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- No vayas a olvidar llamar apenas llegues ¿de acuerdo? - sus rasposas manos tocaron la piel de mis mejillas, sintiéndome una niña pequeña a sus ojos verdes y la tez alrededor de ellos, agrietados por la edad. Asentí con una sonrisa dibujada, a pesar que estaba por cumplir uno de mis sueños más grandes, hacerlo sola me traía angustia de por medio y con eso mis ojos se humedecían.

Separarme de mi familia por un tiempo no iba a ser tarea fácil, pero ésto olía a aventura y no iba a perdérmelo.
Mi madre me encerró entre sus brazos por unos segundos, mientras entraba por mi nariz el aroma familiar de su perfume viejo y la casa donde yo había crecido.

Me rebajé a su altura y observó atento mi rostro, a las palabras que se le iban a presentar a continuación - Y tú, pequeño. Debes prometer que cuidarás a mami el tiempo que yo no esté ¿ok? - le estiré mi mano y él asintió con ganas su cabeza, golpeando su pequeña mano sobre la mía. Y lo abracé llevándolo a mi altura, mirando a mamá que ya tenía sus ojos cristalizados y revalsando.

- Hija, perderás tu vuelo. - me advirtió mi madre en tanto nos pusimos en charla de otras cosas para pasar el tiempo que quedaba hasta el aborde.

- Adiós madre. Adiós Johan - ambos con un beso en la mejilla. Corrí hasta la plataforma 6B de donde saldría el vuelo.

Afortunadamente, llegué a tiempo. Ahora me encontraba sentada en mi primer vuelo en avión hacia un destino internacional.

Corea del Sur, allá voy.

𝙆𝙤𝙧𝙚𝙖 𝘼𝙙𝙫𝙚𝙣𝙩𝙪𝙧𝙚𝙨 ↬ 𝙅.𝙅.𝙆. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora