Capitulo 14 Una antigua historia y profecía.

57 6 2
                                    

      Mantenía un sueño profundo ajeno a las presencias que se iban acercando al templo en medio de aquella tormenta, la cual lentamente iba amainando. Su cuerpo se sentía agotado e incluso adolorido, además sentía como si su energía mística estuviera siendo expulsada más de lo normal de su cuerpo. Mantener su piel sin mostrar la de color azul no le consumía nada de esa energía, toda su vida estuvo ocultándolo de una manera inconsciente. Sin embargo, decidió ignorar esa sensación, seguramente solo se encontraba cansado tras ese acto de amor que tuvo con su her... con Thor. Busco el fornido cuerpo del asgardiano para así poder acurrucarse, pero solo las mantas con el pelaje de animales fue lo que obtuvo en su búsqueda. Fue abriendo los parpados de manera lenta y pesada, intentando avisar al dios del trueno ¿Acaso se habría ido a por algo de comida? Porque si ese era el caso, estaba más que seguro que no traería nada y si lograba encontrar algo dudaba mucho que fuera comestible. Respirando profundamente para expulsar aquel aire fresco que inhalo en forma de un bostezo. Había terminado acostado boca arriba mirando aquel odioso techo de hielo, quería irse de ese planeta ¿En qué momento pensó que sería buena idea ayudar a esos mal nacidos? Debió hacer caso al ojiceleste y no haberse ido de Midgard, además parecía que alguno de los vengadores confiaba en él. Suspirando pesadamente, siempre tomaba malas decisiones o así era como se sentía en esos momentos. Las preguntas no tardaron en ir y venir a su cabeza a medida que veía ese templo, ¿Fue de aquí de donde lo rapto Odín? ¿Fue esto su plan desde el principio? ¿Unirlos para que ambas razas tuvieran la paz? Apoyándose el brazo en sus ojos, quería olvidarse de todas esas inútiles preguntas que no dejaban de inundarle la mente. Nada del pasado importaba ya, ahora iba a tener una nueva vida junto a Thor, pero... ¿Que pasaría cuando volvieran a Midgard? Iba a tener que solucionar las cosas y pedir disculpas, si era necesario incluso esta vez aceptaría el castigo que s ele otorgase. Únicamente quería ayudar porque, aunque los odiase a muerte, aquella noche que estuvo enfermo y pudo ver el Valhala, más concretamente a su madre, algo dentro de él cambio. Su madre, aunque no fuera la de sangre, siempre le cuido como a uno más, muy diferente de su "padre" Odín. Y verla de nuevo, fue lo que su corazón necesitaba para darse cuenta de todo. Además ahora Thor sabia toda la verdad, lo que le hizo Thanos cuando estuvo preso bajo su mandato, los planes de su padre...Aun así le entristecía que aquella midgerdiana dejara pasar la oportunidad de oro de su vida, y no porque el dios del trueno fuera el legítimo rey de Asgard, sino porque era el tipo de hombre que protegía a toda costa todo aquello que quería y nunca seria alguien infiel por mucho que las damas intentaran cortejarlo. Esos pensamientos de ver a su hermano negando a todas las chicas le hizo sacar una sonrisa divertida. Pero notaba como su cuerpo aún se quejaba con levedad, mas no tardo en escuchar el peculiar sonido del martillo del contrario girando a toda velocidad, lo cual era imposible porque lo dejo en Asgard cuando...le eligió, pero entonces... ¿Acaso...había cambiado de opinión? ¿Iba a volver a entregarlo a Odín? ¿Tan solo quería acostar...?

− ¡MARCHAROS DE AQUÍ! ¡NO DUDARE EN MATAROS SI OS ACERCAIS MÁS! –

El grito del asgardiano inundo todo el templo, resonando en cada uno de los rincones, haciendo que se levantara de golpe el dios de las travesuras y el engaño, ignorando aquel dolor que hacía escasos segundos aun sentía con levedad. Había comenzado a temer lo peor, seguramente los Jotuns no se tomaron nada bien que profanaran su lugar sagrado, y esperaba que no se enterasen de lo que habían hecho ahí, sino seguramente ni si quiera podrían tener una oportunidad de salir airosos. Intentaba reunir una buena cantidad de energía mística para lanzar un hechizo que les permitiera el ocultarse e irse a la nave lo antes posible. Aunque una vez llegaran al vehículo iba a tener que gastar lo poco que le quedaba, mas debía proteger a su... ¿Pareja? Suspirando nuevamente, le debía tanto a Thor...tenía que protegerlo, tenía que lograrlo, pero ¡Su maldita magia estaba siendo consumida por algo! Había usado algo de magia para vestirse y hacer desaparecer todo lo que creo. Mas su desesperación no hacía más que incrementar, no lograba reunir la energía necesaria para poder realizar la ilusión... ¿Tan inútil era? Comenzando a maldecirse a sí mismo y a pesar de no tener suficiente poder, tenía que intentarlo. Los gritos y gruñidos del ojiceleste seguían escuchándose claramente. Fue en ese momento de desesperación cuando un pequeño brillo resurgió logrando captar su atención.

- ¿Una flor de hielo? -Se pregunto Loki a si mismo mientras se acercaba y tomaba entre sus manos esa creación.

La fiebre de los gigantes de hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora