My inmortal heart.

Apologizes.

Ashley se fue a su casa y se puso la gran sudadera de los Chicago Bulls que su hermano le había dado hace 5 años. Le llegaba por la mitad de los muslos por lo que nunca se ponía pantalones. Se desmaquilló y encendió el ordenador. Eran las 3 de la mañana, pero no le apetecía dormir.  Puso una película y se tumbó en la cama. La cabeza le daba vueltas por la bebida y las escenas de esa noche.

A la media hora escuchó un ruido, Harry entró por la ventana. Ashley se le quedó mirando, y se levantó de un salto.

-Qué... qué haces aquí Harry.

-Sé que nos has visto... Te he sentido.

-¿Y vienes para decirme eso? Muy bien ya te puedes largar.

-No sé por qué hice eso. Sé que os lleváis mal y no debí haberme acostado con ella.

-No Harry, no deviste! Te dije que no atacaras a nadie y muerdes a esos dos chicos , y después te follas a la peor zorra de este mundo! Te odio!

Harry sintió una punzada al escuchar eso.

-¡¿Sabes por qué me la follé?! ¡Por tu culpa! - Menos mal que los padres de Ashley no estaban en casa.

-¿Por mi culpa? ¡¿Pero qué dices?!

-Muestras interés en hacerte mi amiga, cuando no deberías. No huyes de mí, cuando deberías. Y encima te presentas en mi casa con ese vestido tan... pegado. Eres preciosa y lo sabes. Por eso me tiré a Molly, porque no puedo tenerte a tí.

Ashley no sabía qué decir. Las palabras de Harry la habían dejado atónita.

-Y encima te ves jodidamente sexy con esa sudadera... - Harry la miraba con deseo. Ashley no podía evitar mirarlo, era jodidamente guapo.

-Harry... me ha molestado mucho lo que has hecho esta noche.- Le dijo cruzándose de brazos.

-No fue queriendo. A mí esa tia me importa una mierda, de hecho hasta me da asco. Tú eres más importante.

Se acercó a Ashley y la abrazó. Harry no era así nunca, era una persona cerrada que no mostraba afecto por nadie, pero Ashley tenía algo que hasta nunca había encontrado.

-Qué hacías? - Le preguntó Harry sentándose en la cama.

-Viendo una peli. Se llama V de Vendetta. - Ashley apagó la luz y fue a darle al play, pero de pronto, Harry ls cogió de la cintura y la sentó en sus rodillas.

-¿Y si pasamos de la peli?

-¿Y qué sugieres?

Los chicos se miraron a los ojos. Azul contra verde. Verde contra azul.

-Yo sugiero muchas cosas... - Le acarició un muslo con una mano mientras con la otra le sujetaba por la cintura.

Ashley le rodeó el cuello con los brazos y Harry la empujó más hacia él.

-Mis padres no van a venir esta noche, están con mi abuela, así que... puedes quedarte aquí si quieres. - Ashley le sonrió y Harry le devolvió la sonrisa.

Harry la besó. Fue un beso cálido y profundo, buscando y encontrando la conexión entre los dos. Se separaron y Ashley le sonrió sonrojada.

-Voy a traerte un pijama de mi padre. Quizás te esté un poco grande... demasiado grande.

-No hace falta, yo duermo desnudo.

-¿Perdona? No en mi cama, almenos ponte un pantalón!

-¿Qué pasa, nunca has visto a un tio desnudo?