El Corazón Del Equipo ( Zombie Guerrero, Club De Cuervos)

Campo de Concentración parte 3

Después de la dinámica todo el ambiente se puso muy tenso. Los jugadores sacaron a Emaíl de la cabaña y termino pidiendo asilo a nuestra cabaña.

-Emaíl, explicame por qué te confesaste en ese momento?
-Tania, yo ya no podía con la culpa.
-Entiendo eso. Pero justo después de hablar de la Maldicion de la Pluma Negra? Te querías morir verdad?
-De verdad, crees en ese pedo Tania?- preguntó Myrna en tono burlón.
-Un chingo. Aunque te burles.- la miré fija y seriamente- He investigado. Y siempre, desde la primer final que jugaron los Cuervos han sucedido cosas extrañas al jugador estrella de ese momento, que si no lo matan, lo dejan imposibilitado para jugar la final.

Nos quedamos en silencio un momento, después Emaíl saco su rosario y empezó a rezar. Myrna y yo decidimos ir a dormir. De cierta manera aproveche que Emaíl estaba rezando para pedirle a Dios que la Maldición de la Pluma Negra fuera mentira y los extraños sucesos ocurridos en el pasado hayan sido solo coincidencias muy desafortunadas.

Al día siguiente, Myrna y yo despertamos tarde y no vimos a Emaíl. Sobre la mesa vimos una notita.
"Gracias por dejarme dormir aquí, me fui a entrenar y no las quise despertar. Dios las bendiga."
                                       - Emaíl

-Y de verdad crees que lo dejen entrenar?- preguntó Myrna algo preocupada.
-No lo sé. Sinceramente pienso que lo van a matar a balonazos. Deberíamos ir a cuidarlo.
-Vamos.

Llegamos al campo y Potro los estaba entrenando. Nos quedamos cerca por si cualquier cosa pero al parecer lo único que le hicieron fue ignorarlo. De repente Isabel llego a tratar de poner orden con los jugadores.

-Chicos, vengan por favor!
-Vas y chingas a tu madre Isabel!-le contestó Axel bastante enojado.
-Axel! No mames! Que grosero- le regañe.
-Okay, se pueden juntar por favor? Sé que están enojados con Emaíl pero tenemos que trabajar en equipo...
-No estamos enojados solo con él-interrumpió Zombie bastante encabronado- Ya te diste cuenta que por tu culpa estamos sin entrenador otra vez?
-No fue mi culpa, Rafael se fue.
-No será por qué lo humillaste enfrente de todos?
-Zombie...-lo miré furiosa.
-A ver, me interrumpió Isabel- ni tu ni nadie saben que pasa con mi vida, si hay alguien humillado en esa relación soy yo y no me da la gana pararme aquí a que estén hablando mal de mi vida...
-Y qué vas a hacer? Nos vas a entrenar tú? Vas a conseguir otro entrenador ahorita? Chava, es el único que falta del club.

-Y cuál sería el pedo? Yo lo voy a resolver. Qué tiene Rafael que ni tenga yo?
-De entrada que es entrenador, y que por tus pleitos maritales qué crees? Mira, no tenemos uno. Salte. Estamos entrenando.

Isabel se fue sin decir más. Myrna y yo nos quedamos en la cancha, bastante confundidas al respecto.

A la hora de la comida Myrna y yo nos sentamos con Potro. Zombie se sento con Pepe porque seguía molesto conmigo por no haberle dicho lo de Emaíl. Después de un rato de silencio llego Isabel.

-Qué les pasa?
-Están hasta la chingada de todo- le contesté desenfadada.
-Creen que para mi es muy fácil trabajar con mi ex esposo como entrenador cuando va a tener un bebé con una mujer a la que le doblo la edad y todavía quiere que vaya y le pida perdón? No señor. Yo soy la directora deportiva de este equipo y no hay nadie que se haya entregado más a este equipo que yo...
-NO MAMES ISABEL!- grité bastante enojada mientras aventaba el tenedor al suelo.
-Me estás jodiendo Isabel-Potro intervino más tranquilamente.- yo no conozco a otro equipo que se rompa  más el orto que nosotros.
-Isabel, date cuenta, estos cabrones están a nada de ser vetados de la liga- complemento Myrna.
-El equipo está en auditoria y acá siguen- dije más calmadamente- seguimos. Varios tienen familias, nosotros hasta rascamos los sillones para completar el tratamiento de Zombie.
-Todos estamos en el mismo barco-dijo Isabel bastante cortante.
-Y está bien, pero tenés que dejar de meter tu vida privada en medio. Ya están hinchados hasta los huevos. Dales bola. Dales algo de regreso
-Y que hago? Rafa es el que se fue. Yo no.
-Lo único que quiere es una disculpa. Y merecida. No está chido que se metan a tu casa y le partan la cara a la madre o padre de tus hijos.- agregó Myrna.
-Pidele una disculpa. Y si no es por él o por vos. Hazlo por estos pibes.