7 Pecados capitales - HunHan

▪Avaricia

Martes.

—Vamos Luhan... despierta—. La mujer zarandeó el cuerpo del rubio, desde que ella tenía memoria sabía que Luhan siempre fue todo un perezoso al quien le costaba mucho tener que desprenderse de la almohada para ir a trabajar. 

Con toda la fatiga existente en el mundo el detective se preparó; y mientras la mujer le arreglaba el nudo de la corbata -algo que Luhan no sabía hacer- el teléfono sonó y a través de éste le indicaron un nuevo incidente: otro hombre muerto. 

Como era casual el Detective Xiao llegó sobre la hora y agradeció al cielo el no tener que cruzarse con su compañero Oh a estas horas de la mañana. Estaba en un moderno edificio el cual el prestigioso abogado Choi Kwan operaba, y sí operaba porque fue encontrado sin vida por su asistente alrededor  de las 8 am cuando su turno empezaba. 

Para Luhan todo era una catástrofe, no solo porque era el primer caso que tomaba solo en esta ciudad extraña sino que también la escena del supuesto crimen era espantosa pero no tanto como la que vivió el primer día de su llegada junto al otro detective. Frente a sus ojos tenía un cuerpo mutilado. No habían testigos y tampoco una pista razonable. Lo único que resultaba provechoso fue la palabra "avaricia" que estaba escrita en el suelo con la sangre del hombre muerto.

—Déjenme solo un momento por favor —pidió el detective, los peritos obedecieron al pedido y abandonaron el lugar dejándolo solo junto al cuerpo y la escena sangrienta.  

Luhan tomó su teléfono y marcó el único número que tenía a mano para una situación de esta gravedad.

—Sehun

—Cuanta informalidad Detective Xiao.

—Necesito que se acerque al edificio...

—Sí ya sé donde está usted, estoy subiendo por el ascensor—. Sehun colgó.

Luhan soltó una palabrota mientras se acercaba a la ventana; desde allí se podía apreciar una linda vista panorámica de aquella ciudad, muy diferente a lo que estaba acostumbrado a ver por cierto. Perdido en sus pensamientos volvió a la realidad; que era -justamente-  el cadáver a metros suyo quien reclamaba justicia.

—Vaya—. Sehun entró sin hacer mucho ruido, aún así sus palabras fueron escuchadas por el otro detective que de forma inmediata volcó su vista al recién llegado.

—Mutilación el fallecido tomó un cuchillo y...—. No logró terminar la frase.

—Tengo ojos para ver Detective Xiao,  ¿ahora me cree que estamos frente a un asesino serial? —interrogó el más experimentado.

—Puede ser, al igual que quizás los recientes fallecidos estaban detrás de una secta.

—Imposible; no hay relación entre los dos tipos muertos—. 

Continuando con su temblante frío que lo catalogaba; Sehun tomó su libreta y empezó a describir la escena: 

—Quinto piso del edificio donde la víctima trabajaba. Como todas las mañanas él era el primero en ingresar lo que se supone que el asesino entró ayer por la noche y esperó al abogado en su despacho donde horas después es asesinado... o mejor dicho ¿obligado a mutilarse?
En una balanza que el profesional tenía como adorno se encuentra ahora una libra de su propia carne que fue quitada de sus muslos principalmente del izquierdo. La palabra avaricia escrita en el suelo con su propia sangre y una fotografía de una mujer que en la parte de sus ojos estaba dibujado unos círculos señalando o mejor dicho dando un indicio de algo que, para el homicida, resultaba importante.

—Sehun sobre la mujer, es su esposa tiene 43 años y fue custodiada por la policía hasta que resolvamos esto.

—El asesino marcó sus ojos, ¿qué significa?