❝ Suga(r). ❞ ❤ Hopega ❤️ [mini fic]

t h i r d s o n g

[To my boyfriend]
•••

- ¡Bienvenid-... ! ¡oh, Jin Hyung! -Taehyung se interrumpió a si mismo al hablar al ver que el nuevo cliente que había ingresado al restaurante se trataba de nadie más que su mejor amigo y compañero, Kim Seokjin. Dejó la bandeja con platos sucios sobre el mostrador y alzó ambos brazos para abrazarlo, sonriendo enormemente-. Hace días que no venías a verme, hyung malo.

-Sí, han sido días difíciles... -Seokjin murmuró, dando suaves palmadas en la espalda de Taehyung mientras correspondía al cálido abrazo. Una sonrisa se asomó en sus labios cuando su pegajoso dongsaeng suspiró satisfecho por el gesto, disfrutando la muestra de afecto, y aprovechó para dejar unas cuantas caricias más en su cabello azul teñido antes de separarse-. Oh, pero hoy no vine aquí solo. Traje a Yoongi conmigo.

Dió un paso a la derecha, permitiendo a Taehyung observar al pequeño chico que había sido ocultado totalmente por sus hombros y espalda ancha, que se encontraba demasiado perdido en la pantalla de su teléfono tecleando rápidos mensajes y haciendo pequeños pucheros mientras los escribía como para percatarse del cálido y especial lugar donde estaba parado. Fue capaz de regresar cuando Taehyung sostuvo su rostro tímidamente con las manos, sonriendo de esa misma manera singular que como cuando le conoció hace un par de meses atrás en un almuerzo preparado en casa de Seokjin.

- ¡Aw, lindo! -chilló el teñido, apretando un poco más sus abultadas mejillas. Yoongi retrocedió mirándolo extrañado. Conocía a Taehyung; había hablado un par de veces con él y habían interactuado un par de otras, sin embargo sentía que aún no existía la confianza suficiente como para tratarse de esa manera tan cercana, y estaba sorprendido por la espontaneidad de aquella acción. Kim menor mordió uno de sus labios, conteniendo una sonrisa, antes de decir-; lo siento. No puedo evitar tocar las cosas que me parecen bonitas.

-No... No te preocupes... -respondió, aún algo anonadado, siguiendo a Seokjin cuando éste comenzó a caminar por el restaurante en busca de una mesa donde poder permanecer, decidiéndose finalmente por esa pegada a la barra de madera que separaba el sector de los clientes del de los meseros que preparaban los utensilios a utilizar, y que sobre ella contenía vasos de vidrio pulcramente limpios boca abajo en una bandeja de plata, cubiertos, servilletas, saleros y pequeños recipientes de aceite.

-Creí que iríamos a un restaurante. -dijo en modo de reproche al reparar que se encontraban en el lugar donde Hoseok solía trabajar.

-Esto es un restaurante. -respondió Seokjin, mirando alrededor; llevaba tiempo sin visitar realmente el lugar, pero seguía siendo igual de acojedor que siempre. El ambiente de ese recinto era algo que le había atrapado desde un inicio; con buenas ventanas para la iluminación natural, detalles de madera, las mesas perfectamente ordenadas, el color damasco de las paredes, las macetas de plantas bien cuidadas en las ventanas y los cuadros clásicos que adornaban en armonía cada rincón, sin mencionar el agradable conjunto de aromas deliciosos que había siempre en el aire.

Yoongi rodó sus ojos; con algo de suerte, él no vería a Hoseok hasta la tarde. Aún se sentía ligeramente mal por ser cobarde y no cumplir con la petición de Seokjin, a pesar de que todo había salido bastante bien el día anterior y él ahora estaba un paso más adelante, sentía que no era un gran avance. No comparado con todo lo que había avanzado Seulgi cantando para Hoseok y hablando con él, porque sí, después de todo Seulgi siempre se las arreglaba para conversar con el hombre y hacerlo sentir cómodo y sacarle sonrisas que, por ningún motivo, jamás podría obtener Yoongi. Terminó por sacar su teléfono y continuó tecleando mensajes en él. Seokjin arrugó la nariz, cruzando sus brazos sobre la mesa.