Cartas

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Cuando comenzó a recibirlas, lo primero que hizo fue ignorarlas. Supuso que serían alguna clase de broma de sus compañeros del orfanato.

Fue cuando recibió la tercera carta que empezó a preocuparse. Nadie fuera de Watford sabía sobre su afición por el rosbif. Ese día más tarde decidió mandarle un texto a Penny para preguntarle si de casualidad ella le había escrito. (Tenía un viejo celular en casa. No lo habría llevado a Watford ni aunque se lo permitieran. Era un aparatujo en el cual apenas podía mandar mensajes presionando varias veces el mismo número y el tres fallaba a veces). Ella le respondió que no le había escrito a nadie ese verano.

La carta siguiente a esa, se instaló en su habitación a hacer una lista de posibles remitentes. Entre los candidatos más probables anotó:

1. Agatha (quizás sí que estaba enamorada de él y Simon la anotó de primeras porque esperaba con todas sus ganas que así fuera).

2. Phillippa (Había notado como le miraba constantemente en el comedor y durante clases el año anterior).

3. Niall o Dev (a lo mejor a Baz se le había ocurrido que sería divertido jugar con su corazón y hacerle creer que a Agatha o alguien más le interesaba en ese plan. Por supuesto, anotó a Niall y a Dev porque Baz no se tomaría la molestia de escribir para él. "No eres el centro del universo, Snow" casi le oía decir).

4. Karenina (una chica con quien había trabajado en equipo en clase de griego el semestre pasado).

Llevaba el puñado de cartas en su mochila y abrazaba su cuaderno en el tren camino a Watford. Rara vez Simon Snow se embarcaba a descubrir un misterio con tanta determinación. Y cuando era el caso, sus dotes de detective (o los de Penny, daba igual, eran como uno solo) siempre estaban de su lado.

Durante el viaje, Simon no repasó sus cosas favoritas sobre Watford. Simplemente se dedicó a releer sus cartas. Casi con una sonrisa en el rostro.

Cartas para SimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora