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No había salido de la cama en todo el fin de semana y no estaba dentro de mis planes hacerlo tampoco. Ya he estado triste por lo mismo pero ahora definitivamente pase a otro nivel.

Me había acercado tanto a ella para luego arruinarlo por completo, no se como actuar cuando la tengo tan cerca, se supone que somos amigas, no hay nada extraño en eso, aunque no puedo dejar de pensar que estoy haciendo algo malo ya que yo no la veo de esa manera.

Di vueltas en la cama hasta que quede boca abajo, solté un largo suspiro sobre la almohada. ¿Puede la tierra tragarme ahora mismo? ¿Por favor? Creo que ya probé que no sirvo para involucrarme sentimentalmente con alguien, no tiene caso que lo intente y menos con Lauren. Esta bien, no voy a superarla pero puedo buscar otra amiga y con el tiempo me gustara otra persona, puedo hacerlo.

Mi plan de una vida sin complicaciones fue interrumpido por unos golpes en la puerta, otra vez mama. Entiendo que este preocupada, no suelo ser una persona que disfrute estar todo el día encerrada, pero ahora en serio necesito estar sola en la comodidad de estas cuatro paredes. No conteste, fingi estar dormida pero al parecer no funciono porque los golpes volvieron a repetirse.

-Quiero dormir, mamá.- Hable lo suficientemente alto para que se escuchara al otro lado de la puerta. No hubo mas respuesta que otros golpes.

¿Es en serio? Si esta es su forma de hacer que salga de la cama solo para abrirle la puerta juro que voy a enfadarme mucho con ella.

Solté un bufido mientras salia de entre las sabanas quejandome, realmente estaba comoda y olvidándome de todos los malditos problemas que estaba teniendo, camine hacia la puerta esperando encontrarme a mamá del otro lado pero para mi sorpresa eso no fue exactamente lo que sucedió.

-Mamá, no...

La oración se quedo a la mitad cuando abrí la puerta y la persona que estaba allí parada era Lauren, con sus ojos verdes mirándome tímida mientras una pequeña sonrisa se asomaba en sus lindos labios. Las palabras se atascaron en mi garganta y casi olvide como respirar tambien.

-Hola.- Murmuró mientras movía su mano en un pequeño saludo.

Supongo que esto es un poco incomodo para ella, lo es para mi. Después de que prácticamente sali huyendo de ella (en dos ocasiones), debe pensar que no quiero verla nunca mas en mi vida o algo así, lo cual me serviría de mucho pero desgraciadamente no puedo evitar querer tenerla cerca. A pesar de eso esta aquí, me alegra un poco saber que no esta enfadada conmigo.

-Lauren... ¿Que... Que estas haciendo aquí?- Mi voz sonó entre miedosa y sorprendida, era justo como me sentía ahora.

-Yo, mmm... lo siento si no quieres verme.- Hizo una pequeña mueca mientras acomodaba un mechón de su cabello detrás de su oreja. Estaba nerviosa.- Solo quería verte y asegurarme de que estuvieras bien. Estuve un poco preocupada desde que te fuiste de la biblioteca y no contestabas mis llamadas.

Estoy haciendo un gran esfuerzo por no caer mas por Lauren ahora mismo. Ella vino a verme, se preocupa por mi, ya se que eso se supone que hacen las amigas pero no puedo evitar sentir cosquillas en la base de mi estomago. Casi muero de ternura al imaginarme a Lauren debatiendose si venir o no, ¿Ha estado asi desde el jueves? No nos hemos visto desde entonces, he estado faltando a clases. Desearía no haber apagado mi teléfono, aunque no me desagrada mucho que este aquí.

-Lo siento, apague mi teléfono.- Desvíe mi vista hacia mis pies descalzos en la alfombra de mi habitación después de verla asentir con la cabeza.

Aún estaba manteniendo la puerta con una de mis manos, abriendola lo suficiente para ver completamente a Lauren. Estaba debatiendome si invitarla a pasar o no cuando volvió a hablar.

karlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora