Cuando creía haber comenzado a superarte, tiempo antes de que volvieras a aparecer en mi vida, me probé a mismo, quería comprobar si las cicatrices ya no dolían, pero al mirar una foto tuya reviví todos mis sentimientos que mi estúpido cerebro, corazón y alma, sentían por tí.
Al darme cuenta de que no quería borrarla solo aventé el celular hacia el sofá enojado, eran lindos recuerdos, pero verlos, significaba volver a caer y volver a caer significaba un remolino de sentimientos que me superaban, los cuales no podía controlar, y eso, me producía ansiedad.
Te odiaba tanto, te odiaba con todo mi maldito ser, por hacerme sentir así, sin control de mis sentimientos.