la misión de Seattle-FanFic-crossover- unión entre Grey's Anatomy y Supergirl

Dia 3: Parte 2

En el momento que llegué a la habitación mis ojos se llenaron de lágrimas, había pasado demasiado, el amor de mi vida había fallecido, uno de mis mejores amigos, que además era mi mentor y el esposo de mi hermana también, todo había cambiado y me lo había perdido, ya nada era lo mismo, yo no era la misma, sin pensar mucho tomé una nota adhesiva, escribí un mensaje para Kara donde le dije que saldría y que no me esperara, me di una ducha rápidamente y me vestí, para luego salir esperando no arrepentirme luego.

Luego de unos minutos caminando hacia el hospital me pregunté a mi misma lo que estaba haciendo y si era lo correcto, luego de analizarlo me di cuenta de que era algo estúpido, pero lo necesitaba, al estar parada frente a ese enorme hospital no logré entrar al instante, derrepente sentí que alguien me hablaba.

-¿Necesita algo?

Dijo voz que me sonaba conocida, cuando me giré lo vi, era Alex Karev, mi ex novio y uno de los mejores amigos de mi hermana, él se quedó blanco como si hubiera visto un fantasma, aún que bueno, yo prácticamente era un fantasma y al verlo así no pude contenerme, para después decirle:

-Alex, soy yo, estoy viva.

Dije esto con algo de miedo por como podría este reaccionar, pero lo único que hizo fué abrazarme, me soltó rápidamente y me dijo:

-¿Qué es lo que pasó? Creímos qué estabas muerta.

-Me rescataron y luego de un año en coma fui contratada por una agencia secreta, no me permitieron contactar a nadie, pero estoy aquí en una misión y no pude evitar esto.

-Eres una idiota -me dijo y se alejó de ahí.

Si que soy una idiota por hacer esto, pensé, pero ya no había vuelta atrás, entré al hospital, seguía todo tal como antes, sinceramente no quería ver a Meredith, porque sabía que si la veía luego no podría alejarme de ese lugar sin sentir culpa, la verdad a casi todos los que quería ver estaban muertos o lejos, pero había una persona de la que quería saber, pregunté en recepción a alguien que para mi beneficio no conocía por la doctora Arizona Robbins, me dijeron que esperara ahí y que la llamarían, luego de un largo rato vi pasar a varios internos corriendo y recordé los viejos tiempos, mis ojos se llenaron de lágrimas, en verdad extrañaba eso, después de mucho más rato vi llegar a Arizona, ya no tenía sus clásicos patines, ahora solo caminaba, ella preguntó quién la llamaba y la de recepción me señaló a mí, quería escapar pero ya estaba ahí, ya no había vuelta atrás, ella caminó hacia mi, pero cuando me vió lo notó al tiro.

-No puede ser -dijo sorprendida- estás viva.

-Si, lo estoy -le contesté, mientras veía como sus ojos se llenaban de lágrimas, me sentí demasiado mal por haber hecho a todos creer que estaba muerta, ella lo único que atinó a hacer fué abrazarme y decir que me extrañaron.

Luego de eso mis ojos se llenaron de lágrimas igual que los de ella, le dije que si nos podíamos sentar a hablar y me dijo que si, porque no estaba tan ocupada, le conté todo, excepto por mi hermana alienigena, porque sería raro decirlo, ella comprendió y supo al instante que yo tenía que volver luego a la DEO, lo importante era que yo estaba ahí, era de carne y hueso.

-A Mark le hubiera encantado ver esto.

Esto último lo dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas al igual que los míos, si yo me hubiera contactado probablemente él estaría vivo, pensaba mientras mis lágrimas seguían saliendo sin poder detenerlas, por un lado me sentía una idiota y por el otro sabía que no lo pude haber evitado, porque ese tiempo cuando él murió yo estaba en coma, luego de un rato logré parar mis lágrimas.

-Y... ¿Por qué pediste hablar conmigo y no con Meredith? -Dijo ella.

-Siento que si la veo no me voy a poder alejar de nuevo de este lugar -dije triste.