Me habia alejado por completo de las chicas desde el episodio en la cafetería, eso incluye a Lauren. Admito que las he estado evitando solo porque me pone de los nervios que me pregunten sobre alguien que realmente no existe o que, en teoria, soy yo. Pero ellas no lo saben asi que no puedo reclamarles nada.
Pensé que me haría bien y me ayudaría a controlar toda esta ansiedad que había estado teniendo recientemente pero no estoy muy segura de que este funcionando. Las extraño muchisimo, incluso a Dinah y sus estúpidas bromas.
He estado yendo a la biblioteca mas seguido, solo a pensar. Ya que no tengo a Dinah para contarle sobre los miles de sentimientos que me estan confundiendo, voy allí durante la hora del almuerzo a perderme en mis pensamientos hasta que toca la campana de regreso a clases. Hoy no era la excepción. Tenia un gran dilema rondando mi mente.
Había visto a Lauren en la mañana y por alguna razón lucia mas linda que de costumbre. No era la primera vez que pensaba en como se sentiría besarla y probablemente no sea la ultima pero, hoy en especial, en serio tuve ganas de besarla y contarle que me tiene profundamente enamorada aún cuando no tenia idea de que significaba ese sentimiento. Juro que por un segundo nada me importo e iba a hacerlo, incluso mis pies comenzaron a caminar en su dirección por el corredor, eso hasta que vi como Peter, uno de los tipos del equipo de football, se acercaba hasta ella ganandome de mano, frene en seco quedando petrificada a mitad del pasillo, el lugar perfecto para ver la escena que se venia a continuación.
Rodeó su cintura con sus enormes brazos haciéndola sobresaltar ya que estaba distraída con algo en su casillero, se volteo y poco a poco una sonrisa se formo en su rostro al ver al chico frente a ella. Le devolvió el abrazo enseguida colgandose de su cuello sin quitar la sonrisa de sus labios, al separarse vi como de a poco sus rostros se iban acercando hasta quedar solo a centimetros y ya no quise saber nada al respecto, no habia nada ni nadie que me detuviera asi que simplemente me aleje de esa escena y termine entre los pasillos de la biblioteca como cuando era una patética niñita asustada.
Apenas habia tocado mi almuerzo, tenía el estomago cerrado y estaba haciendo un esfuerzo increíble por no comenzar a llorar, aunque en serio necesitaba alguna forma de sacar toda esta mierda que tenia dentro mio. Cerré los ojos un momento y tire mi cabeza hacia atrás hasta que choco contra los libros de la estanteria, inhale y exhale varias veces hasta que estuve segura de que mi pulso habia vuelto a la normalidad y que no había posibilidad de que dejara una lagrima caer, permanecí con los ojos cerrados por otro momento.
-¿Sándwich de pavo y mayonesa?
Me asuste un poco al oír su voz abriendo los ojos al instante. Tuve un déjà vu con esa niña que hace unos años estaba parada frente a mi haciendome preguntas, solo que esta vez sostenía una bolsa de almuerzo entre sus manos en lugar de un libro y señalaba la bandeja que estaba en el piso con una sonrisa tímida. Ahi fue cuando caí en la cuenta de que me habia hecho una pregunta y aún no había respondido.
Asentí porque no tenia ganas de hablar y menos con ella en este momento pero no podía echarla sin darle explicaciones, tampoco podia decirle la razón por la cual estaba evitando hablarle.
-Tu favorito.- La observe inclinarse hasta quedar sentada frente a mi, apoyada en la estantería del frente.- ¿Por que no comes?- Intento esconder su preocupación mientras abría su almuerzo. Mi enojo desapareció y solo quise abrazarla por ser tan linda.
-No tengo hambre.- Respondí en su lugar.
-¿Es una broma? ¿Desde cuando le dices que no a la comida?- Rió un poco y solo por esta vez yo no lo hice. Simplemente me encogí de hombros demostrando que estaba un poco baja de ánimos.- ¿Qué ocurre, Camila?- Su voz sonó suave como la primera vez que hablamos. Su preocupación seguía siendo la misma, nosotras seguíamos siendo las mismas, pero las cosas eran tan diferentes ahora.
-Nada.- Respondí tragandome todas las cosas que quería decirle mientras jugaba con un hilo suelto en mi suéter.
-Por favor, Camz. Has estado extraña todos estos días, ¿Piensas que no me doy cuenta que me evitas?- Pregunto algo dolida y quise golpearme por ser tan estúpida, la estaba haciendo sentir mal e iba a dejar que creyera que quería alejarme de ella cuando en realidad es todo lo contrario.- ¿Que es lo que te sucede? Puedes contarme.- La escuche moverse hasta quedar a mi lado en el suelo con todo su cuerpo en mi dirección y sus ojos intentando buscar los mios.
No supe que responder, ¿Qué se supone que iba a decirle de todas formas? ¿"Estoy tan enamorada de ti que no se como diablos actuar en tu presencia asi que prefiero evitarte"? Esa opción queda descartada.
-¿Es por todo este asunto de Karla?
Genial, esto era justo lo que le faltaba a mi día, seguir con esta estúpida historia. Casi prefiero hablar de como ella se estaba besando con el estupido mariscal de campo frente a toda la escuela a mitad del pasillo esta mañana.
-No es por eso.- Suspire diciéndome a mi misma que debía mantener la calma.
-¿Entonces?
Cometí el error de levantar la vista para enfrentarla y encontrarme con esos ojos verdes en los que no paraba de pensar. De repente me canse de inventar excusas y respuestas vacías y quise hablar directamente desde el corazón, ¿Por qué no?
-Es... es todo este tema del amor, es algo... dificil, ¿Sabes?- La voz me temblaba pero no pensaba parar de hablar ahora que habia comenzado a abrirme.
-¿Por qué lo dices?- Sus ojos se volvieron brillantes y la note mas preocupada, aunque no comprendí porque exactamente.
-Simplente lo es. Te hace estúpido, te hace depender de una persona que probablemente no sienta lo mismo que tu ni nuca lo haga y es frustrante porque por mucho que te encantaría controlar tus sentimientos y solo... evitar el amor, no puedes.- Suspire para tomar aire nuevamente, estaba hablando sobre ella y ni siquiera lo notaba.- No puedes evitar sentirte enamorada de la forma en la que te mira, o habla, o incluso cuando no esta haciendo nada exactamente. No puedes evitar sentir las estúpidas mariposas en tu estomago cuando te toca, abraza o esta cerca. Es inútil, Lauren. Por mucho que quiera no estar enamorada no puedo evitarlo.- Sentía como los ojos comenzaban a arderme y llenarse de lagrimas, habia estado aguantando su mirada mientras hablaba pero ahora simplemente no pude.- Lo siento.- Murmure mientras escondía mi rostro entre mis manos.
Ella me hacía sentir todo eso y mucho mas aunque no tuviera ni idea, me estaba esforzando cada vez mas para que se mantuviera en secreto aunque me estuviera destruyendo de a poco.
-No, Camila. No tienes porque.- Escuche como se movía unos centímetros mas cerca y mi llanto se intensificó.
-No lo entiendes.- Negué apenas logrando hablar. Sabía que estaba exponiendome demasiado pero no pude aguantar mucho mas.
-Entonces explícame.- Tomo mis manos entre las suyas para sacarlas de mi rostro con cuidado.
La tenia mas cerca de lo que esperaba y me derreti al verla tan frágil por mi culpa, realmente estaba preocupada y yo no hacia mas que aumentar eso. Me sentía horrible, no quiero que Lauren se preocupe tanto por mi ni mucho menos que se sienta asi de mal.
Sus ojos estaban aun mas brillantes y tuve miedo de que las lagrimas se hagan presente en ellos porque entonces si no podría seguir ocultandole lo que me pasaba.
Tuve el mismo sentimiento que en la mañana, me sentía con ganas de decir toda la verdad y esperar por un rechazo o algo parecido, la verdad no me importaba, solo quería sacarme todo este peso de encima mio de una vez. Estuve a punto de hacerlo pero, otra vez, Peter y el recuerdo de Lauren a punto de besarlo arruinaron todas esas ideas que habían invadido mi cabeza de repente.
Ella no me quería de esa manera, no le gustaban las chicas, somos amigas y solo eso. No quiero ser la culpable de arruinarlo.
-Yo... no puedo. Lo siento.
Me libere de sus manos para irme de allí de la misma manera en la que abandone la cafetería hace unos dias, huyendo, solo que esta vez con el corazón en la mano.