Capítulo 9

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Entre a mi departamento y me encontré con Ian sentado en el sofá.

–Mi amor, ¿dónde has estado? –me cuestionó, por más que quería sonar lindo había algo en el aire que se llamaba tensión.

–Tuve sesión fotográfica.

–Anoche quedaste de ir a desayunar conmigo, y cuando vine por ti, no estabas –puso una cara "triste" era obvio que solo estaba advirtiéndome una cosa.

–Cuando me hablaste estabas ebrio y creí que se te olvidaría y aparte querrías descansar –empezaba a hablar nerviosamente.

–Mi amor, no, ayer no estaba ebrio –se paró del sofá y fue hacia mí y me tomo del mentón y me hizo verlo a los ojos–, bueno, a decir verdad, creo que sí, pero solo un poco.

–Lo. Lo. Lo ves.

–Solo por eso te perdono –me empujó mi rostro soltando mi mentón, comenzaba a sentir un nudo en mi garganta y comenzaba a ver borroso por las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.

–Oh cariño, no llores, no te haré nada si tú me das algo.

Solté el llanto cuando lo sentí rodearme con un abrazo. –¿Qué quieres?

–Creó que sabes que es –su mano comenzaba a bajar por mi espalda hasta llegar a mi culo–,  lo que quiero, bebe Lee –me palmeó fuerte.

–Pero quedé con. Con las. Las chicas de. Salir –mi voz se debilitaba más y más.

–Es rápido cariño, vamos.

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Todo fue tan rápido y frío. Lo odiaba. Odia a Ian. Summer y Ana tenían razón, tenía que acabar con esto.

Ian terminaba de vestirse era ahora o nunca.

–¿Ian?

–¿Qué?–su voz fría se sentía como una cachetada cada vez que hablaba.

–Espero que lo hayas disfrutado

Replico con la boca. –Bastante.

–Mmh que bueno, porque ha sido lo ultimo.

Dejo de moverse.–¿Cómo que lo último?

–Sí, Ian, lo nuestro. Lo nuestro se. Acabo.

–¿Qué mierda dices, ________________ Lee?

–Ya me has oído, se acabó. Estoy harta de que me trates como tú quieras.

–Eres mi novia, para eso estas.

–No Ian, soy una mujer, y las mujeres merecemos respeto y solo porque sea tu novia no significa que sea tu pobre sumisa.

–Escúchame Lee, tu no vas a venir a decir como tengo que ser contigo, ¿entiendes?

–No, ya no porque ya no. Soy. Tú. Novia. Ahora vete de mi departamento o te juro que llamo a la policía.

Tomó su chaqueta y salió furioso del departamento azotando la puerta.

Y todo empezó a cambiar drásticamente, me tumbé en mi cama y respire hondo, me sentía. Libre. Tranquila.

Creó que todos tenían razón sobre Ian, solo era una molestia y no, yo no lo amaba.

Me cambié la ropa y tomé mis cosas para salir y verme donde las chicas.

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-Vaya te dignas a llegar –me saludó Summer.

-Creímos que ya no vendrías–habló Ana.

Me senté en la silla que sobraba de la mesa que habían tomado. –Terminé con Ian.

–Jodeme, ¿estás de broma _______________?–exclamó Summer.

Noup. Lo terminé hace un rato, por eso tarde tanto.

–Pues brindemos por tu nuevo comienzo ____________________ –levantó su copa Ana.

–Me parece perfecto, mesero me trae algo de vino por favor.

–Enseguida señorita.

El mesero no tardó absolutamente nada.

–Bien, brindemos.

–Por una nueva y mejorada ________________ Lee–completó Summer.

–Salud–grité.

–Y amén –exclamó Ana.

Las tres empezamos a reír y decidimos que era hora de ir a comprar.

Entramos a muchísimas tiendas y compramos de todo, gafas de sol, bikinis, sombreros de sol, vestidos, blusas, zapatos.

Nos la pasamos de puta madre, nos fuimos a comer algo que normalmente no comemos, hamburguesas.

–¿Están seguras de esto? –Ana nos miraba insegura.

–Las reglas se hicieron para romperse, mi querida Ana –le aseguré.

–Bueno, las tres al mismo tiempo –habló Summer.

–Bien, uno –inició Ana.

-Dos –continúe yo.

-Tres, ahora–gritó Summer.

Las tres le dimos una gran mordida a nuestras hamburguesas y Dios mío, sabían muchísimo mejor a como se ven.

Carajo, ¿por qué nunca las habíamos comido?–les pregunté, saboreando el sabor del bocado.

–Porque va en contra del maldito protocolo de modelos–habló con la boca llena Summer.

–Al demonio ese protocolo–habló Ana seguido de otro bocado a su hamburguesa.

–¿Y si pedimos un refresco de cola pero normal?

–Son muchas calorías.

–Summer, una vez al año no hace daño.

–Pues yo si me lo tomo–alzó su voz Ana.

–Muy bien Ana.

–Está bien, está bien, tomemos refresco de cola normal.

Las tres pedimos Coca-Cola normal, esto era la gloria, nunca antes había comido tanto y de este tipo de comida.

Cuando dieron las ocho de la noche decidimos irnos para descansar, el día de mañana no habría sesión pero decidimos ir al GYM para quitar las calorías que hoy habíamos ingerido.

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Llegué a mi departamento bastante cansada, la verdad me dolía el estómago de tanta risa que tuvimos y creo que también por comer tanto.

Me puse mi pijama, cepillé mis dientes y me metí en las cobijas para descansar por fin, había sido un gran y perfecto día, de verdad.

Empezaba a sentir mis parpados pesados y creí que iba a caer dormida pero los golpes en mi ventana no me dejaban dormir.

Decidí ir a ver que golpeaba mi ventana y fue mi gran sorpresa verlo ahí lanzando piedras a mi ventana.

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lo sé, lo sé, ni yo me esperaba poder subir otro justo ahora mismo, pero aquí esta, espero les guste, creo que ya bien lo mejor de la historia

si te ha gustado házmelo saber con un voto y/o un comentario, que son mi motivo de seguir

xoxo

Mi fotógrafo|Justin Bieber & tú|TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora