s e c o n d s o n g

5.8K 699 579
                                    

[U&ME]
•••








Namjoon saludó con una sonrisa a Junhui, el chico que vivía en el departamento que se encontraba frente al que él compartía con Yoongi y con quién se llevaba de manera estupenda, antes de insertar la llave en la propia cerradura, y tras un largo día, finalmente ingresar a la comodidad de su departamento.

El delicioso olor a comida rápidamente golpeó su pequeña nariz, llenándole de una extraña sensación de calidez que, él recordaba, sintió por última vez cuando cursaba sexto año de primaria, antes de que su madre encontrara trabajo y llegara más tarde a casa de lo que él regresaba de la escuela. Tiró su mochila en uno de los sillones individuales y suspiró, comenzando a quitarse el abrigo de los hombros al estar el lugar lo suficientemente temperado—. Estoy en casa, Yoongi.

—Bienvenido... —la apagada voz de Yoongi, proveniente desde la cocina, llegó a sí como un simple susurro. Parpadeó, confuso, negando con su cabeza más tarde, terminando por lanzar su abrigo en el mismo sofá donde con anterioridad había lanzado su mochila.

Se acercó a la cocina en silencio, encontrando a su amigo revolver una de las ollas con una cuchara de madera mientras comía lo que parecía ser un paquete de galletas de limón.

— ¿Fue un mal día? —preguntó, habiendo visto ya el panorama, no logrando ignorar las otras ollas y platos con comida a lo largo de toda la encimera. Yoongi solo cocinaba a medidas exageradas cuando estaba triste e intentaba consolar su insaciable apetito. Min hizo una mueca, antes de terminar asintiendo débilmente—.  Hombre, las penas no se solucionan con comida. Dame eso.

—Yo estaba comiendo eso. —reclamó con la boca llena y los mofletes llenos de comida una vez Namjoon le arrebató sus galletas.

—Ya sabes que esto no está bien, Yoongi. Apaga eso. —tomó uno de los hombros de Yoongi y apagó el fogón de la cocina. No le importaba realmente si luego tenían comida desperdiciada por echarse a perder, él estaba más preocupado por la salud emocional -y física- de su amigo que era demasiado sensible a las cosas e intentaba darse consuelo, como un mal hábito, en la cocina. El más bajo hizo un puchero, mirando a todos lados menos a los ojos de Namjoon—.  ¿Discutiste con  Seokjin hoy?

—No, no discutí con Seokjin.

— ¿El postre no salió como querías?

—Uh, sí. Lo hizo. Estaba perfecto...

— ¿Se vendió?

—Ajá...

—Entonces tiene que ver con Hoseok.

Yoongi abrió con sorpresa sus pequeños ojitos, no pudiendo creer lo bien que su compañero, amigo y casi hermano le conocía como para resumir su vida en tres simples preguntas y una afirmación. Terminó golpeándole el brazo con suavidad—. Me das miedo.

— ¿Qué pasó? ¿No le gustó el postre?

—En realidad... es algo tan simple y sin importancia que llega a ser ridículo, viniendo de mi, un adulto de ya veintiséis años... —rió, buscando aligerar su pena, pero Namjoon no rió con él, de hecho, no se molestó en hacer alguna expresión.

—Hyung, obviamente no es algo simple y sin importancia si te está afectando de esta manera. No debes minimizar tu dolor, las cosas nos afectan a todos los seres humanos de manera diferente. Cada uno de nosotros es más sensible a un tema que a otro, no es necesario que te reprimas de esa manera.

❝ Suga(r). ❞ ❤ Hopega ❤️ [mini fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora