En nueve Años.

27 de Junio del 2010

- ¡ya nació! Es una hermosa niña, señor Dario ¿quiere cargar a su hija?- dijo la partera cargando la linda niña.
- sí, sí quiero... es preciosa- la sostuvo en sus brazos por un momento- ¿quieres verla Sofía?- dijo acercando la bebé a su esposa.
- señora, si quiere puede cargarla, es muy bella- dijo la partera con voz temerosa.
- no, no quiero. Para que querría tenerla, me ha hecho sufrir mucho hasta ahora... además yo quería un varón, no una frágil niña- Dijo Sofía con despresio y virando la cara al frente.
La partera salió junto con Darío y la pequeña niña de la sala de partos guiandolo a la habitación donde ponían a los bebés recién nacidos. La dejaron ahí para que pudiese ser atendida y revisar de qué no tenga una anomalía.
-Dario, ve a casa a descansar. Han sido días pesados para ti, yo cuidaré de tu esposa e hija... no te preocupes- dijo mientras quitaba la bebé de los brazos de su padre.
-Está bien, gracias por esto Samy. Cuida bien de ella hermana, cuida bien de la bebé mientras no estoy, vendré mañana lo más temprano posible- dijo Darío después de darle un beso en la frente a su bebé y hermana, retirándose de la habitación.

Al llegar a casa Dario se dispuso a dormir. Ya acostado en su cama escucha su celular sonar, agarra el móvil y lee el nombre de su hermana.
-¿Qué sucede Samy, le paso algo a la bebé?- dijo Dario asustado.
-No, no es la nena... fui a ver a Sofía como estaba después que te fueras- dijo Samy quedándose callada.
-¿De qué hablas, se clara? No entiendo lo que dices.
- Sofía, Sofía no está. La habitación está vacía- dijo su hermana entre lágrimas.
-¡¿Qué?! Tranquila Samy, iré para allá enseguida. Mantén a la bebé contigo... estaré allá en unos minutos.
Dario colgó la llamada, agarró sus cosas y fue donde su hermana. No sabía con lo que se encontraría.