Capitulo 12 Refugio en la tormenta.

113 13 0
                                    

El viento gélido les intento arrebatar el poco calor que aun conservaban, el silencio era cada vez más estremecedor, no parecía que hubiese vida ahí y seguramente si solo hubiese ido un misgerdiano daría por sentado que allí no podía haber vida. Pero la primera vez que fueron a ese planeta tampoco les recibieron a pesar de haberse visto la torre de luz. Por esa razón no debían de fiarse y mucho menos ahora porque los gigantes de hielo se volvían más hostiles y peligrosos cuando solo les quedaba un pequeño soplo de vida ó cuando veían a sus compañeros morir. Tomo la mano del pelinegro, dudaba mucho que por si solo se atreviera a dar el primer paso, solo le bastaba ver como apretaba los puños para saber como se sentía. Pero no iba a dejarle solo en ese momento, habían llegado hasta allí y eso ya era una gran prueba de como era Loki sin ningún pesar que atormentara su mente. Era consciente que posiblemente el contrario quisiera volver a Misgard, algo que entendería si se veía sobrepasado por la situación pero haría todo lo que pudiese para hacerle sentir seguro. Teniendo cuidado de no resbalar al salir de la nave y pisar aquella escarcha que cubría el hielo. Andaba directo a donde encontraron por primera vez a los Jotun, era el único sitio que conocía de ese planeta. No dijo nada, no hacían falta las palabras y debían de ahorrar energías pues en bajas temperaturas, estas se consumían antes. Eso sin mencionar que debían de estar alertas por si acaso a esos seres se les ocurría la gran idea de hacerles una emboscada y así poder vengarse de la última vez.

Su cuerpo se había quedado petrificado al bajar la compuerta y ver ese paraje helado, pensó que sería más fácil una vez llegasen ahí pero... no fue así. Se sentía avergonzado como guerrero aunque nunca le gusto pelear, siempre prefirió leer un buen libro e ir adquiriendo conocimientos. En ese viento juraría que traía murmuros de almas perdidas, logrando que su cuerpo no se moviera a pesar de estar insistiendo en ello. El doctor Banner le advirtió de esa posible reacción cuando estaban en la cabaña, su pasado podía bloquearle pero no tenía que angustiarse ni sentirse mal por ello, solo debía centrarse en respirar y seguir adelante. Apretó sus puños con fuerza al mismo tiempo que respiraba profundamente, intentaba que su cuerpo reaccionara pero su paciencia estaba llegando al limite cuando sintió la mano de Thor. Una leve sonrisa se dibujo en sus labios, cualquiera podría pensar que este le leyó el pensamiento y que estaba pidiendo algo de ayuda para salir de ese trance. La mano de su hermano era áspera pero eso no le disgustaba, también era cálida y le hacía sentirse seguro. Puede que el dios del trueno no dijera nada pero en su corazón pudo escuchar como le decía "Vamos, Loki. Estoy a tu lado." Unas palabras que le motivaron a andar y seguirlo como cuando eran pequeños. Su mirada estaba fija en el horizonte, debían de encontrarlos antes de que fuera demasiado tarde, pensó recurrir a la magia pero incluso él tenia sus limites y tras ese hechizo de teletransportación necesitaba recuperar energías. Debían de ser cautelosos y conservar la poca que le quedaba, no solo para mantener ese color de piel sino que también por si se veían sorprendidos por alguna bestia moribunda.

–¡Thor! No veo a nadie.– Dijo Loki intentando ponerse al lado de su hermano aunque ese viento se lo estaba complicando.

Jadeaba con levedad tras detenerse unos segundos para que así el contrario le alcanzara. Unos segundos que aprovecho para mirar a su alrededor.– Yo tampoco pero sigamos buscando, a lo mejor se guarecieron de este viento. ¿No puedes oírles como en Misgard o usar tu magia?–

–¿Eres idiota?Si usó mi magia no podre ayudarte si algo nos ataca o curarles si les encontramos.– Hablando con seriedad y con algo de arrogancia como solía hacer antes pero se quedo callado durante unos breves segundos.– No oigo nada...¿Crees que hemos llegado tarde?...–

Ya parecía que volvía a ser el mismo cuando noto en esas ultimas palabras la preocupación y en la voz se reflejaba la preocupación.– No nos rindamos, Loki. Recuerda la primera vez que estuvimos aquí, se esperaron hasta el ultimo momento y luego les dimos una buena paliza.– Riendo levemente poniéndose en marcha de nuevo.

La fiebre de los gigantes de hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora