diez

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"¡Demonios!".

—Tae, ¿no crees qué estas trabajando muy duro? —Preguntó Baek, un compañero de trabajo. —Es decir, las ventas están mucho más elevadas desde que trabajas aquí, pero también necesitas un descanso. —Le dijo el mismo persiguiendo a Taehyung por toda la tienda, mientras que éste buscaba algo más que limpiar. Sí, en su hora de descanso.

—Si, lo sé, ¿pero quién arreglará la tienda? Recuerda que la chica de limpieza esta en descanso. —Dijo mientras que con su trapito limpiaba un estante con algo de polvo, sin mirar a Baek, que seguía detrás de él.

—Sí Tae, pero aunque este en descanso ella vendrá luego a limpiar.— Insistió. —Deberías de tomar vacaciones, estás algo estresado últimamente.

—Sí lo hago, ¿me dejarás limpiar todo lo que yo quiera cuándo regrese?

—Puede ser, pero— No termino su oración pues Taehyung se apresuro a hablar.

—Esta bien, solamente terminaré este día y hablare con el jefe y ten por seguro que le pediré unas buenas semanas de vacaciones al jefe.


Desde esa pequeña pelea en la empresa, la buena racha de Jungkook iba en declive. Estaba a nada de ser despedido de su trabajo gracias a un idiota de nombre Kihyun, que hace un tiempo le ha estado agrediendo, no era como si esto le molestará pero evidentemente el tipo tenía una obsesión con ver a un Jeongguk enojado.

Hoy, perdió totalmente los estribos y luego de una discusión sin golpes, pero sí insultos para Kihyun y su jefe termino siendo despedido. Todo gracias a Kihyun.

De nuevo sus conflictos eran causados por el robo de fotografías, sin embargo esta vez el robo fue descarado ya que incluso las fotografías contaban con su sello personal y aún así su jefe se puso del lado contrario, defendiendo a capa y espada a Kihyun, éste solamente se burlaba de su supuesta mediocridad sobre tomar fotos, y vaya que eso le hizo enojar.

Ahora caminaba cabizbajo hasta su hogar, silencioso y frío hogar. Cuando llegó a su bonito apartamento encontró al dueño tocando su puerta con impaciencia. 

—Buen día señor Gong, es una sorpresa tenerlo por aquí. ¿Qué se le ofrece?— Al parecer la voz de Jungkook tomo por sorpresa al dueño por que éste se sobresalto.

—¡Oh! Joven Jungkook, sí es un gusto volver a verlo. Sólo pasaba por aquí para avisar que el pago de este mes que tenía que depositar la siguiente semana ha cambiado, y la renta ha aumentado doce mil wones, eso era todo. Vine personalmente para evitar malentendidos, y como siempre lo haz hecho espero que cumplas con el pago de forma puntual. Que tengas un buen día.— El señor Gong hablo despacio para darse a entender y se retiró de igual manera, al pasar golpeo un poco el hombro de Jungkook, sin intenciones de lastimar.

—¡Demonios!— Gritó Kook, asegurándose de que el volumen de su voz fuera lo suficientemente alto como para que le señor Gong le escuchara. Quería golpear algo o alguien para sacar toda la furia contenida en los últimos días.

Hombre desempleado y con deudas hasta el cuello. 

Entró a su departamento para evitar hacer un desfiguro a mitad de pasillo. Estando dentro sintió un frío calar sus huesos de forma cruel, suspiro al momento de cerrar las ventanas, luego camino hasta la cocina para siquiera hacer un poco de café instantáneo.

Mientras el agua se calentaba, Jeongguk quitaba todas las prendas de su cuerpo, el frío aún más presente que antes. Abrió las llaves de la regadera por igual hasta mediar su agua y tenerla caliente. Paso la esponja por todo su cuerpo, fijando más su atención en los nudos que había en su ancha espalda, dejando suaves masajes. Salió poco tiempo después ya seco y con ropa para dormir puesta.

Preparó su café amargo; justo como se sentía. Además de eso, de esa amargura, estaba frío. Sin calor, sin amor como solía estarlo. Se sentía solo, aunque no quisiera aceptarlo. Era como vivir sin hacerlo.

Pensó durante varias horas de la noche. Pensó en que debería buscar otro trabajo, cambiarse de departamento, dejar de comer de esa manera—ya que hace unos días tuvo un fuerte dolor de estómago al comer en la calle—, pensó en que necesitaba un compañero.

Y pensó en regresar con Taehyung, deseaba la sensación de seguridad que éste le generaba. Necesitaba su calor, su vida, su presencia para sentirse lleno de nuevo.

Se convenció a sí mismo de que Taehyung aún estaría esperando, seguramente éste le perdonaria, seguramente éste aún no tiene pareja.

Seguramente...

¡𝐏𝐚𝐫𝐤, 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora