Te Creo, Luce. [Nalu]

[Prólogo]

—¡Debe decirnos donde se encuentra Lucy Heartfilia, maestro Makarov! ¡Debemos llevarla ante la justicia!

Lucy, quien se encontraba oculta en la barra del gremio, escuchana todo. Mirajane atendía a la gente para pasar desapercibidos, mientras su hermana menor Lisanna consolaba a la rubia.

—Les repito que no sabemos dónde se encuentra. Si llegamos a encontrarla la entregaremos como debe ser -respondió el anciano.

Insatisfechos, los miembros del consejo que acudieron a Fairy Tail se marchaban. Cuando eso ocurrió, Lucy por fin pudo salir de su escondite.

—Maestro — comenzó la maga de espíritus estelares — ¿Qué haré ahora? No hay lugar donde pueda ir sin que me arresten por algo que no hice.

—Hija mía, todos aquí te creemos, así que debemos buscar la solución.

Lucy regresó a la mesa donde siempre se encontraba el equipo Natsu, donde la recibían con abrazos y mensajes de apoyo.

Y así es como iba transcurriendo el día. Todo el gremio intentaba reanimar a la rubia. En especial un pelirosa de ojos color jade, quien después de la misión de cien años por fin había decidido confesarle a la rubia sus sentimientos. Aunque no fuesen correspondidos.

Pero las circunstancias no ameritaban aquello.

Repasemos la situación. Un tiempo ya había pasado después de esa última gran aventura que fue sellar a los dragones y la batalla contra la maga Touka. Después de eso, muchos ya habían madurado.

Gray Fullbuster, inclusive con su corazón de hielo, asumió lo que sentía por una maga de agua y la correspondió. Ahora compartían una linda relación.

Lo que escuchó Lucy hace un tiempo era verdad. Gajeel y Levy trajeron alegría al gremio al agrandar la familia. Su retoño había nacido.

Erza decidió luchar por quien antaño fue amigo, luego enemigo y ahora que lo quería. Y, aunque era difícil puesto que el trabajo de Jellal Fernándes de proteger el reino no era sencillo, si decidieron llevar una linda relación entre ellos dos.

Y así muchos en el gremio más fuerte de Fiore encontraban el amor. No todos por supuesto, pero de a poco el muérdago se posaba sobre la cabeza de las parejas para hacerles encontrar el amor.

Por muy poco ese muérdago hacía que Natsu Dragneel dijera las palabras más importantes de su vida.
Pero ese muérdago no se posaría sobre ellos lo menos en un tiempo.

Y sin embargo, los pensamientos de todos en el edificio fueron interrumpidos por un megáfono y solados que se posaban por el otro lado de la entrada del gremio.

—Fairy Tail. Esta es la última oportunidad. Entreguen a Lucy Heartfilia o tendremos que entrar a buscarla a la fuerza. Tienen quince minutos.

..

—Maestro, debo irme. No deben correr peligro por mí.

—Lucy, no puedes irte sola. Te atraparán tarde o temprano.

Las lágrimas caían por las mejillas de la rubia al momento que un pelirrosa llegaba a la escena

—Yo iré contigo Lucy.
—No puedes Natsu, no es seguro.
—Lucy, debo hacerlo, aunque me encierren contigo— el Dragon Slayer le tomó la mano a la maga de espíritus. — Todos aquí te creemos Lucy, nunca serías capaz de hacer algo así.

Ese momento fue interrumpido por la alerta de la maga de armaduras.

—Rápido Natsu, vete con ella, ya vienen —ordenó Erza Scarlet.

El solamente asintió y le tomó la mano a la rubia para escapar de aquel lugar por una de las ventanas traseras del gremio.

A medida que se alejaban, Lucy veía cada vez más distante ese gremio que era su familia. Sus lágrimas nuevamente se asomaron por su rostro. Pero la determinación la recorrió, y junto al pelirrosa que, ella entendió que quería hace mucho tiempo, se marcharon.

. . .

Próximamente CAPÍTULO UNO.
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