♚ She Is Not a Groupie ♚

♚1- Vacaciones♚

Finalmente han llegado las vacaciones, Samantha y Audrey ya no irán a clases, tienen todo el tiempo para estar juntas otra vez. Como cualquier día, Samantha coloca su vinilo de "Sheer Heart Attack" ,siempre lo coloca donde empieza Killer Queen.  Audrey y Samantha se tumban en la cama.

-Con esa canción me acuerdo cuando los esperamos afuera de la BBC- suspiró Samantha.

-¿Esperamos? tú eras la única que quería esperarlos. Digo, a mi también me encantan sus canciones, pero te recuerdo que yo solo iba de chaperón- dijo Audrey arqueando una ceja mientras jugaba con sus dedos.

-Pues... sí, en efecto siempre vas de compañía, pero créeme que no me arrepiento ni un poco de aquel pequeño encuentro con Roger-.

-¿Roger? ¿El baterista?-.

-Sí, él mismo. Te puedo decir que besa... como nadie- respondió Samantha mientras coloca su mano en su pecho acompañando el gesto con un suspiro.

Audrey colocó un leve gesto de desagrado, a pesar de que quería mucho a su prima, pues desde que viven en Cambridge, es su única compañía; el resto de la familia estaba en Londres. Vivir con ella le había ayudado a entenderla, sin embargo, aún sentía la incógnita de... ¿Por qué acosaba a la banda? ¿Qué ganaba con eso?, además de que... Roger Taylor también es el favorito de Audrey.

-Deberías intentarlo con Brian,  ambos tienen mucho en común ¿Lo sabías?- sugirió Samantha.

-Sam, no lo haré por más que yo estudie lo mismo que él- bufó Audrey mientras rodaba los ojos.

La canción se vio interrumpida por el teléfono que empezó a sonar descaradamente. Samantha  con flojera se levantó de la cama para contestar el teléfono. Audrey solo observaba y oía a Samantha, parecía cada vez más animada por lo que le decían. Samantha colgó el teléfono y se volteó a ver a Audrey como si quisiera gritar.

-¿Te encuentras bien? ¿Quién era?- preguntó Audrey con emoción sentándose en la cama.

-Iremos a Long Beach, al hotel de mi papá ¡Y... de vacaciones!- exclamó Samantha.

Audrey pegó un brinco hasta donde estaba Samantha, ambas brincaron y gritaron de la emoción mientras estaban tomadas de la mano. Samantha dejó de brincar, respiró hondo y paró a Audrey.

-Querida, esta no es la mejor parte- dijo Samantha.

-¿Pues qué más te dijo mi tío?-.

-No sé como te tomarás esto y tal vez estés cansada precisamente de eso pero... Queen también se hospedará en el mismo hotel que nosotras, incluso en el mismo piso ¡A unas puertas de distancia!-.

Audrey borró su gesto de emoción y colocó un evidente gesto de enojo -¿Iremos a Long Beach solo por ellos?-.

-No, no, no. Primero, papá me dijo que nos fueramos a Long Beach de vacaciones en su hotel, que nuestros cuartos son los más caros y lujosos, descansaremos del frío por un buen tiempo y que nuestros cuartos son tan  exclusivos que la banda también estará en la misma sección que nosotras-.

-Si nos topamos con ellos, por favor contrólate. Y a todo esto ¿Cuándo nos iremos? ¿Ya tenemos los vuelos? ¿Ya tenemos los boletos de tren para Londres?-.

-No te prometo nada... pero respecto a lo otro, tenemos que irnos a las nueve, o sea en tres horas a la estación, el vuelo despega a las once y media  y llegaremos a California... mañana-.

-¿Tres horas? Empaca lo que puedas-.

Las chicas salieron corriendo a agarrar ropa adecuada y a sacar maletas. El armario de ambas sufrió una avalancha de ropa provocado por ellas, entre trajes de baño, shorts, playeras y todo para el cálido clima de California, completamente lo opuesto a lo que están acostumbradas en Inglaterra. 

Entre cosmetiqueras, toallas y cosas extras que la gente lleva para vacaciones, Audrey y Samantha eran unos bólidos de tan rápido que estaban empacando las cosas, hasta que ya no cabía algo más en sus maletas pararon. 

-Sabes, conociéndome... me dormiré en todo el camino, del tren hasta el aeropuerto y del aeropuerto hasta California, y del autobús hasta Long Beach, así que si no te molesta, me iré en pijama-.

-¿En pijama? ¿En serio en pijama?- pregunta Samantha riéndose para luego aventarle un osito de peluche a Audrey en la cara.

-¿Qué tiene? Sabes que así es cuando viajamos. Me cambiaré y además... falta muy poco para irnos, nos queda media hora-.

-¿Media hora? ¡Apúrate a ponerte tu pijama!-.

Audrey tomó una de sus pijamas y se metió al baño. Ahí se quedó viendo su cara en el espejo, sus pecas esta vez se notaban más, por sus mente pasaba la pregunta ¿A Roger le gustarían sus pecas? o al menos ¿Se los topará? y si es así ¿La voltearía a ver?.