La corona

230 22 26
                                    

La mañana del segundo día.


Era un bello día en la casa de nuestro prro favorito, y el mismo sol que despertó minutos atrás a Trolli había hecho el favor a Mike de despertarle... Y tal vez no solo eso.

Mike salió de su caseta y echó un vistazo a la casa, sólo para encontrarse con que no había nadie, Trolli no había vuelto, así que, decidido, salió a buscar a Trolli.
La verdad, no es que a Mike le preocupara mucho lo que le pasara a Trolli, el se podía cuidar solo, pero no tenía mucho que hacer así que no perdía nada en buscarlo. (Y aunque no quisiera admitirlo, lo extrañaría tarde o temprano).

Mike supo que el iría a la casa de Timba, ¿porque? porque [porque así lo decreta la autora.] era quien vivía más cerca, así que sin dudar un segundo, se fué rápidamente a la casa de Timba. Al llegar, lo primero que hizo fué tocar la puerta; vió como se abría lentamente mientras revelaba a un peli-azul desaliñado, de ojos rojos y levemente hinchados, envuelto en una cobija, y con una expresión que gritaba "acabo de ser arrollado por un robot láser gigante y si te atreves a molestarme..." La idea ni siquiera terminó de desarrollarse en la creativa mente de Mike antes de que Timba comenzara a hablar.

Ti- ayer Trolli y ¿hoy tu?- murmuró aún adormilado, su voz ronca de recién haber despertado no ayudaba a su imagen, y se percibía la molestia de estar despierto.

Aún así, conociendo bien a su amigo, le restó importancia saliendo de su propio trance, y volviendo a su habitual energía.

M)- ¡Lo sabía! ¡Trolli está aquí! ¡sal de ahí, cobarde!- y entró corriendo, rompiendo y destrozando todo a su paso; desenvainando su espada de diamante y atravesando una almohada para luego mordisquearla en el suelo.

Timba lo observó de lejos, pero no hizo nada, estaba cansado y se estaba esforzando como nunca.

Ti)- El ya no está aquí, y me debes una almohada.

M)- ¿Qué? entonces ¿dónde está?

Ti)- No lo se, pero...

M)- Ese hijo de-

Ti)- ¡ehhh! ¡que nos ven niños! [no, nos leen fujoshis]

M)- bueno, ya que, voy a buscarlo a otra parte

Timba se dirigió a su cama y se acurrucó para dormir.
Mike estaba a punto de irse de ahí, pero Timba se resistió un poco al sueño solo para alcanzar a decirle...

Ti)- por cierto, dejó su corona- dijo señalando su buró en el cual se encontraba la corona de Trolli, para después dormir.

Mike tomó la corona, y salió de ahí directo a intentar seguir el rastro de Trolli, porque si, su olfato no solo servía para encontrar diamantito y chocolate; también servia para cosas "importantes".

M)- y entonces ¿dónde más puede estar? -lo pensó unos segundos y entonces encontró el rastro.- ¡con que ahí estabas perro! - dispuesto a encontrarlo antes del anochecer e impulsado por su instinto, siguió el camino que le marcaba el rastro de Trolli.

------------------------------------
Notas de autor:

1.- esta es mi primer historia, así que es posible que haya muchos errores (tanto como de continuidad cómo ortográficos y de redacción)

3.- soy algo perfeccionista, y si la historia no me gusta la voy a quitar (no se preocupen, esto no implica que la valla a borrar, solo que voy a anular su publicación y voy a corregir)

4.- soy muy distraída, y ya he olvidado la existencia de esto varias veces.

Dicho esto, me despido.

[FANFIC] YA APRENDERÁS  (Mikellino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora