El Corazón Del Equipo ( Zombie Guerrero, Club De Cuervos)

Los cinco milagritos

-Zombie!

Apenas entramos al cuarto pudimos ver botellas y botellas de cerveza tiradas por toda la habitación, de fondo se escuchaba "Tragos de Amargo Licor". Me acerqué al celular para ver que otras canciones había y resulto ser una mezcla entre las canciones tristes de Potro y mis canciones tristes. Estaba todo muy oscuro, luces apagadas y cortinas cerradas. La única luz era la del celular conectado a la bocina. Recostado en la cama, con una botella a medio terminar en la mano estaba Zombie, completamente ebrio pero aún consciente.

-Pero pibe, qué sucede con vos? Mañana tenés partido. No te podes poner así.
-No...me importa ya...-contesto con bastante dificultad- Ni mi misión...ni los Cuervos...ni nada.
-Pero de todos vos sos el que más corazón le pone a los Cuervos. No te podes rendir ahora.
-Pero por este pinche equipo, ya perdí lo más importante de mi vida- comenzó a sollozar- Perdí a Tania pendejo! POR HABERLE DICHO QUE ERA UNA DISTRACCIÓN. Y EN REALIDAD ES LO MÁS PRECIOSO DEL MUNDO. Pero estoy bien pendejo!- Estaba tan ahogado en alcohol que no notó que ahí estaba yo. Al escuchar esas palabras no me quedo más duda de lo que Myrna me había platicado antes. Él si me amaba y estaba arrepentido de lo que había dicho...

-Y por que no hablas con ellas?
-Ya te lo he dicho, no quiere escucharme.
-Puuuues ella vino a buscarte.
-Qué?- preguntó mientras trataba de levantarse. Potro lo ayudo.
-Hola Zombie- salude entre nerviosa y asustada.
-Tania...-estaba muy mal. Ni con la ayuda de Potro podía mantenerse en pie. Zombie literalmente avanzaba como zombie a punto de perder sus extremidades.- Perdóname, yo no quise decir eso...perdón-eso último fue más como un eructo para después tropezar y dejarse caer en mis brazos. Ya no sabía si más arrepentido que ebrio o al revés. Comencé a llorar.
-Perdóname a mi no escucharte. No tenía idea de que estabas sufriendo así. Myrna me dijo todo. Perdóname- en ese momento sentí que Zombie pesaba más tanto que ya no pude con él y caímos juntos.- Zombie...amor...POTRO AYÚDAME!
-Zombie... Pibe, estás bien?- lo tomo en brazos y lo recostó en la cama.- Juraría que este pibe se tomo hasta la loción. Quitale los tennis.
-Estará bien?....NO MAMES! EL PARTIDO ES MAÑANA- entré en pánico- NO VA A ESTAR LISTO PARA MAÑANA! Y ES MI CULPA, SI SOY UNA DISTRACCIÓN. SIN ÉL VALEMOS VERGA AAAAAH! NECESITAMOS UN MILAGRO PARA QUE ESTE LISTO, VOY POR EL ROSARIO DE EMAÍL....
-RELÁJATE BOLUDA!- Potro me tomo de los hombros para frenar mi pánico y hacerme entrar en razón.- Hay métodos para bajar la borrachera y tenerlo listo para mañana. Pero tenés que ayudarme.
-Lo que tu digas
-Primero que nada. Nadie puede saber de esto. Si alguien se entera, este pibe no juega mañana.-Asentí con la cabeza.- Voy por un médico. Como este pibe está desmayado, no puedo saber que tan borracho está. Eso lo valorará el médico. Tú vas a cuidarlo. Es posible que vomite así que ve por unas cubetas que están en el baño. Ya regreso.

Potro salió rápido para que nadie pudiera verlo y evitar el interrogatorio. Yo me quede en la habitación, cuidando a Zombie y levantando las botellas que había dejado por todo el piso. Una vez que termine fui a sentarme en la cama al lado de Zombie. Me detuve a verlo dormido (o desmayado) y lucía más tranquilo que hace un rato. Hasta parecía que no tenía ninguna preocupación. Que dormía en paz.

Después de la revisión del doctor que confirmó que Zombie estaría listo para el partido, me recosté a su lado para cuidarlo toda la noche. Me quedé dormida rápidamente.

Al día siguiente desperté con el olor del desayuno que Potro había traído para nosotros. Zombie seguía dormido.

-Hola Potro!
-Hola! Toma. Desayuna algo que hoy será un largo día.
-Gracias... Oye como lo ves?
-Pues el doctor dijo que estaría bien a la hora del partido. Empieza a despertarlo.
-Zombie! Amor. Despierta-lo moví suavemente y él intento abrir los ojos.
-Tania... Perdóname...-dijo entre sueños.
-Despierta amor! Aquí estoy contigo.