Contrato de amor[Hopev original]

capitulo 27

POV Taehyung

Vaya, estas “vacaciones” duraron muy poco, me hubiera gustado quedarme más tiempo y no tener que regresar a Corea para aguantar a Hoseok.

-Taehyung, ¿puedo pasar?-. Taemin da unos golpecitos en la puerta.

-Si, adelante-. Cierro mi valija y la bajo de la cama.

-¿Estás listo para irnos?-. Asoma su cabeza sin entrar a la habitación.

-Claro, vamos-. Tomé mi equipaje y salí de la habitación, cerrando la puerta detrás de mi con nostalgia, definitivamente volveré a Japón.

-Me gustaría volver alguna vez-. Digo bajo y llamando la atención de Taemin sin querer.

-¿A mi departamento?-. Me sonríe de manera coqueta y me hace sonrojar.

-¿Qué?, ¡no!, bobo … venir a Japón-.

-Ya me había ilusionado-. Junta sus labios y hace un puchero. Solté una pequeña risita y le pegué en el hombro amistosamente.

Durante el vuelo Taemin y yo hablamos de trabajo, algunas situaciones en relación con muestras respectivas empresas, fue cómodo pero justo ahora mis piernas me piden tregua, están adormiladas y el trasero lo siento plano. Una azafata se pone al centro del pasillo y nos da instrucciones para el aterrizaje, afortunadamente estamos a nada de llegar.

-Taehyung, me gustaría seguir en contacto contigo, me gustaría tener tu número de teléfono-.

-¡Claro!, a mi también me gusta tu compañía, la verdad casi no tengo amigos así que uno no me vendría mal-. Me rio y saco mi teléfono celular.

A los pocos minutos nos dieron la orden de bajar. Camino detrás de Taemin para recoger mi valija, él se adelantó dejándome atrás, seguí caminando a la salida pero mis ojos casi se salen de sus cuencas cuando lo vi, ¡¿qué diablos hace aquí Hoseok?!, por la cara que tiene creo que no está de buen humor. La mirada que me da me hace sentir nervios, me quedo quieto sin dejar de verlo mientras se acerca a mí, una de sus manos toma mi brazo y la otra mi cintura pegándome a su cuerpo, acercándose a mi oído.

-Te lo advertí, prepárate para las consecuencias-. Mi cuerpo se puso tenso y por mucho que trate de librarme de su agarre no puedo, al contrario pone más fuerza casi haciéndome daño.

Traté de poner resistencia una vez más y lo empuje, como era de esperar, no lo moví ni un milímetro, hace una mueca extraña y me mira a los ojos, sus ojos, los observo fijamente, tratando de descifrar cuál será su próximo movimiento pero lo que hace no lo imaginé, no lo esperaba. Un beso, está tratando de besarme, mi cuerpo comienza a temblar y la sensación de sus suaves labios es exquisita, no puedo resistir más y no creo que sea malo corresponderle, después de todo él lo inició. Abro mis labios y los muevo al ritmo que él marca, me dejo llevar por su sabor y las sensaciones que me hace sentir, sensaciones que son como truenos dentro de mi estómago, relámpagos detrás de mis párpados, es como querer flotar pero él se encarga de mantenerme con los pies en la tierra. No quiero que termine, no ahora que me siento bien, no ahora que me he olvidado de todo gracias a este beso, no ahora que Hoseok me hace sentir paz. Pero no puede durar por siempre. Terminamos el beso y no soy capaz de verlo, mantengo la vista en el suelo de mármol, como si fuera lo más interesante. Miro de reojo a Taemin la mirada que me da es extraña, me hace sentir culpable pero no se exactamente porqué. De repente un flash me deslumbra y vuelvo a ver el suelo. Ahora todo tiene sentido, la paz que sentí hace un minuto se fue a la mierda, sólo me besó por los reporteros, qué patético soy, debí verme estúpido pensando que Hoseok de verdad me había besado por gusto. Me toma del brazo y me lleva casi a jalones hasta su auto, me ayuda a subir al auto y se pone en marcha. En ningún momento dirigí mi vista a él, me mantuve observando las calles y edificios. Me siento como una idiota, patético, el beso fue falso, lo que sentí fue falso. Veo que nos acercamos a casa, me quito el cinturón de seguridad, se detiene el auto y bajo enseguida. No me importa dejar mi equipaje en el maletero, estoy demasiado molesto para eso. Abro la puerta, entro y la cierro de golpe, escucho que vuelve a poner el auto en marcha y se aleja, me deslizo por la puerta tratando de aguantar las ganas de llorar y romper cosas, tomo aire y me pongo de pie para ir a mi habitación. Voy por las escaleras y mi teléfono suena avisando de una nueva llamada.