Hope Or Despair

Capitulo #1 "La muerte está a la vuelta de la esquina" Parte 5

Hola a todos, ¿cómo les va? Espero que bien, finalmente ha llegado la actualización eterna de este libro, finalmente pude hacer los Tiempos libres, espero que a pesar de todo el tiempo transcurrido, no se hayan olvidado por completo de la existencia de este humilde libro, sinceramente sé que he tardado mucho y os merecéis mucho más, por lo que intentaré desde ahora hasta el 26 de febrero que ya ocurra un asesinato en este infinito juego de asesinatos mutuos, sin más dilación espero que disfruten de esto <3

POV Omnisciente

– Masaru lentamente abría los ojos de manera torpe, quitándose las lagañas que tenía en los ojos, al parecer había dormido mucho, se sentía enormemente exhausto, de hecho se sentía demasiado exhausto, como si un terremoto hubiese azotado todo su ser durante la noche, como si hubiese corrido un maratón sin parar y no descansar apropiadamente...como si...el día anterior hubiese sido muchísimo más difícil de que fue en realidad fue y eso era algo que sorprendió un poco al sociólogo, el cual lentamente se reincorporó y se levantó de manera muy perezosa, y caminó rumbo a la puerta de su habitación y lentamente giró el pomo y salió de esta, no sin antes cerrar con la llave dicha puerta, y caminó lentamente por el pasillo, caminó y caminó hasta que finalmente se encontró con alguien, esta persona era el guardameta, a lo que rápidamente Masaru se le acerca de manera amigable – 

POV Masaru 

Hey, hola Daiki, ¿todo bien? ¿Pudiste descansar algo ayer...? – dijo amistosamente el joven de cabellos castaños a lo que el pelinegro miró fijamente con enfado – 

¿Ahora qué diablos quieres de mí? Vete y déjame de molestar – respondió de manera bastante brusca el guardameta que parecía muy enojado con Masaru – 

¿Eh? ¿Qué diablos te ocurre? ¿Te levantaste con el pie izquierdo acaso? – Preguntó de una manera un poco desentendida el sociólogo – 

¡¿Cómo que "Qué ocurre" Acaso te haces el tonto?! No te escaparás de eso que has hecho, ¿sabes? Podría jurarte que antes me caías bien – anunció apenado el guardameta – 

¿Pero qué diablos te pasa? No he hecho absolutamente nada, de hecho ayer mismo habíamos quedado en estar en paz entre todos nosotros, ¿Por qué eres tan hostil ahora? – habló algo preocupado el sociólogo – 

Mira, tío, no me hables más, no quiero terminar de la misma manera que lo hizo Sumiye, así que me harías un gran favor si simplemente te vas a la mierda, ¿lo captas? – añadió el pelinegro para luego marcharse –