ONE SHOTS 《Ben Hardy》

19. See You Tomorrow?.

-No lo sé Lexi, ¿estás segura de que me envíaste la ubicación correcta?.- pregunté mirando a mi alrededor.

-No soy estúpida Daphne.- solté una risita.

-No me refería a eso tarada, ¿podrías reenvíarmela?.- la castaña resopló.

-No creo tener otra opción, ¿o sí?.-

-No, no la tienes.- escuché que rió.

-Exactamente que hay a tu alrededor, talvez es ahí y solo necesitas...- escuché los pitidos en la bocina de mi celular y lo despegué de mi oreja mirando la pantalla.

-Mierda.- murmuré soltando un bufido. Al parecer la poca señal que había se fué dejandome varada en medio de la nada sin la posiblilidad de comunicarme con alguien así que mejor opté por caminar entre los árboles.

Llevaba demasiado tiempo caminando, estaba cansada y seguramente llovería pronto, alzé la mirada y a lo lejos pude divisar una de esas típicas cabañas que aparecen en las películas de terror.

-Con que le envíen mis restos a mis padres todo esta bien.- murmuré con diversión y caminé hasta llegar a aquella cabaña.

Suspuse que estaría abandonada o algo por el estilo ya que no se veía movimiento dentro de ella. Giré la perilla de la puerta y entré lentamente. Observé todo a mi alrededor, para estar abandonada no se veía en mal estado, al contrario, estaba demasiado ordenada y no había rastros de polvo o telarañas.

-¿Quién eres y qué haces aquí?.- me sobresalté al escuchar una voz masculina detrás mío. Me giré encontrandome con un chico alto y rubio.

-Amm... yo... estaba perdida y... y... empezó a llover, la puerta estaba abierta creí que no había nadie aquí.- el chico me miró alzando una ceja. -¿Podrías bajar esa cosa?, realmente me estas poniendo nerviosa.-

-¿Por qué habría de hacerte caso?.- cuestionó sin dejar de apuntarme con el arma.

-Mido 1.60, ¿qué daño podría hacerte?.- pregunté con diversión y me pareció ver una pequeña sonrisa en los labios del rubio y en seguida acomodó la escopeta en su lugar.

-Entonces... señorita que mide 1.60.- habló con diversión y se acercó a mí. -¿Cual es tu nombre?.-

-Soy Daphne, Daphne Collins.- le sonreí.

-Ben Hardy.- me sonrió. -Y bien Daphne Daphne Collins.- repitió mi nombre de forma graciosa. -No dejará de llover en un buen rato, ¿te gustaría tomar algo?.-

-Depende.-

-¿De qué?.-

-De si vas a drogarme y violarme para despues asesinarme.- respondí con diversión.

-No te preocupes, le enviaré un par de dedos a tu familia.- ambos reímos y luego Ben me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera.

(...)

Ben me había contado que solo iba a aquella cabaña cada 15 días, en cierta forma lo relajaba el alejarse un rato de toda la sociedad, o eso es lo que él me había dicho. En mi cabeza escuchaba claramente a mi madre decir "¿cómo se te ocuure quedarte con un extraño?" resultaba divertido imaginarmela regañandome y diciendome un par de cosas más. No había dejado de llover y ya era de noche. Había recibido un par de llamadas por parte de Lexi preguntando si estaba bien, le dije que sí y que no se preocupara, cuando le conté de Ben mi tímpano casi se reventó, se puso a gritar como histérica, al principio me regañaba por acceder a quedarme con él en un lugar que ni yo conocía y despues empezó a soltar sus típicas y extrañas preguntas.

-¿Es guapo?, si lo es no lo vayas a arruinar, coqueteale y coopera, ya me cansé de estar buscandote novio y que no aceptes a nadie.- había dicho la castaña haciendome soltar una carcajada.

-¿Podrías decirle a tu amiga que la escucho perfectamente?.- preguntó el rubio con diversión y en seguida Lexi soltó una maldición para despues colgar diciendome que me llamaría más tarde. -Vaya amiga.- habló mirandome con gracia. Reí. -¿Exactamente a cuantos prospectos rechazaste?.-

-No lo sé, como a 3, creo.- respondí tomando de mi chocolate caliente.

-¿Puedo preguntar porqué?.-

-No son mi tipo, a dos de ellos no los había visto en mi vida, además no tiene mucho que salí de una relación.-

-Entiendo... ¿tóxica?.- negué.

-Si era complicado pero no tanto.- él asintió. -¿Y tú?.-

-Bueno.- suspiró. -Estoy felizmente casado, y tengo 2 hijos.- me sonrió.

-Oh... amm... eso es lindo.- le sonreí.

-Sí, lo malo es que son imaginarios.- respondió con diversión y al ver mi cara de confusión soltó una carcajada. -Estaba bromeando.- aclaró despues de calmar su risa.

-Debí suponerlo, nadie se casa a los 24, al menos de que se vean obligados a casarse por un bebé.-

-O porque están completamente enamorados.-

-De hecho la etapa de enamoramiento solo llega hasta los 4 años de relación y despues...- colocó una de sus manos en mi boca impidiendome hablar.

-Están enamorados, fin de la discusión.- habló con gracia y retiró su mano de mi boca.

-Que manera tan sútil de callarme.-

-Besarte fué mi primera opción pero temí ser golpeado en mis partes vulnerables.- reí.

(...)

Un raro pero cómodo silencio inundaba el vehículo. Ninguno de los dos había dicho nada en cuanto Ben estacionó su auto frente a mi casa.

Aún llovía pero no podía quedarme más tiempo con él, no quería que mis padres se preocuparan y activaran la alerta por desaparición o por secuestro. Ben se ofreció a traerme, su casa no estaba tan lejos de la cabaña así que caminamos hasta allá para ir por su auto y el pudiera traerme.

Soltó un leve silbido llamando mi atención.

-¿Te veo mañana?.- preguntó con voz suave sin dejar de mirarme. Asentí levemente.

-Claro.- le sonreí y él hizo lo mismo. Acercó su rostro al mío y me dió un beso corto en los labios.

-Me encantó lo de anoche.- murmuró sobre mis labios. -No quiero que pienses que soy un aprovechado o algo así, realmente me gustaría conocerte más.- sonreí levemente y volvió a juntar sus labios con los míos en un largo beso. Su lengua apenas había empezado a juguetear con la mía cuando unos golpes en la ventana del auto nos sobresaltaron haciendo que nos separaramos rapidamente y ambos volteamos a ver al responsable de aquella acción. James me sonrió con malicia.

-Le diré a papá que te estabas besuqueando con un chico dentro de su auto.- amenazó mi hermano menor y corrió hasta entrar a la casa.

-No nadamas nos besamos.- gritó Ben ganandose un pellizco en la pierna de mi parte. El rubio soltó un auch al mismo tiempo que reía.

-Te veo mañana.- dejé un corto beso en sus labios y salí del auto para correr hacia mi casa para empezar a corretear a mi hermano. Lo sé, un raro comienzo.

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