Capitulo 3

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—Mmm. —El médico que mariano había llamado minutos antes terminaba de revisar los signos vitales de Laura, dejó de revisar un momento para abrir su maletín y sacar un artefacto antes visto por Laura -Póngalo debajo del brazo —se lo pasó —justo ahí —dijo al observarle, esperaba tomar su temperatura, luego de eso tomo su pulso, la frecuencia de su respiración y por último la presión.

—Si efectivamente lo que me temía, su presión arterial bajo, lo mejor es mantenerla en reposo —volteo para mirar a Mariano —voy a recetarle un medicamento, es importante que siga el tratamiento al pie de la letra, vigílela bien por favor —arrancó la hoja en la que escribía y se la pasó a mariano.

—Gracias por todo doctor.

—Recuerde mantenerla en reposo, sin hacer movimientos bruscos. A y que beba mucha agua debe mantenerse hidratada yo me retiro, cuídese —le dijo a Laura. —Que tengan buena tarde.

—Lo sigo a la puerta.

Salieron de la habitación, uno detrás del otro hasta la puerta principal de la casa el hombre de aspecto cansado volteo antes de marcharse.

—Me gustaría hacerle algunos análisis a Laura.

Mariano lo miro desconcertado. —¿Pasa algo grave con ella doctor?

—Tengo algunas dudas al parecer nada grave pero... quisiera comprobar que se encuentre en perfecto estado.

—Claro doctor, hablaré con ella.
Se despidieron con un saludo formal y cada uno siguió con sus respectivas actividades.

...

A la mañana siguiente cuando Laura despertó se encontró con una gran sorpresa, el desayuno se encontraba sobre una mesa frente al buró acompañado de una hermosa rosa blanca. Laura sonrió. Le pareció demasiado tierno aquel gesto pero no lo suficiente para sentir amor.

Tomó la rosa entre sus manos, mientras le miraba pensativa era una de sus favoritas, por lo menos en algo había acertado Mariano.

¡Ring, ring!

El sonido del celular de Laura provocó que abandonara la rosa a un lado de la cama.

¡Ring, ring! volvió a sonar.

—¿Hola? —Contesto la llamada.

—Laura —Al escuchar al emisor pudo reconocer quien era, esa voz era inconfundible para ella. -¿Podemos vernos esta tarde?

—Ross, lo lamento hoy no... No puedo, además necesito descansar...

—¿Como que no puedes? ¿Acaso Harper...?

—¡No! Como se te ocurre si quiera pensar eso, ayer me puse un poco mal y necesito descansar, no puedo.

—¿Como que te pusiste mal? ¿Estás bien? ¿Sabes qué?... No estoy dispuesto a quedarme esperando a saber de ti, voy para tu casa —Colgó.

—¡Ross no! ¡Te lo prohíbo!

Laura escuchó el sonido del buzón en el celular —Maldita sea —Susurró molesta. Lanzó el móvil a la cama y se apresuró a vestirse olvidándose por completo de la gran sorpresa de Mariano.

Las gotas de la lluvia pegando en la ventana se escuchaban por todo el salón, después de que el día se presentara por la mañana tan radiante unas horas después había decidido cambiar de opinión tornándose triste y con un tono tan gris y ambiente melancólico abriendo paso a una abundante y torrencial lluvia. Laura estaba esperando ansiosa la llegada de Ross, sus manos temblaban de miedo, temía a que Mariano entrara por la puerta de un momento a otro sorprendiéndola con su amante.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2019 ⏰

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