-Dios, Dinah. No se que hacer.- Enterre mi rostro en un almohadon ahogando un grito, estaba tan frustrada, era eso o llorar y ya habia derramado demasiadas lagrimas por el mismo asunto.
-Ya te lo dije.- Respondió despreocupada. Levante la vista para ver como revisaba sus uñas como si yo no estuviera teniendo una crisis nerviosa junto a ella.
-Es un no, un rotundo no y mil veces no. No hay manera en el universo de que yo se lo diga.
Se que la mayoría del tiempo no soy buena expresando mis sentimientos o simplemente a la gente no les importan asi que no suelo hacerlo muy seguido, no digo que me gusta mantenerlos en secreto pero por lo menos no les doy el derecho a romperme el corazón, demasiado.
Dinah suspiro antes de por fin dignarse a mirarme aunque no parecía estar muy interesada en el tema y lo entendía. Habíamos hablado de lo mismo tantas veces como para tenerla harta pero en serio necesitaba descargarme con alguien y ella era la única persona en la que confiaba lo suficiente como para hablar sobre esto. Aún recuerdo lo nerviosa que estaba cuando se lo mencioné por primera vez, de todas formas tuve que hacerlo, Dinah me conoce tan bien que no puedo mentir cuando se trata de ella.
-Camila, ¿Cuantas veces voy a tener que decirtelo? Se que Lauren es un poco intimidante a veces pero te aseguro que puede llegar sorprenderte.- Se movió sobre el sofá para tomar mi mano en señal de apoyo.- Habla con ella. Puedes suponer todas las respuestas que quieras pero no sabrás su reacción de otra manera.
No se exactamente cuando sucedió todo esto, simplemente un día caí en la cuenta de que quería mucho a Lauren y no de una manera "amistosa", asi que básicamente entre en pánico. Eventualmente Dinah lo descubrió y me vi obligada a contarle todo, como dije, no soy buena mostrando mis sentimientos pero supongo que tampoco ocultandolos. Solo espero que Lauren no se haya dado cuenta ni nunca lo haga porque me aterra pensar que puedo llegar a perderla por algo asi, no lo soportaría, primero es mi amiga y no se que haría sin su compañia.
A veces es algo complicado por el hecho de que realmente me gusta y, como cualquier amigas, hablamos de chicos e intereses amorosos en los cuales claramente no estoy incluída. Sin embargo prefiero tenerla asi en lugar de no tenerla en absoluto.
-Tengo miedo, no quiero perderla, ¿Que tal si quiere alejarse de mi?- Intente demostrarle mi punto. No pude evitar que mi pregunta sonara temerosa.
-Ella no va a hacer eso.- Dinah negó con la cabeza como si lo que acabara de decir fuera absolutamente ridículo.
-No lo sabes.
-Claro que lo se, Lauren no es asi.
Se estaba formando una pequeña discusión de la cual no quería salir sin demostrar que yo tenia razón y era una completa locura confesarle todo a Lauren, quería que Dinah me entendiera.
-¿Acaso alguna vez una chica le confesó que estaba enamorada de ella? Tu misma lo dijiste, no hay forma de saber su reacción.- Jaque-mate, acababa de usar sus mismas palabras en una oración que la dejo desconcertada. Parecía querer decir algo al respecto pero como si alguna otra cosa la detuviera.
Abrio y cerro la boca un par de veces pensando que decir hasta que funalmemte se relajo volviendo a la misma postura despreocupada que habia mantenido hasta hace unos segundos.
-Solo se que no puede ser tan malo como te estas imaginando.- Se encogió de hombros mientras tomaba una revista de la pequeña mesa frente al sofá.
Genial, simplemente genial. Elegí a la persona mas indiferente del planeta para contarle sobre mis problemas amorosos.
-No lo sabes.- Volvía repetir esta vez elevando un poco la voz mientras le dirigía una mirada indignada, la discusión aún no habia terminado.
-¡Y tu tampoco!- Dejo la revista a un lado para voltearse completamente en mi dirección.- ¡Tienes que decirle! Sino... yo voy a hacerlo.- Dijo como si se le acabara de ocurrir una maravillosa idea, aunque era lo contrario, mientras una sonrisa se formaba en sus labios.