El extraño familiar de una joven maga (RiLen)

Prólogo

Una niña pelirroja se hallaba en mitad de un bosque, lo último que recordaba era el estar junto a sus padres en su casa. Aquel lugar le parecía tenebroso, pues la poca luz que había jugaba con las sombras dándole un aire más tétrico.

—When we grow apart, it's destiny it's just how it was  supposed to be- empezó a cantar entre tartamudeos una triste canción que solía cantar su madre mientas tocaba el piano —.But i
know that i'm not strong enough to accept that so easily— decidió crear pequeños fuegos fatuos que le acompañarán en el camino.

Siguió cantando esa triste canción mientras intentaba no llorar, los pequeños fuegos le hacían sentir más seguridad.

—Back to that time, that summer day when I fell in love with you— tras repetir la triste canción varias veces y manteniendo la vista en la luz que un ángel le brindaba al final del oscuro sendero le daba la suficiente valentía para no temblar al cantar.

—When we draw near each other, its destiny too— siguió cantando con más fuerza para que aquel ángel iluminará su camino con más intensidad.

Más un pequeño tropiezo de sus pies hizo que toda la valentía que había recibido se fuera con un raspón en sus rodillas, la pequeña niña se comportó como tal empezando a llorar desconsoladamente. Aquel ángel de luz al escuchar el llanto desconsolador se acercó a ella.

—¿Por qué lloras?— el ser de luz preguntó con una suave y fina voz.  La niña de fuego siguió llorando con fuerza, liberando aquel miedo en su interior —.¿Te has hecho pupa?— volvió a preguntar, recibiendo la misma respuesta .—E-ey n-no llores...— aquel pequeño ángel de luz no pudo evitar el derrame de lágrimas y el llanto de la niña le desconsolada y por consecuencia de la tristeza que desbordaba la niña de fuego se puso a llorar también.

—¿Por qué lloras?— dijo la niña al escuchar el llanto proveniente del ser de luz.

—Porque tú llorabas y me puse triste— al mirar mejor al ser de luz, no parecía mayor que ella, es más aquel ángel parecía de su edad —.¿Y tú por qué lloras?— dijo entre sollozos. Los ojos celestes de la niña de cabellos rojizos parecieron apagarse con las lágrimas de sus ojos, convirtiéndose en un bello gris.

—No encuentro a mí mamá ni a mi papá y no se dónde estoy— explicó derramando lágrimas.

—No llores más, mañana buscaremos a tus papás. Hoy vente a mi casa, seguro que a mamá no le importa— el ser de luz se levantó y agarró la mano de la otra niña, para levantarla.

—Ángel, me llamo Hope— se presentó, la de cabellos rojizos.

—Yo no me llamó Ángel, me llamo Rin.

—Te llamo ángel, porque eres un ángel— decía la niña, mientras caminaban a casa de la de cabellos dorados.

—Yo no soy un ángel, soy una maga— explicó.

Había pasado bastante tiempo desde que ambas niñas se conocieron y por desgracia, la niña de fuego seguía sin sus padres. Nadie la pudo reconocer, a pesar de haber contado como se llaman sus padres y como eran.

Le parecía muy raro que nadie los conociera, pues había ido a muchos lugares con su madre y aunque estuvieran muy lejos de casa la conocían.