My Little Beast.

Cap 4.

Y si! Después de tanto tiempo he regresado. Pasaron muchas cosas y las deje abandonadas. De verdad espero que perdonen mi falta de actividad este último tiempo. 

Espero que me puedan disculpar!! Pero ya sin más demora, aqui esta el nuevo capitulo. Trataré de actualizar en la menor cantidad de tiempo posible, aunque dependera de mi inspiración, sin embargo ya no serán tan largos periodos de tiempo, pueden creerme. Sin más palabrería.

Que lo disfruten <3

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Hola, soy la presidenta de la junta de vecinos, he venido personalmente a repartir esos folletos para que vea las actividades que se harán a partir de este lunes- me tomó por completa sorpresa, la observe por unos segundos para luego tomar el folleto, ojearlo también por poco tiempo- las inscripciones se harán el día domingo por si quiere unirse algún taller, si tiene niños ellos pueden jugar en un pequeño jardín que hemos preparado- mantenía una sonrisa jovial y muy tranquila, así que se la devolví- ¿tienes alguna duda?-

Ems... ¿el lugar de la inscripción? - dije de manera automática sin prestar mucha atención-

En la recepción que se encuentra en el primer piso, espero verlo en alguno de ellos- me guiño un ojo despidiéndose para seguir repartiendo los folletos por los diferentes departamentos-

Vieja zorra- dije riendo, a pesar de mi apariencia aguada sigo manteniendo mi labia, sonreí con satisfacción para ir a buscar a mi pequeño- oye ¿en qué estás? - hablé en tono fuerte, pues ya no se encontraba en mi pieza-

¡Me visto! - dijo con un tono juguetón descubriendo que estaba escondido por ahí-

¿Estás seguro? - le seguí el juego caminando despacio, escuchando una risilla, al sentir que lo estaba buscando- ¿Kai? ¿Dónde está mi pequeño gato negro?- movía cosas con la intensión de se pusiera nervioso y saliera de donde estaba, pero no daba resultado- ¡ajá! Ya sé dónde estás- hable imitando la voz del pirata de antes- ¡Te encontré! - abrí el closet, pero no estaba, sorprendiéndome- Eres un vil gato tramposo- me tire de guata al piso para ver bajo la cama viendo sus pequeños piecitos- ahora si te tengo- susurre para arrastrarlo y sacarlo de ahí- jajaja ¡te tengo pequeña sabandija! - lo levante como si fuera un trofeo escuchando su risa nerviosa al ser capturado, contagiándome, para abrazarlo y apretarlo contra mi pecho- ¿qué dices si vamos a comer algo? ¿tu comida rápida favorita? - meneo la cabeza de manera efusiva diciendo que si- Esta bien, pero primero déjame vestirte- hizo un pequeño puchero y me dejo ponerle ropa. Lo deje en el sillón viendo El Rey León para ir a buscar mi teléfono y llamar a una pizzería, dándome la triste noticia que se demorarán 40 minutos en traerla, necesito distraer a esa bestia hasta que llegue. Cuando voltee a verlo, ya estaba aburrido saltando de un lado a otro en el sillón, le tome en mis brazos para sentarme en el sillón en posición indio para dejarlo sobre mis piernas tranquilizándose un poco, aunque se movía inquieto, pues tenía hambre, acariciaba su cabello contemplando su pequeño cuerpo, quien iba a pensar que Don Juan terminaría con un pequeño niño idéntico a él, sonreí por haber aceptado este destino, no hace más que hacerme sentir orgulloso del buen, hermoso y sexy hombre que soy, de manera sorpresiva el timbre sonó haciéndome despertar de mis pensamientos viendo como Kai saltaba y bailaba feliz porque la comida había llegado, fue abrir la puerta pagando y llevando la pizza hacia él- ¡Estamos listos campeón llego la comida! -deje la pizza en la mesa de centro que este no dudo en tirarse de cabeza por pedazo de esta- ¡Ey! ¡Yo igual tengo que comer! -volvimos a la posición de indio para comer viendo cómo se quemaba sus dedos- jaja te dije que esperaras- se la quite de las manos dejando la mía en la caja, para ayudarle a comer- ya tranquilo si nadie te la va a quitar- no hacía más que reír, el baño lo había dejado hambriento- espérame aquí- asintió para seguir comiendo, mientras yo me levantaba para servirle algo de jugo para que no se atorara- ya regrese- volvió hacerme reír de verdad que le gustaba la pizza tome un par de servilletas para limpiar su rostro y dejar su pequeño vaso en la mesa, cuando ya estuvo lleno limpio sus manitos y volvió a la posición de antes, viendo su rostro de no saber qué hacer- ¿Hijo qué tal si jugamos a algo?-ese "jugar" es un poco trampa, pues siempre juego yo y él me dice donde debo ir, ya que, aún sus manitos son muy pequeñas para los controles-¿¡seguimos la misión soldado!?-tomé el control de la Xbox, prendiéndola-