–Él está aquí, y está vivo por ahora–
– ¿Hablas de Justin? –lo miré esperanzada.
–Sí–se paró y se fue de donde estaba para irse a una pequeña bodega de este mismo sótano.
Cuando salió, llevaba cargando a alguien, alcé mi mirada y lo vi a los ojos esperando una respuesta y la obtuve, su mirada me daba compasión y entonces supe que era Justin. Apenas pude reconocerlo, su rostro estaba cubierto de sangre y estaba inconsciente, no pude contenerme.
–No, por favor, déjalo.
–Oh _____________, cállate, no pudo hacer nada–me contestó casi en un susurro–, lo siento de verdad.
–Santiago–le susurré y supe que alcanzo a oírme por la expresión que apareció en su rostro.
–No ______________, no me llames así por favor–le dolía que lo llamara así–. No hay nada que pueda hacer.
–Por favor–le miré con los ojos llenos de lágrimas–. Llévame a mí, pero no a Justin, no puedes dejar que lo maten.
–Son órdenes de Ian, y tú y yo lo conocemos muy bien.
Solté el aire, derrotada.
Santiago me miro triste.–Lo siento, de verdad.
Caminó hacia las escaleras con Justin, dejándome de nuevo sola.
Justo después de que Santiago salió entro otro chico, sabía que era mi turno.
–Párate Lee, Ian te quiere ver–aquel chico no tenía escrúpulos, se quedó mirando extrañado la cobija que me tapaba.
Me pare rápido, y él me empujó hacia las escaleras.
–No me empujes, se caminar–le comencé a retar.
–Cállate, que yo puedo hacer lo que quiera contigo.
–No sin la aprobación de Ian, ¿cierto?
Me miro mal y yo le sostuve la mirada.
–Solo camina.
–Ian los tiene muy bien controlados.
–Maldición, que te calles.
–¡Oblígame! –le grité.
Y justo después de gritarle eso me soltó una cachetada en mi mejilla.
–¿Qué mierda te pasa Alex? –le gritó Santiago y me acerco a él.
–Ella me provocó.
Santiago se giró para verme
–Vamos–me habló y subimos las escaleras.
–¿Por qué tiene el labio sangrando? –cuestionó Ian.
–Alex la golpeó.
–¿Por qué?
–No lo sé.
Ian se fue cabreado para buscar a Alex.
–Eres lista, Lee–me susurró Santiago.
–Por favor, déjanos ir.
–__________________, no empieces, sabes que no puedo ayudarte.
–Por favor, lo que sea, déjame hacer algo.
–Escucha, lo único que puedo hacer es dejarte hablar por teléfono a la policía.
–Sí, lo que sea, pero por favor déjame hacerlo.
–Bien, te cubriré, el teléfono está en la cocina la dirección es calle Paraíso, ubicada en Colinas Altas de Nueva Orleans, anda corre–mientras me decía todo eso, me soltó las muñecas y por fin pude correr.
Marqué rápido, y lo dije todo como me lo indico Santiago.
–¿Qué haces, __________________?– La voz de Ian estaba a mis espaldas–. Troy, ve por Santiago, también mataré a ese infeliz.
–No te me acerques.
–Manda quien tenga el control, y eso lo tengo yo, ¿no te parece?
–¿Dónde está Justin?
–Muerto,
–No es cierto, dime la maldita verdad.
–Esa es la maldita verdad.
–Mientes–me volteé para correr y me encontré con un cuchillo en aquella cocina, lo tomé y lo lancé hacia atrás sin ver.
Un quejido se escuchó por parte de Ian.
–Maldita–me gritó.
Comencé a correr escaleras arriba de la casa, tal vez encontraba algo con que defenderme.
Me metí a una de las habitaciones, escuchaba los pasos corriendo de Ian y entonces escuché el primer disparo y todo quedo en silencio.
Espere unos minutos para asomarme, camine por el pasillo y asomé mi cabeza hacia abajo, Santiago caminaba en el living con un arma.
–Se acabó _______________ –la voz de Ian hizo que volteara.
–No, no –hablé con desesperación.
Cargó su arma y cerré mis ojos esperando a que me disparara de una vez por todas.
Y por fin, escuché aquel disparo, abrí mis ojos esperando ver mi camiseta llena de sangre, o sintiéndola correr por mi rostro pero lo que me encontré fue a Ian con aquel disparo en su frente, todo empezó a sentirse en cámara lenta.
Miré de nuevo hacia abajo, Santiago bajaba su arma y miró hacia atrás.
–Corre, ________________ –su voz me parecía más como un eco, pero lo hice, corrí de nuevo a la habitación donde había estado.
Busqué algo con que defenderme pero no encontré nada, salí y entre a la otra habitación, busque de nuevo pero nada, hasta que entre a la última habitación y me encontré con Justin.
–Justin, Dios mío, estas vivo.
–____________________, ¿eres tú? –me cuestionó.
–Sí, cariño, soy yo –le abrace–. Tranquilo, la policía ya viene para acá.
Se escucharon dos disparos más.
–___________________, en esa puerta hay armas, corre toma una.
Me moví rápido y la cargué esperando que alguien entrara por la puerta que ahora estaba cerrada, alguno de los dos, Santiago o Alex.
Me pare junto a Justin apuntando hacia la puerta, vi una sombra por la ranura de esta, la perilla se movió y se abrió.
–¿Están bien? –era Santiago.
La casa empezó a ser inundad de sonidos de sirenas y algunas luces rojas y azules empezaron a entrar por la ventana que estaba en la habitación que nos encontrábamos.
_______________________
hola chicas, he hecho estos capítulos cortos porque al inicio era uno solo pero me parecio bien separarlo, porque se me hizo bastante extenso para como los hago entonces pues eso, por eso he hecho dos.
este es el ultimo capitulo como pueden leer, así que para el siguiente solo es el epilogo, espero que de verdad disfruten de estos dos caps
si te ha gustado házmelo saber con un voto y/o un comentario, que son mi motivación para seguir (:
-xo
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Mi fotógrafo|Justin Bieber & tú|TERMINADA
FanfictionUna hermosa modelo se enamorara de su fotógrafo. Contenido explicito (+16)