Twenty five

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✓10:19am | Hospital | Narrador

"Te he amado desde el primer día que te conocí"

"Te amaré hasta el último de mis días, inclusive hasta el último segundo con mi último suspiro"

Jaehyun estaba mal y con cada día empeoraba su situación.

Octavo día en el hospital, el estado anímico de Jaehyun había descendido tal cual caída por precipio, casi no comía, casi no dormía, se despegaba apenas unos minutos de la camilla de Taeyong y se daba el poco tiempo para poder ver a sus hijos ya que su estado afectaba directamente a los cachorros que lloraban sin cesar hasta que se quedaban dormidos por el cansancio, nuevamente la empresa quedó a cargo de su empleado Doyoung por segunda ocasión. Su piel paso a ser pálida, sin brillo y casi de color azulado, sus cabellos estaban secos, quebrados y opacos, ni que hablar de sus labios y las ojeras debajo de sus ojos, su estado era deplorable.

Debido a que casi no comía, había bajado de peso rápidamente que su clavícula se marcaba con facilidad sin ningún esfuerzo, a pesar de que Ten y Johnny le visitaban seguido para ayudarles un poco, no servía de nada, Jaehyun se encerró en su propio mundo que para él no existía nada más que el joven recostado en la camilla. La preocupación de los familiares incremento, quisieron buscar nuevas formas de animar a Jaehyun a salir un rato del hospital, a tomar aire libre o a salir a comer juntos, pero ninguna de esas ayudaba cuando el joven se negaba a aceptarlas.

Aún recordaba unos días antes como su alma se sentía en un hilo esperando noticias del joven en la sala de espera, aunque ahora no era nada diferente, su alma estaba en un hilo aún, cualquier cosa que le sucediera al omega causaría estragos en la mente de Jaehyun por más mínima que fuera.

Jaehyun tallo suavemente sus ojos por el cansancio mientras observaba a su pareja, la imagen era la misma de todos los días y cada uno de ellos era más gris que el anterior, Jaehyun estaba mandando al carajo a todo lo que había construido con Taeyong, aunque la mitad casi lo había hecho solo desde que el menor decidió dormir sin su consentimiento.

Estiro su mano para acariciar los cabellos del joven con cuidado, debido a lo débil que estaba no podía medir bien su fuerza, por lo que a veces terminaba pasando su mano más de los cabellos y la vista a veces borrosa tampoco ayuda. Suspiro con frustración desviando su mirada hacia la mesa continua donde había un desayuno para él que su propia madre había traído para del comedor del hospital, pero al igual que en ese momento que lo trajo, seguía intacto, se le revolvía el estómago de solo verlo.

"-Debes comer algo cariño"

"-No puedo..."

"-¿Cómo esperas que Taeyong te vea así cuando despierte? ¿Crees que él se sentirá bien de verte de esta manera?"

"-No quiero nada... solo lo quiero a él"

"-Se fuerte mi amor, se fuerte por él, por tus hijos"

"-Mis hijos..."

Cada vez que recordaba a sus pequeños, se sentía más miserable de no poder ser el padre que hubiera deseado para ellos, tan débil y tan cobarde sin la capacidad de poder verlos, aunque sea unos minutos, sabía que los pequeños estaban sufriendo en su ausencia y ni aún así se daba el valor de poder ser un poco más fuerte por ellos.

Sus ojos se cerraron con pesadez y decidió descansar un poco en la orilla de la camilla, la pesadez en su cuerpo le estaba ganando con creces y su mano quedó recostada cerca del pecho ajeno. La frialdad pronto atacó su cuerpo sintiendo tan helado todo a su alrededor como si tratara de pleno invierno, no estaba lejos de ello, pero el aire acondicionado debería bloquear esa sensación.

PROBLEMS - OMEGAVERSE [Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora