"One more time" de Britney Spears sonaba en mi teléfono. Alguien estaba llamándome y me despertaron.
Abrí los ojos aún con la canción, Miré a mi alrededor las chicas no estaban. Miré la hora, eran las 4:20 de la madrugada, probablemente seguían en la fiesta.
-¿Hola?-Dije rascándome un ojo con mucho sueño
-Princesa.-Dijo una voz riéndose. La única persona que me decía princesa, era Luke.
-¿Que quieres?-Dije aún acostada.
-Estar contigo.-Dijo riéndose.
-¿Estas...Ebrio?-Dije frunciendo el ceño.
Los roles habían intercambiado. Hace poco era yo quien lo llamaba estando ebria.
-Un poquito.-Dijo riéndose.-¿Puedo ir contigo?
-No.-Dije y colgué. Volvió a llamar, rodé los ojos.-Te he dicho que no puedes venir conmigo.-Contesté y volví a colgar.
La puerta sonó torpemente. Me levanté, la abrí y vi a un muy ebrio Luke parado frente a mi.-Hola.-Dijo sonriente.
-Te había dicho que no vinieses, Luke.-Dije cruzándome de brazos. Dentro estaba nerviosa, hace unas horas le había dicho que no lo había olvidado.
Se encogió de hombros y entró a mi cabaña.-¿Donde duermes tú?-Preguntó mirando las camas.
-¿Que te importa? Sal de mi cabaña.-Dije señalando la puerta abierta.
Se sentó en mi cama.-Apuesto a que es esta, tiene tu aroma.-Dijo sonriente.
Rodé los ojos y cerré la puerta para acercarme a él.-¿Cuanto has bebido?-Dije frente a él.
El rió como un buen borracho.-Tu aroma. ¿De que podría ser? Yo diría que es chicle de fresa con cereza.-Reflexionó.
-¿Podrías irte de mi cuarto?-Pregunté en un suspiro.
-O tal vez chicle de fresa con vainilla.-Volvió a pensar, ignorándome.
-¿Puedes irte?-Murmuré.
-No. Quiero mostrarte que no tengo un corazón de piedra y que yo no me olvido de todo y...-
-Ya me lo has demostrado bastante bien. Vete de mi cabaña.-Dije señalando la puerta
-¿Demostrártelo? Si todavía no he empezado.-Dijo confuso.
-¿Te irás o no?
-No, No me iré. Me quedaré aquí. No vaya a ser que me embriague y golpee a alguien nuevamente por tu culpa y...-
-Espera, espera, espera.-Lo detuve.-¿Golpear a alguien? ¿Por mi culpa?
El rió.-Si. ¿Recuerdas esa vez que me llevaste herido a tu casa? Estaba muy ebrio, un chico comenzó a decir cosas sobre ti, como "Esta buena", "Le daría y no consejos", "Tiene piernas interminables", y muchas idioteces más. Le enseñé buenos modales a golpes y no me arrepiento de nada.-Dijo en su tonada ebria.
Negué con la cabeza.-Estas loco.-Dije frunciendo el ceño.
-Loco por ti, Princesa.-Dijo sonriéndome y se recostó en mi cama.
Me ruboricé.-Sal de mi cama, vete de mi habitación.-Dije mirándolo recostado en mi cama sin problema alguno en su vida.-Me has besado sin mi consentimiento y luego vienes a recostarte en mi cama.-Dije señalándolo.
Se sentó, tomó mi mano y recostó su cabeza en ella mientras cerraba los ojos. Su suave mejilla contra mi temblorosa mano.-Vale, tienes razón. Tienes toda la razón. ¿Puedo quedarme a dormir aquí? No quiero dormir solo en mi cabaña.-Dijo con los ojos cerrados y aferrando mi mano a su mejilla. Tenia el rostro de un pequeño niño.
ESTÁS LEYENDO
El, Es mi enemigo|SEGUNDA TEMPORADA
Teen FictionLos problemas regresaban como si de un boomerang se tratase. Al parecer debíamos luchar por el final feliz que tanto anhelábamos. ____________________________________ Segunda temporada de "El líder de los playboys, Es mi enemigo" Historia original y...