Secret Service -KnB- (Finalizado)

Emaranhado

Las cosas cada vez se ponían más tensas y el que la rubia no dejara de ver al padre del León no ayudaban, él pobre Omega estaba entre asustado e intrigado por la mujer que no dejaba de la temblar y expulsar levemente sus feromonas poniendo más a la defensiva al heterocromatico.

-Esto ya parece telenovela mexicana~ -murmuro Kise-
-Estoy deacuerdo contigo Ryou-chan -le siguió Takao-

Cómo él líder y la voz de la razón por el momento Kouki se dirigió hacia la mujer.

-Alex -llamo, la mujer ni atención le puso- losiento -dijo-

Los jóvenes policías iban a preguntar porque se disculpaba si era la rubia que estaba como hipnotizada más al ver al Alpha doblarse del dolor lo comprendieron él Omega líder le había propinado un fuerte golpe al estómago.

-¿Alex estas bien? -pregunto Kiyoshi al llegar a su lado-
-Llevemosla hacia aque mueble -señalo-

Una vez sentada esperaron que recuperarse la respiración junto con la cordura y el habla.

-Alex-chi~ ¿estas bien? -
-S-Si -habló como pudo- gra-gracias Kouki-
-¿Ahora si me vas a decir que haces aquí Alex? -preguntó serio él Tigre-
-Taiga -sonrió- responderé cualquier pregunta pero antes -dirigió su mirada al peli-negro de su escuadrón- Takao mis supresores, también administrale unos al bonito de haya -señalo sin verlo, temia hacerlo y perder el control-
-Enseguida~ -saco algunos supresores de quien sabe dónde- Shin-chan dale estos a Alex yo voy por él señor Masaomi~ -conturreo llendo hacia el mencionado-
-Apresurate chico -gruño la mujer apretando sus manos-

Taiga nunca había visto actuar así a su madre Alpha, ella solía ser muy tranquila y alegre pero a estas alturas y en aquella situación ya no sabía si lo vívido era real o una fantasía.

-Todo estará bien Kagacchi~ -dijo él rubio sonriente a su lado-

Él solo asintió, no sabía porque pero creía en las palabras de aquel alocado rubio.

-Listo -
-Por acá también~ -

La mujer Alpha suspiro aliviada.

-¿Que fue todo eso? -pregunto desconcertado la Pantera-
-Eso mi amigo, se llama tener suerte -habló Takao-
-Suerte~ -murmuro Atsushi- Nee~ Kiyo-chi~ Ten -le ofreció una paleta-

Teppei entendió en ese momento que aquel peli-lila sin importar lugar o momento comía dulces sin parar, quizás porque su animal era un Oso.

-Gracias -sonrió más natural, le gustaba su actitud ingenua-

Los amigos de aquellos dos decidieron ignorar eso y centrarse en lo que ocurría frente a ellos.

-Disculpe ¿se encuentra bien? -preguntó Akashi mayor, encaminadose hacia la Alpha- ¿le duele algo? -ladeo el rostro preocupado-

Dios que aquel Omega era lo más hermoso que había visto alguna vez, claro después del padre del Tigre.

-S-Si -tartamudeo cubriendo su rostro sonrojada-
-Masaomicchi~ por su bien alejese de Alexcchi~ -
-¿Por su bien? ¿Que quieres decir rubio? -
-Moo~ Kazucchi~ ahí te hablan -
-O-Oi te lo pregunte a tí -habló torpe el peli-verde-
-Podrían responder la pregunta -se escucho a su espaldas-
-Oh Akashi-Chibi -dijo Takao-
-Dios dame paciencia -murmuro Yukio- hey todos prestenme atención -llamó, todos giraron al peli-negro- les resumire las cosas -miro a los adultos- al parecer ustedes dos son destinados -el peli-fresa mayor miro enseguida a la rubia quien le sonreía apenada- Alex se dio cuenta casi enseguida por lo que pidió los supresores de no haberlos tomado-
-Posiblemente hubiéramos muerto -continuo Kiyoshi-
-Muertos -susurro la Pantera-
-A que te refieres Yukio -preguntó el del lunar-
-La repuesta es obvia Himura -habló Shintarou acomodando sus lentes-
-Proteger al papá de Aka-chi~ -
-Hubiera sido provocar al Alpha -
-Correcto Himura-
-Alex tú -murmuro Taiga-
-No es momento de estar pensando en lo que pudo o no pasar Momoi esta en problemas -trato de ponerse de pie más se tambaleo-

Rápidamente fué sostenido por su destinado y él hijo de este.

-No se preocupe Hyuuga-kun y Reo-kun fueron por ellas -mostró su celular- Aida-san envió su ubicación -

Olía delicioso aún con aquel supresor inyectado, acercó lentamente su rostro al cuello de su Omega dispuesto a moderlo pero el certero golpe de dos Alpha la detuvo.

-Alex -grito su hijo-
-Tú.... conoce tú lugar -gruño-

La Alpha simplemente gimoteo en descontento, aquello iba a ser más difícil de lo que pensaba.

-Alex aún hay cosas que debemos saber -
-Antes de continuar Kiyoshi, Takao otro supresor -pidió-
-Alex no creo que-
-Es una órden -habló sería, con sus ojos en estado felino- dame un maldito supresor si no quieres que pierda el control y mate a todo aquel que se interponga entre mi Omega y yo -

Más de uno tembló, si creían que el ser Alpha los mantendría a salvo del miedo estaban muy equivocados, y aquel escalofrío que recorrió su espalda se los recordó.

-Alex, calmate -dijo Kuroko quien le entregó el supresor, Takao temblaba de miedo-

La mujer simplemente asintió y se lo clavo en la pierna sin Inmutarse.

Aquello debía ser una broma, él, él estaba mojado, mojado ante la desbordante furia y pasión que segregaba por cada poro aquélla Alpha mujer.

-Masaomi-san es mejor que salga de aquí -
-Estoy... bien Himura-kun -trato de sonreír-
-Akashi-sama~ su olor -

Él de peli-fresas ebras se sonrojo enseguida.

-L-Losiento-
-No es seguro este lugar padre -dijo serio él León-
-Seijurou -murmuro temeroso, lo que menos quería era que su hijo lo odiada por reaccionar a otro Alpha-
-Luego hablamos padre -se volteo al hombre- todo está bien, esperanos en la entrada debe haber algunos libros que de seguro aún no has leído -sonrió-

Suspiro más tranquilo para seguidamente asentir.

-Te veo afuera Seijurou -él joven simplemente asintió- esperó tener la oportunidad de hablar con ustedes -se dirigió esta vez hacia los Omegas-

Algunos de los chicos solo asistieron mientras los hiperactivos del grupo lo despedian energéticamente.

Alex solo mantenía la mirada en el suelo, debía ser fuerte, no podía saltarle encima cuál animal salvaje.

Se sintió algo triste al no resivir nisiquiera una mirada de quien se suponía era su destinado, cabizbajo salió.

-Sabes que aquello fue un paso menos para que te aceptara no -
-Lo se Kouki lo se -suspiro-

Los Alphas presente no dijeron nada, si el resistirse aún Omega común era difícil no querían ni imaginarse cuan difícil era ante tú destinado, aquélla mujer ganó algo de su respeto.

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