Super Stars

Capítulo 4: Nuevas amistades

Narra Alex:

Poco después de aquella increíble presentación, Rebecca me comentó que había intercambiado números con Jimin-sunbaenim comenzando una nueva amistad con él. Me resultaba grato que quisiera socializar con él, aunque sólo espero que esto no se haga un escándalo en el que Dispatch se involucre o estaríamos perdidas cuando apenas estábamos comenzando nuestra carrera. Ya sé cómo son las A.R.M.Y. —las ERMY en su mayoría— cuando de las relaciones personales de Bangtan-sunbaenim se trata.

En una noche particularmente hermosa en donde el cielo estrellado se podía apreciar en todo su esplendor, me iba a disponer a sentarme sobre el marco de la amplia ventana de mi habitación para continuar con mi lectura de la obra literaria que lleva como título Demian del novelista alemán Herman Hesse, hasta que se hicieron audibles unas risas estentóreas desde la habitación de Rebecca —aunque no me extrañaban del todo tales carcajadas que pegaba, siempre ha sido así—.

Decidí ir a investigar cuál era la causa de su risa esta vez, así que dejé el libro sobre mi cama y acaricié a Glenn para ponerlo sobre su camita y que se fuera a dormir, ya que era algo tarde y mi perro era muy flojo y dormilón. Seguidamente, salí con cuidado de no agitarlo y me dirigí a la habitación de Rebe, abrí lentamente y con cautela la puerta adentrándome a darle un buen susto y sentarme a su lado en su cama.

—¿Qué haces? —pregunté con curiosidad riéndome ligeramente por mi pequeña broma.

—Estoy en una videollamada con Jimin —contestó con una mano sobre su pecho y golpeándome ligeramente por el susto que le di, era una pequeña venganza por todos esos años que sufrí de mini paros cardiacos por culpa suya.

—Hola —dijo el susodicho saludando con su pequeña y tierna mano de bebé a través de la pantalla de su laptop—, la última vez que nos vimos no me dijiste tu nombre.

—Me llamo Alex. Es un placer conocerte, Jimin-oppa~

Dije haciendo un pequeño aegyo tocando mis lentes cuando pronuncié la palabra "oppa" con lo cual logré sonrojar ligeramente al peliplateado, mismo que cubrió con la mano que me saludó hace unos instantes. Luego, contestó tartamudeando un poco y desviando la mirada.

—E-el gusto es mío, A-Alex.

Maldición, este niño era la cosita más tierna del universo, no podía creer que había logrado hacer sonrojar a uno de mis ídolos y modelos a seguir. Era un bailarín y un cantante extraordinario, no me parecía correcto que tuviera problemas para aceptar su cuerpo porque es un ser muy atractivo, con muchos talentos y buenas cualidades.

Lo que ninguno de los tres presentes en la llamada sabíamos era que había una persona viendo y escuchando toda la conversación entre el pequeño Jimin y nosotras, quien sin quererlo expresó abiertamente la ternura que surgió en él al ver mi aegyo. Y Jimin, al escuchar una voz detrás de él, volteó para encarar al hombre misterioso.

Él lo miró fijamente por un rato en el que hubo total silencio, tanto por su parte como de la nuestra, hasta que escuchamos que el "invasor" hizo un ruido fuerte dejando a la vista a un chico alto con cabello marrón verdoso tratando de huir de la habitación; pero Jimin corrió rápidamente hacia él para tomarlo por la espalda y llevarlo a rastras hasta la computadora, a la vez que le decía que se presentara conmigo y con Rebe y que no fuera descortés, además de que le susurró algo al oído que nadie más que ellos dos pudieron oír, palabras que lo dejaron pasmado en su lugar.

Narra ???:

Estaba caminando por el pasillo frente a la habitación de Jimin y Hoseok porque había ido por un vaso de agua a la cocina, hasta que me detuve por una pequeña risa dentro de aquel cuarto que me llamó la atención. Pegué mi oreja a la puerta tratando de escuchar algo de lo que pasaba allí dentro, pero no fui capaz de percibir ninguna palabra clara, así que decidí entrar de manera discreta para saber lo que el pequeño Jimin estaba haciendo con tal alegría.