oneshots • violentine

no. 1 • confession

[ ROMANCE ]

ーClem ¿podrías quedarte a patruyar esta noche? tengo mucho por hacer hoy y Ruby debe descansar.ーanticipó la rubia acercándose a la chica de gorra azul, quién estaba concentrada intentando dar al blanco del objeto por su cuenta, después de que Louis se había ido a recitar una que otra canción junto con AJ.

ーLo sé.ーdijo logrando su objetivo instantáneamente dejando perpleja a Violet, quien dio unos cuantos aplausos para la morena mientras sonreía.

ーNada mal, a Louis se le hubiese caído el arco unas diez veces antes de darle en el centro.

Clem sólo soltó una pequeña risa dejando el arco de lado y encaminándose hasta la pequeña patrulla instalada dentro de Ericsson.

Mientras daba sus pasos, Vi sólo se quedaba mirándola fijamente sin pensar en sí la contraria se percataba, apreciando cada parte de su persona por varios ángulos, sólo dejó que sus ojos actuarán por sí solos, de repente notó ese pequeño nerviosismo, como cuando se te aprieta un poco el pecho y te dan calambres, esa sensación agradable cuando estás con alguien que te gusta, ah pero, no.

Ella no quería admitirlo, no después de que siquiera sabía sí su novia estaba pérdida o en los peores casos, muerta.

Así que simplemente era doloroso verse a sí misma sintiendo cosas por alguien más, debía esperar por Minnie, no simplemente gastar su corazón y tiempo en alguien que quizás ni le correspondería.

De lo contrario, su vista no paraba de paralizarse en la chica de cabellos rizados, aunque fuera básicamente un destino corto, lo consideraba interminable.

ーVi, ¿te pasa algo?ーcuestionó mientras subía las escaleras, mirando hacia abajo, donde se encontraba la pelirrubia.

En respuesta, se cruzó de brazos como costumbre intentando responder de forma normal, manera en que Clementine no notara que los nervios la estaban carcomiendo por dentro.

ーEhm, sólo estaba pensando, no es nada.　

ーSube conmigo.

ーPero, debo ir a planear como fortificar este lugar.

ーRelájate unos minutos, anda.ーla miró ya desde arriba.ーsí no, le cuento a Louis que me dijiste que lo quieres y que incluso lo consideras como un mejor amigo.

Apenas oyó eso empezó a escalar la madera con velocidad hasta llegar donde la más baja.

ーEso fue rápido.ーrió Clementine.

ーCállate.

ーTan dulce.

La rubia se inclinó hacía una de las esquinas de la patrulla, intentando estar lo más lejos posible de Clementine.

Quizás estaba siendo muy infantil pero, le asustaba esa pequeña actitud que tenía con ella, simplemente la ponía débil.

ー¿Estás molesta conmigo?

Ahí fue cuando dejó de pensar en un momento, exaltándose por la voz de la morena, limitándose a mirar abajo de la patruya hacia afuera, para evitar desconcentrarse, sí miraba a Clem seguro no sería capaz de inventar excusas.

ー¿Por qué lo dices?

ーEstás rara, muchas veces me ignoras pero, pocas me prestas muchísima atención, por eso te pregunté sí pasaba algo hace unos segundos, me quedaste mirando por un buen rato.

ーFue sólo, estaba pensando, ya sabes, la gente tiende a mirar un punto fijo cuando lo hac-

ーEntonces, ¿por qué te pusiste roja cuando te lo pregunté?