Capítulo 23: "Sexto sentido"

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NOTA DE LA AUTORA:

Antes que nada, quiero agradecerles a todos por el apoyo que le estan dando a esta historia. Son asombrosos.
Y con respecto a este capítulo, quiero aclarar que no tengo NINGÚN odio ni intención de generar odio hacia cualquier religión. Recordemos que esto es completamente ficticio y que todo debe ser tomado como lo que es, una historia que NO ES REAL.

Ya aclarado eso, ¡vamos con el capítulo!













Desde niños nos enseñan que el ser humano tiene cinco sentidos. Olfato, tacto, vista, audición y gusto. Pero, es mundialmente reconocido el hecho de que no tenemos solo cinco sentidos.
Entre ellos está el famoso "sexto sentido".

¿Nunca sintieron que los observaban, y cuando voltearon definitivamente había alguien observándolos? Pues eso es un gran ejemplo del sexto sentido. La intuición.

Pero, ¿nunca les ha pasado que cuando voltean no hay nadie, pero están segurísimos que alguien los observa?
Volteas y estas completamente a solas, no hay nadie allí. O por lo menos es lo que tú crees.

El sexto sentido te da la intuición, pero tu misma tienes que aprender a ver, a oír y a sentir. ¿Realmente no hay nadie allí? ¿O eso es lo que ese "nadie" te quiere hacer pensar?

Los cinco sentidos pueden fallar, pero cuando se trata del sexto sentido, no hay manera de equivocarse.
Es como un juego del cazador y la presa, él te ve, pero tú no. Espera pacientemente hasta que te despistes para atacar y devorarte.

O tal vez no tanto.

Mis ojos se abrieron muy poco, lo suficiente para ver que, el cielo seguía negro y la fogata había descendido su llama hasta desvanecerse por completo. Una ligera brisa acariciaba la piel de mis brazos poniéndome la piel de gallina al instante.

Lo sentía, estaba ahí. Él era el cazador y yo era su inofensiva presa. Sentía una mirada tajante que recorría cada centímetro de mi ser con intenciones de destruirme.

Me moví suavemente a mi derecha para pegarme al cuerpo de Danna, quién estaba completamente dormida a mi lado. Ella, inconscientemente y aún en sus sueños, me abrazó con su brazo atrayéndome un poco más.

Me sentía segura, pero no lo suficiente. Con mis ojos aún abiertos lo mas mínimo, observé una silueta entre los arbustos. Mis ojos estaban abiertos muy poco y era completamente de madrugada, así que no podía distinguir su rostro ni ningún rasgo significativo de su persona.

Un frío me recorrió la espalda. Realmente había alguien vigilándome mientras dormía, era escalofriante.

Nico balbuceó dormido, y además de asustarme a mi, lo asustó a él. Se movió tan rápido como la luz y desapareció entre la oscuridad, sabía que volvería.

Estaba asustada, sin dudas, pero estaba completamente segura de que eso es lo que él quería provocar en mi. Quería que yo le temiese, y lo estaba logrando.

Pasaron 3 días desde aquél suceso y todo había ido bastante bien desde entonces, hasta ese día. Los últimos tres días no había parado de pensar en la propuesta de Mike, solo una salida con él para que yo pudiese escapar de aquella pesadilla. ¿Realmente era sigo malo aceptarlo?

El lugar estaría lleno de gente y... ¡Jazmín! ¿Acaso te estás escuchando? ¡Estoy proponiéndome salir con mi ex novio el desquiciado!

Todo parecía una locura. En 1 hora comenzaría la misa y yo aún no estaba segura si ir o no, pero debía hacerlo.

Me vestí lo mas adecuado posible después de todo, era una misa. Agarré la bolsa en donde había metido todas las pruebas del acosador, y salí del campamento.

El, Es mi enemigo|SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora