capítulo.1

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Rechazó

— ¡mil veces te eh dicho que te comportes! — mascullo molesta madre, antes de darme la vuelta caminando hacia la puerta, ignorar completamente sus palabras — ¡Con un carajo, Suni!— tomo mi mano bruscamente haciéndome girar hacia ella — hubiera preferido no tener...

— anda dilo — hable retandoramente conteniendo las ganas de explorar en un llanto lleno de dolor y coraje — no te detengas... — solté bruscamente mi brazo — soy una maldita carga... Dime que soy una hija que nisiquiera quisiste tener

—¡Cállate ya! — Suspiró con pezades, tratando de volver al inicio de la discusión — Mientas vivas en esta casa harás todo lo yo quiera — frunció el entrecejo molesta — deja de ser una malagradecida con Hyun es tu padre respetarlo...

— ese bastardo no es mi padre— musite furiosa —  un padre no trata de tocar a una hija, ¿o si?— un fuerte impacto sello mi mejilla, la mano de la mujer que  se decía mi madre había sido en detonante para terminar por joder el resto de mi día.

— deja de ser una mentirosa...— apretó la quijada al borde del enojó — el nos da techo y sustentabilidad...

— ya te lo dije, Samantha — en el momento que pronuncie su nombre me dedico una mirada fría, ella odiaba el hecho de que no la llamara madre — me voy a largar de tu asquerosa vida, y de tú maldita casa — trague en secó, tome la perilla y salí de casa azotando la puerta.

Mi vida es un asco, ya bastante tengo con ser rechazada en la preparatoria, simplemente por ser una niña becada sin dinero, ¿Y que esperaba?, Así son las personas.

Camino hasta el instituto lo más rápido posible, nunca en mi vida Eh llegado tarde y está no será la primera vez. Es increíble que ni un mísero peso tengo en los bolsillos para el transporte.

Cuando menos acuerdo estoy cruzando la puerta de entrada, odio como las chicas comienzan a murmurar y criticar <<la niña-niño>> rodeo los ojos molesta, aparte de aguantar los fastidiosos reclamos de mamá ahora esto.

Definitivamente esto es una jodida vida.

Camino hasta la aula, donde tiró mi mochila aún costado de mi butaca, me siento y recargo mis brazos en la mesa donde escondo mi cabeza en ellos y la mesa.

Por una vez en mi vida quiero saber qué es ser feliz.

Las próximas horas deseo que pasen tan lentas como se pudiese no quiero ir a casa otra vez. Pero eso es algo imposible.

El reseso llegó, es hora de buscar un lugar donde pasar los 20 minutos. Tomo de mi mochila una manzana que pretendo que sea mi almuerzo, comida y cena de todo el día. El clima de hoy no es nada favorable, la lluvia hizo acto de presencia y cae fuertemente.

Rodeo los ajos al ver el típico grupito de chicas temperamentales, engreídas y egoístas, caminan hacia mí, al parecer van tan pérdidas en su mundo que imagino que no me prestaran atención.

¡Clack!, Toda una completa mentira cuando una de ellas choca conmigo y tira una bebida sobre mí << ¡Mierda!, Más jodido no podía ser este día>> chasqueo la lengua y le dedicó una mirada fulminante, indicándole que si no se aleja terminaré desquitando todo mi enojo contra ella.

— lo siento mucho, rarita — musita burlonamente, sinceramente no espero una disculpa, creo que nisiquiera saben el concepto de eso — pero, eso le va muy bien a tu aspecto. Tú idea de la moda es tan...— hace un gesto de desagrado

— já, ¿tan que?— sonrió ladina — ¿Inusual?, ¿Anómano?, ¿Extraño?, ¿Singular?, ¿Anormal?, ¿Excepcional?...— cruzo mis brazos en espera de una respuesta pero no hay nada, solo una mirada con total molestia — ¡Oh!, Lo siento, son muchas palabras para una descerebrada, ¿Verdad? — suelto una risilla burlona y sigo con mi camino.

juego, complejo y sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora