Ha pasado alrededor de una hora y ya siento los efectos del whisky, tres botellas para ser exactos, pero ni esa carga de licor en mi cuerpo hace que te vallas de mi mente
Olivia, mi dulce Olivia, ese día toqué tu mano como si nunca en la vida me hubiese acercado a alguna mujer, en el momento que tus ojos se tropezaron con los míos perdí totalmente la respiración, y cuando me sonreíste ese fue precisamente el momento en el que decidí que ibas a ser para mí, sí, porque fue completamente mía la decisión de amarte como lo hice, fue mi decisión darte todo de mi de serte incondicional, tal vez de cierta manera el culpable de toda la tragedia.
No lo sé, supongo que el humo del cigarrillo me hace recordarte, vives más en mi mente de lo que yo vivo en ella.
Nuestro 14 de febrero lo recordábamos como algo tan sagrado y casual que era esa misma fecha en la que decidimos que nos íbamos a casar, te convencí, pero demonios ¡quién te iba a amar más que yo! ¡quién te iba a desear como yo lo hacía! ¡quien putas te iba a hacer el amor como yo te lo hacía!¡ quien tocaría los estribos de esa sensual figura como yo lo hacía!, quien te recordaría que te ama con tan sólo mirarte, quien más haría estremecer tu delicada piel con una palabra, se suponía que solamente iba a ser yo. El licor hace sus efectos y realmente quiero sacarte de mi cabeza, estoy cansado, estoy harto de que tu recuerdo me torture, estoy hastiado de soñar contigo todas las noches de ver, como me mirabas, de sentir lo que causabas en mí, ¡que me lleve el demonio! ¡sal de mi cabeza Olivia!
El nudo que se ha formado en mi garganta es tan asfixiante que temo desmallarme aquí, trato de tomar aire, pero la impotencia puede conmigo y lanzó la botella contra el suelo, un fuerte olor a alcohol se expande por la estancia
¿Por qué?, si me besaste cada puta herida porqué me querías sanar, acariciaste mis miedos y los hiciste soñar, me diste ilusión Olivia, me diste una maldita esperanza que no existía.
Tu que decías que me amabas partiste mi corazón, me humillaste, me lastimaste, me pisoteaste y ve cariño aquí aun esta tu fiel esclavo añorando volver a tenerte en sus brazos tal vez hasta el amor nos hace daño
—¿Qué sucede aquí?
La vos de Raquel me saca de mi ensimismamiento, tiene los ojos hinchados por la siesta, se ha puesto mi playera porque sabe que me gusta, se ve tan bonita y calmada que me dan ganas de ir y hacerle el amor ahí mismo.
Creo que ha pillado mis pensamientos porque se ha sonrojado si mi bella Raquel yo sé lo que causó en ti y sabes me encanta
— ¿me quieres explicar esto?
Su voz es fuerte, está enfadada, tendré que castigarla en otro momento
—Que no te das cuenta, estoy tomando whisky-mi comentario salió un poco Bribón y salteado, pero no me importa
—No me Digas, te aseguro que no me he dado cuenta
—¡ Entonces que quieres mujer !, alzó la otra botella de Whisky y la lanzó contra la pared- estalló odio que use ese puta tono sarcástico conmigo— ¡ piensas amargarme el rato, no tengo cinco años no necesito que uses esa mirada reprobatoria y si algo te disgusta puedes salir por donde entraste!—, me arrepiento de mis palabras justamente cuando acaban de salir de mis labios, pero lo que le da un golpe a mi conciencia es la mirada de Raquel, sus ojos están vidriosos y hay algo de temor en ellos se ve herida.
Raquel sube corriendo las escaleras y me deja ahí, lamentando lo ocurrido, odiándome por ser como soy, por ser quien soy, odiando en lo que me convertí, en lo que me convertiste Olivia, anda aprecia tu incomparable obra, mi querida Olivia has creado una despreciable sombra.
Raquel baja a pasó acelerado las escaleras, sus ojos están rojos, ha llorado y yo he sido la causa, lleva el bolso amarillo que suele cargar y el mismo suéter de ayer, ella pasa por mi lado y no se detiene a verme, no me da la cara, me ignora, pasa de largo, pero yo sé que va a voltear, sé que lo va hacer
—Aron ...
Y ahí está-se me escapa una risa socarrona, Raquel siempre ha sido tan predecible
—¿Qué quieres de mí? —, las palabras le salen en un susurro porque se está conteniendo puedo imaginarme unas cuantas lágrimas recorriendo su rostro y otras debatiéndose en sus ojos.
No me volteo, no soy capaz de mirarla y darme cuenta de todo el daño que soy capaz de hacer, no quiero darme cuenta de que soy tan igual a ti, Olivia, fuimos hechos el uno para el otro, unas putas almas sin corazón.
— ¡RESPONDEME!
Me levanto por inercia y mi cuerpo se tambalea, siento el vértigo, pero ni este hace que me dé la vuelta.
—respóndeme por favor, mírame, por favor, Aron, por favor—la súplica en sus voces me rompe el alma, pero no puedo voltearme porque no quiero hacerlo, no quiero dar ese paso en falso indago un poco en su pregunta ¿qué quiero de Raquel? Nunca lo había pensado, pero creo que la respuesta nunca había estado más clara.
Raquel rompe en llanto puedo imaginarme su figura descompuesta, sus brazos tratando de darle el abrigo que yo no he podido darle, sus labios y su barbilla temblando por el frío que provoca la soledad, puedo imaginarme su corazón, rompiéndose, tal cual el mío.
Después de unos minutos se recompone, pudo escuchar algunos gimoteos que intenta esconder, yo sigo sin moverme, tal vez ni respiro
—¿Aron tú me amas?
Silencio, no hay más que silencio de mi parte, puedo sentir la mirada de Raquel quemándome el dorso, suplicándome que le responda, pero no puedo, no puedo cuando ni siquiera sé que es lo que siento, cuando ni siquiera sé si tengo corazón.
—Es por ella verdad
Mi presión sanguínea bajo hasta el punto en el que me siento desvanecer, soy de hielo, la respiración me traiciona, mi cuerpo me traiciona que en cuanto me recobró la volteo a ver, todo en mi es un estruendo cuando miro esos lindos ojos, Raquel alguna vez te había dicho que tus ojos son los abrigos de mi alma, son esa muralla que me protege, mi bella reina eres tan hermosa.
—Siempre he sabido que hay alguien más... pero cuando me fuiste a buscar a casa, creí... creí que esta vez iba a ser diferente, creí que esta vez me ibas a observar a mí, pero me equivoque, porque soy Raquel, la tonta Raquel que te cree todo, la tonta Raquel que siempre guardo la esperanza de que la quisieras, la tonta Raquel que quería ir contigo hasta el final.
El nudo en mi garganta esta ahogándome me tiro al sofá porque no soy capaz de mantener el peso de mi cuerpo, me duele, me duele tanto que quiero gritar.
—Me voy a ir
Raquel esquiva mi mirada no me permite apreciar esos lindos ojos, un dolor punzante y tácito se instala en mi pecho como una herida abierta a la cual le aplican sal, perderla, nunca, jamás lo había pensado, no Raquel tú no puedes decir eso, anda sé que me vas a ver a los ojos me vas a proteger y aliviar el dolor.
—Aron, me iré y no volveré, solo lo menciono por si alguna vez me esperaste llegar
Todos me abandonaron, mi padre me dejo mucho antes de si quiera tener un recuerdo de él, la muerte se llevó a mi madre, el destino se llevó a Harry y a Martha, Olivia me abandono y ahora tú, por favor no Raquel no me dejes te necesito, quiero correr por ti, quiero ir y tomar tu mano y nunca soltarla, quisiera que siempre estuvieras conmigo, quiero ir y pedirte perdón siento que te he traicionado anoche me diste todo de ti, pusiste tu ser a mi merced pero aquí sigo ni un músculo se mueve, mi cuerpo no me responde, ella me mira esperando mi reacción, esperando que diga algo, como siempre esperando algo de mí pero no hay nada no hay nada más que una eterna soledad.
Raquel se voltea y una vez más esos ojos me miran, pero no para decirme que siempre van a estar para mí. Lo último que escuchó es la puerta al cerrarse.
La deje ir.
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DESPUÉS DE TI
Storie d'amoreHe pensado y tratado de recapacitar, pero recapacitar es una palabra muy amplia. diremos que he "recapacitado" pero no me arrepiento, de hecho mi conciencia está mucho más tranquila, hice lo que Debía hacer y dije lo que Debía decir, no me siento v...