El, Es mi enemigo|SEGUNDA TEMPORADA

Capítulo 18: "Bomba"

Pasamos el día en el parque, besándonos, abrazándonos y disfrutando de nuestras primeras horas como novios.

Pensar que hace un año estábamos agarrándonos de los pelos y odiándonos a más no poder. Y ahora, estábamos completamente enamorados el uno del otro.

¡Por fin! Después de tanto sufrimiento y tantas cosas horribles que pasaron entre nosotros, podía suspirar y decir "Todo está bien ahora."

Veía a los ancianos besándose en el parque y me preguntaba si alguna vez iba a llegar a estar así con Luke, pero luego me decía que eso era demasiado apresurado, ya que, llevábamos solamente unas horas como novios.

Y fueron las mejores horas de toda mi vida.

Llegamos al campamento aún abrazándonos y besándonos. Sentía la necesidad de estar pegada a él como un chicle el resto de mi vida.

Caminamos tomados de la mano mirándonos mientras nos sonreíamos.

-¡Jaz! ¡Te necesito!-Dijo Cata con cara de preocupación.

-Ahora no puedo.-Sonreí mirando a Luke.

-Es muy urgente. Por favor.-Dijo agarrándome el brazo.

-Está conmigo, luego te la presto.-Dijo acariciándome la mano.

-¡Amiga, te necesito!-Chilló.

Suspiré y volteé a mirarla.-Que ahora no puedo, Cata. Luego hablamos, ¿Vale? Ahora déjame estar un rato con mi novio.

Cata se me quedó mirando unos segundos, apretó los labios y se fue.

Puse mis brazos al rededor del cuello de Luke.-¿Sabias que eres la persona más bella que he visto en todo el mundo?-Le pregunté admirando su rostro.

-Si.-Asintió con una sonrisa arrogante, me alejé un centímetro.-Estoy bromeando.-Dijo riéndose.

-Imbécil.-Dije besándolo.

-Gruñona.-Dijo.

-Cállate y bésame.-Ordené. Cumplió mis órdenes y prosiguió a besarme.

Estuvimos un rato ahí, hasta que recordé la cara de Cata. Se veía muy preocupada, incluso podría llegar a afirmar con toda seguridad que ella estaba un poco pálida.

No puedo negar que me hubiera quedado allí pegada a Luke, besándolo como si no hubiera un mañana, pero Cata me necesitaba.

-Luke...-Interrumpí el beso.

-Mmm...-Respondió muy ocupado en besar cada centímetro de mis labios.

-Debo ir a ver que le sucedía a Cata.-Dije empujándolo suavemente pero él volvía hacia mi.-¡Para!-Me reí.

-¿Que?-Me miró con la cara de un niño al que le han quitado su chocolate.

-Se veía mal, tal vez necesita mi ayuda.

-Ya es grande, puede arreglárselas sola.-Dijo agarrándome de la cintura.

-Luke. Es mi amiga, necesita mi ayuda. En cuanto termine con ella, vuelvo contigo y me tendrás todo el tiempo que quieras.-Dije mirándolo a los ojos.-¿Si?

Bufó.-Vale. ¡Pero regresas rápido!

Sonreí.-Ya vuelvo.-Le di un beso corto en los labios y me di la vuelta para caminar hacia la cabaña. No estaba allí.

Seguí caminando y la encontré en el supuesto gimnasio al que los chicos habían ido el día que pusimos las cámaras. Que bellos recuerdos.

Estaba golpeando una bolsa de boxeo muy fuerte.-¡Tranquila, fiera! Te lastimaras si sigues así.