Two

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✓ 3:00am | Casa de los Jung | Jaehyun

"Suéltame!" Di un salto de la cama al despertar de lo que parecía ser una pesadilla, me sentía aturdido así que cerré mis ojos con fuerza llevando las yemas de mis dedos a las sienes. Intenté recordar lo que sucedió antes de regresar a casa y en qué momento lo había hecho, pero el efecto del alcohol seguía presente, solo recordaba las luces del antro encegueciendo mis ojos, las risas de Lucas coqueteando con la beta y algunos chicos acercándose, después todo era borroso, unas cuantas escenas de mi besándome con desconocidos y, por último, el rostro de Taeyong con aquella carita tan tierna, pero a la vez tan triste.

Esa imagen de su rostro me seguía dando vueltas tratando de decirme que había hecho algo estúpido y lo sabía, cada vez que intentaba recordarlo, la imagen de su rostro se me hacía más triste hasta el punto en que me dolía el corazón. Di unas cuantas palmadas a mi rostro tratando de tranquilizarme y sabía que no estaría en paz hasta que pudiera verlo y asegurarme de que estaba bien.

Me puse de pie para caminar en dirección hasta su cuarto, abrí la puerta con algo de torpeza y ahí estaba él dormitando como todo el ángel precioso y hermoso que era, simplemente era perfecto que me quede a contemplarlo por unos minutos más. Los rayos tenues de la iluminación de la ventana, deslumbraba su delicada figura bajo las sábanas como si cada línea fuera tan suave al tocar y quería tocar.

Decidí que sería hora de regresar hasta que escuche movimiento en su cama y algo que me agarro de improviso, fue el dulce aroma que llegó a mis fosas nasales, un maldito y embriagador aroma que hacía que no me moviese ni un milímetro de ese lugar, capturado por la fragancia y despertando cada centímetro de mi cuerpo, reaccionando al instante, "exquisito" decía mi propia voz dando vueltas por mi cabeza.

- Jaehyunnie? Qué haces despierto... -Se puso de pie portando aquel pijama de colores pasteles que le hacía lucir aún más tierno con el cabello despeinado - te caerás, aun debes estar mareado -Se acerco a mí para tomar de mi brazo y guiarme fuera de su habitación -

-No... Quiero quedarme -Dije, aunque mi mente me estaba regañando, mis labios y mis acciones decían otra cosa -

-¿Qué? - El menor de ambos se quedó sorprendido y tardo unos minutos en procesar, al final terminó asintiendo y me guio hasta donde estaba su cama- Ven, hay que dormir juntos como en los viejos tiempos -Dijo con aquella hermosa sonrisa de ángel que solía portar al mismo tiempo en que me abrazo de manera posesiva, frotando su mejilla contra mí brazo-

Y entonces mis manos hablaron por si solas, antes de que pudiera tocar la cama, tome de su rostro para acercarlo al mío y juntar nuestros labios, su cuerpo se tensó al instante mientras abría sus ojos un poco más de lo normal por la sorpresa, intento colocar sus manos en mi pecho para poder apartarme, pero me aferre tanto que le fue imposible y sin querer termino cediendo a mi beso. Entonces aún con los labios unidos me senté en la cama, rodee su cintura con mis brazos y me re coste por completo, cuando hizo la falta de aire me separe de sus labios y aún en la tenue luz de la habitación podía ver el color rosado de sus mejillas "bellísimo, quiero ver más" reclamo mi propia voz, decía que lo necesitaba y yo también lo necesitaba.

Antes de que intentará ponerse de pie hice un movimiento para que quedara de bajo de mí, él colocó sus manos en mi pecho otra vez como guardando distancia mientras lucia sorprendido. Necesitaba verlo más, apreciar cada parte de él, quería verlo por completo y lo haría.

-J-Jae ¿Qué haces? -Preguntó con un cierto temblor en su tono de voz-

-Eso es lo que yo pregunto - De inmediato pude notar su cara de confusión- Tú afán de verte lindo cuando estás frente a mí, cuando me cautivas con esa hermosa sonrisa y esos lindos ojos, cuando me llamas con esa melodiosa voz y esos perfectos movimientos a la hora de caminar ¿Crees que un hombre como yo podría resistirse a eso?

-P-Pero Jaehyunnie tú... -Parecía asustado, sorprendido, confundido, tal vez una mezcla de todo-

-No puedo cuando tu fragancia recorre los pasillos de la casa, incluso tu imagen en mi mente a cada segundo me atormenta de una forma que ni yo mismo entiendo -Agite mi cabeza de un lado a otro cerrando los ojos con algo de fuerza- Cada vez que intento estar con alguien sin querer digo tu nombre, no puedo estar tranquilo, necesito tenerte, tenerte mío solamente.

-¿T-Tenerme? ¿D-De que estás hablando?

-¿Quieres saberlo? -Me acerque un poco más a su rostro tocando ligeramente mis labios con los ajenos-

Él simplemente asintió, aunque el reflejo de miedo se notaba en sus ojos, aun así, asintió con aquella curiosidad como si fuera un niño pequeño, atraído por algún tipo de regalo, mismo que volvió a cautivarme de inmediato. Corte la poca distancia que había nuevamente para besar sus labios esta vez con pasión, llevando una de mis manos tras su nuca, él cerró sus ojos tratando de acoplarse al ritmo del beso con algo de torpeza, terminé haciendo una pequeña mordida en su labio inferior haciendo que gimiera levemente por dolor, un choque eléctrico recorrió mi cuerpo al escucharlo y necesitaba seguirlo escuchando.

Coloque una rodilla en su entrepierna para comenzar a rozar a propósito mientras llenaba de poco a poco su cuello de besos húmedos, escuchando los suspiros de sus labios, su cuerpo se tensaba y relajaba ante algunos toques en su piel cuando cole mis manos por debajo de la parte superior de su pijama hasta llegar a sus pezones, los acaricie y pellizque un poco recibiendo más jadeos y gemidos débiles ¿Qué sería poder escuchar gemidos claros y fuertes de esa boquita? Tenía que averiguarlo lo más pronto posible.

Me deshice de su ropa en un santiamén y su cuerpo tembló un poco ante la brisa de la madrugada, toqué con delicadeza la fina y delgada cintura apreciando su cuerpo como si fuera una bella obra de arte y no era que no lo fuera, era mucho más que eso. Sus labios ligeramente entre abiertos y rozados hacían una perfecta combinación con el color carmesí de sus mejillas y ese brillo en sus ojos que seguían sin desaparecer mismo que aún reflejaba un poco de incertidumbre, pero eso no me detuvo para poder acariciar sus piernas hasta llegar a sus muslos los cuales apreté entre mis manos escuchando más sonidos de sus labios y volver a sentir ese embriagador y dulce aroma que me tentaba más.

Uno, dos, tres dedos fueron suficientes para hacerle gemir de dolor, después de una mezcla de dolor y placer para al final hacerle moverse inquieto en la cama de puro placer y deseando más, pero esos dulces y hermosos labios no se atrevían a decirlo en cambio aquella antigua mirada estaba cargada de lujuria e inocencia ¿Cómo podía ser tan malditamente sexy e inocente al mismo tiempo en una situación así? no lo sabía, pero me volvía loco, era "perfecto".

Introduje mi miembro haciendo que arqueara ligeramente su espalda y mordiera sus labios ante el dolor, pero me las ingenie para hacerlo menos doloroso llevando mi mano a su miembro y comenzando a masturbarlo cosa que le causo mucha sorpresa, no sabía si gemir de dolor o placer nuevamente, pero se estaba dejando llevar por lo dos, un último quejido fue lo que escuche cuando se tomo su tiempo para suspirar y yo comenzar a moverme dentro suyo, la manera en que mi miembro estaba presionado en su interior junto con el lubricante natural era tan exquisita y poco a poco no fui el único que comenzó a disfrutarlo.

La habitación se llenó de gemidos, jadeos y suspiros ahogados entre mis labios y los de Taeyong en besos apasionados, presione de su cintura para mantenerle ante aquel ritmo que habíamos impuesto los dos, aunque él intento llevar mi ritmo, de vez en cuando se desconcentraba y terminábamos contrastando, pero eso solo lo hacía gemir más. Descubrí que aquel niño inocente era demandante cuando lo hacía torturar al llevar un ritmo más tranquilo, el cual no duraba mucho. El sonido de nuestras pieles chocando junto con el chasquido de nuestras lenguas en aquellos besos lujuriosos, se estaba volviendo una melodía preciosa para mis oídos.

Pronto el momento culminante llegó, cuando Taeyong se vino entre nuestros estómagos y segundos después yo en interior, le abrace con fuerza y le refugie entre mis brazos escuchando su respiración agitada, se acurruco lo más que pudo y creí escuchar unas palabras, digo... "creí" porque pronto una película negra paso por mis ojos, el cansancio. 

PROBLEMS - OMEGAVERSE [Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora