba causando todo esto desde hace tantos días.
Concentré mi mente, cada rasguño se sentía más despacio que los otros, eran leves, suaves, ¿tal vez garras? No estoy seguro. Me recordaba a las películas de Freddy Krugger usando sus afiladas garras para atormentar a las personas.
Éstas podrían ser garras pero de metal, o algo similar, cuchillos, no sé que es lo que fuese.
Al parecer el sonido ya no venía desde fuera de mi habitación. Concentrándome me di cuenta de que ya no se oía tan fuerte porque estaba dentro de la habitación. Mientras más fuerte se oían los rasguños, más cerca mío se encontraba, y ahora se escuchaban muy poco, eran casi inaudibles, pero aún persistía con el fin de atormentarme otro poco más.
Estaba detrás de mí.
Casi podía sentir que las garras se rozaban las unas con las otras ansiosas por cortar mi carne...
¿Volteo o no lo hago?
Volteé completamente asustado, y no había nada. Sólo fue mi imaginación, o una horrible sensación pasajera que me hizo sentir así.
Pero entonces, ¿qué misterio aguarda tras éste muro?
Desde aquél día pasaron varios años, con el tiempo las cosas volvieron a la normalidad y fui capaz de olvidarme por completo de lo que había ocurrido.
Ya me había mudado de casa y tenía una propia, aquella casa había quedado para mis padres los cuales, debido a la edad, habían fallecido recientemente.
Ahora, como único propietario fui a pasar un rato en mi antiguo hogar. Miré todas las habitaciones, pese al paso del tiempo mantuvieron todo igual, inclusive mi cuarto.
Al verlo recordé todo lo que había vivido en la infancia, por lo que decidí investigar.
Con una maza rompí la pared del muro de mi cuarto que daba con la casa abandonada, nadie se molestaría por ello incluso luego de los años la casa seguía sola.
Al romper el muro y ver los pedazos de escombros cayendo pude ver, entre ellos, huesos.
Una pequeña pila de huesos no muy grandes se encontraba atrapada entre ambas paredes (la mía y la del vecino) y al parecer llevaba un buen tiempo allí.
¿Qué es lo que me había estado molestando de niño?
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