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—Ahhhh... agg..si Kacchan... ahí...aaaaaahhh —gemía Izuku con fuerza y placer, doblando su espalda
—Ngg ... me estas apretando de más, estas delicioso, Izuku— gruñía Katsuki.
Las embestidas seguían, rápidas y con fuerza, haciendo enloquecer al pecoso.
Lo tenia arrinconado contra la cama, en cuatro y gimiendo su nombre.
—Nggg...Kacchan.. ya, ya... mi limite.
— Si hazlo, vente, vente.
—Ahhhh... nng— Izuku tuvo un fuerte orgasmo y se vino en las sabanas.
Después de eso Katsuki se separó
—Que buena utilidad tiene ese culo tuyo, te mueves como una perra. Si que me serviste por estos 6 añoso, pero yo me voy a casar con alguien, que me llevara a la cima como quiero es mucho mejor que tu, alguien que vale más que tú. ADIOS IZUKU.
—No, ¡¡KACCHAN NO ME DEJES NO, NO, NO!!
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—No, no, no— murmuraba entre sueños.
— Izuku, cariño despierta, amor — movía con fuerza a su pequeño al verlo llorar y gritar entre sueños
— ¡¡IZUKU!!— Grito Eijiro.
Se levanto con el grito, se asustó y de inmediato recordó el sueño; lloró a mares al recordarlo sus lagrimas fluían por el pecho descubierto de Eijiro.
—Aun tienes esas pesadillas, cariño— le dijo con preocupación
—Son horribles, cada vez son peores.
Ver llorar a su pequeña gema era lo mas horrible que le podía pasar a Eijiro, en cada pesadilla se sentía desfallecer y que un pedazo de su alma lo dejaba.
El motivo: Izuku descubrió en las noticias, que Bakugo se casaría, ya era casi medio año desde que se entero y ahí comenzaron sus pesadillas.
Eijiro por el amor que le profesaba a Izuku lo seguiría soportando, le había hecho una promesa.
