Closer than brothers [Grindeldore/Gelbus]

Valle de Godric

Tenía todo listo para marcharse a viajar por el mundo junto a su gran amigo Elphias Doge, con quien había entablado su amistad en el primer año en Hogwarts.
Lo que no se esperó fue recibir una carta en donde le informaban que su madre, Kendra Dumbledore, había fallecido. Lamentablemente, tuvo que cancelar su viaje ya que él quedó acargo de su hermano Aberforth y su hermana Arianna.

El joven pelirrojo regresó a su hogar en el Valle de Godric, totalmente molesto, puesto que él lo que menos quería era tener que pasar el resto de su vida en su pueblo, él quería viajar por el mundo. Él, a sus escasos 17 años, era un joven bastante inteligente, fue el alumno ejemplar durante sus estudios en Hogwarts, y quería aprovechar su potencial. Sin embargo, ahora debía cuidar de sus hermanos, puesto que su padre había sido encerrado en Azkaban y poco después falleció, ahora su madre había muerto cuidando de su hermana la cual padecía un extraño estado. Lo peor de todo era que no tenía una buena relación con su hermano menor, tenían formas de pensar diferentes.

Al llegar al Valle de Godric se dirigió a su casa cargando con su baúl en donde estabas sus cosas que iba a llevarse en su viaje. Atravesó el jardín y al estar frente a la puerta de su casa, tocó la puerta con el dorso de la mano esperando a que alguien le abriera.
Luego de un momento apareció frente a él su hermano Aberforth, quien lo dejó pasar y lo ayudó a llevar su baúl a su habitación. Albus notó que su hermano no poseía la misma actitud de siempre, su cara reflejaba la tristeza de la perdida de su madre, en cambio Albus no lo mostraba tanto, no es que no le doliera, era su madre y obvio le ponía triste, pero no era tan expresivo.

Entró a su habitación y desempacó sus cosas para poder guardarlas en donde iban, sus sentimientos se encontraban mezclados, enojo por no poder ir a su tan ansiado viaje, y tristeza por la perdida de su madre.

Al terminar de desempacar y acomodar todo en su lugar, decidió que iría a casa de Bathilda Bagshot, una historiadora famosa que era una gran amiga de la familia Dumbledore, la cual era su vecina. Albus siempre se llevó muy bien con ella, le agradaba.
Salió de su habitación y bajó las escaleras, en la sala se encontró con su hermanita.

-¡Albus! -exclamó mirando a su hermano y se acercó a abrazarlo- me alegro que hayas vuelto.

Albus correspondió el abrazo sonriendo, él se llevaba muy bien con su hermana, siempre tan alegre e inocente.

-¿A dónde vas? -preguntó la pequeña separándose de su hermano mayor.

-Iré a visitar a la señora Bagshot y luego regresaré a preparar la cena.

-Está bien, te espero.

Entonces Albus salió de la casa y caminó hacia la casa de la señora Bagshot. Al llegar, pasó por el jardín y tocó la puerta. Enseguida le abrió Bathilda con una amable sonrisa.

-Albus, que gusto verte, pasa -se apartó un poco de la puerta dejando pasar al mayor de los hermanos Dumbledore.

Al estar dentro, Bathilda le ofreció tomar asiento en el sofá. Una vez ambos sentados, Bathilda habló.

-En serio lamento lo de tu madre, era una gran mujer -dijo tomando la mano de Albus, el cuál sólo sonrió con tristeza y miró al suelo- cualquier cosa que necesiten, aquí me tienen.

-Muchas gracias, señora Bagshot -agradeció mirando a la señora y le ofreció una pequeña sonrisa.

En eso, se escucharon unos pasos acercándose, a lo que Bathilda y Albus voltearon, se encontraba de pie un chico alto, rubio, con una expresión seria y vestido con un traje negro.

-Oh, Gellert, que bueno que llegas -dijo Bathilda y enseguida miró a Albus- querido Albus, te presento a mi sobrino, Gellert Grindelwald-
el nombrado miró a Albus, quien también lo miraba algo tímido.- Y Gellert, él es el joven Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, el hermano mayor de los Dumbledore, es un joven encantador -dijo esto último apretando con dulzura la mejilla del pelirrojo, el cual adoptó el mismo color que su cabello.

-Un placer conocerte, Albus -dijo Gellert tendiéndole una mano a Albus, el cuál la estrechó tímidamente.

-Prepararé la cena, ¿te quedarías a comer con nosotros, Albus? -preguntó Bathilda mirando al joven pelirrojo.

-Sería un gusto quedarme, pero debo ir a preparar la cena, -dijo Albus poniéndose de pie- tal vez otro día.

-Oh, está bien, querido -mencionó y miró a su sobrino- Gellert, acompaña a Albus a su casa.

-¡Oh!, no, no hace falta -dijo el joven Dumbledore rápidamente, algo avergonzado y con un tono durazno en sus mejillas.

El rubio solo se quedó mirando al pelirrojo por unos segundos, sobretodo al peculiar color que había adoptado su rostro, y le pareció algo tierno.

-Bueno, ve con cuidado, me saludas a tus hermanos -dijo la señora Bagshot acompañando a Albus a la puerta, el cual salió sonriendo y se fue.

Durante el camino a su casa, no podía dejar de pensar en aquel chico rubio, se sonrojó al recordar aquellos ojos mirándolo, una mirada tan profunda y penetrante, le recorrió un escalofrío por la espalda y trató de dejar de pensar en ese joven.

Al llegar a su casa, cocinó el almuerzo mientras sus hermanos ponían la mesa. Una vez lista la comida, todos se sentaron y comieron en silencio, algo incómodo, tal vez porque Albus estaba perdido en sus pensamientos en los cuales estaba presente Gellert, el sobrino de Bathilda, y no escuchó cuando su hermano le hablaba.

-¿Albus? -le llamó su hermano menor, mirándolo con el ceño fruncido.

El mencionado por fin reaccionó y se puso colorado, miró a sus dos hermanos quienes lo miraban.

-¿Si? -preguntó nervioso.

-¿Estás bien? -preguntó Aberforth- dejaste de comer y te quedaste mirando a la nada.

-Ahmm, no pasa nada, sólo estoy algo cansado, eso es todo -respondió Dumbledore, terminando de comer rápidamente y se levantó de la mesa- creo que iré a dormir.

Albus subió las escaleras hacia su cuarto, dejando a sus hermanos con la duda.
Al entrar a su habitación se puso la pijama y se acostó en su cama listo para dormir. No podía dejar de pensar en Gellert, le había parecido muy atractivo, su rostro, su cabello, sus ojos, todo le gustaba y deseaba poder conocerlo más.
Después de pensar un rato, se quedó dormido.

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Hola, he regresado a escribir después de mucho tiempo. El motivo es que no tenía inspiración ni tiempo, pero ahora quiero retomar la escritura y para eso que mejor que escribir Grindeldore, amo esa pareja, su historia es única.
Bueno, espero que les guste, gracias por leer.