Qué fortuna!

182 12 12
                                    

Salí del cuarto y Zombie se quedo mirándome en silencio y sonriendo.

-Qué pasa?- pregunté al ver que no decía nada.
-Es que jamás creí que pudieras verte más hermosa.- respondió mientras me abrazaba. Sólo me sonroje y sonreí. Él me tomó de la mano y me llevó al estacionamiento. Nos subimos al carro, y condujo por 20 minutos hasta llegar a un mirador muy bonito y al parecer bastante desconocido para el resto del mundo.

-Qué hacemos aquí?- pregunté.
-Recuerdas que en la mañana te dije que me mañana tendríamos una noche especial después del partido?- asentí con la cabeza- bueno, la adelanté para hoy. Perdóname por haberte abandonado esta semana.
-No es tu culpa, en realidad no es culpa de nadie, entiendo las circunstancias en las que estamos todos, pero si te extrañe... Y bueno, que tienes planeado?
- Una rica cena a la luz de las velas y disfrutar de nuestra compañía.-dijo sonriente mientras bajaba algunas cosas del carro y preparaba todo para nuestra noche especial.Velas, vino, comida... Mi cámara?
-Por qué has traido mi cámara?
-Quiero que registres este día para siempre.
Lo mire tratando de entender que quería decir con eso, pero interrumpió abruptamente mis pensamientos acercándome hacia él y besando mis labios. Él sabía perfectamente que eso me derretía.

La cena fue muy amena. Nos sentamos a platicar de todo y de nada a la vez. Después de cenar nos quedamos a contemplar la Luna y las estrellas. Comencé a tomar fotos a diestra y siniestra, tratando de obtener la mejor toma de esa preciosa luna llena. Después de un rato "peleándome" con la cámara descubrí a Zombie mirándome en silencio y con una sonrisa bastante amplia en su cara.
-Qué pasa?- pregunté
-Nada. Solo que me encanta verte siendo tú y haciendo las cosas que te gustan.- No pude evitar sonreír.
-Siempre he tenido esta duda, me viste en mi momento más barrio, por qué aún así te enamoraste de mi?
-HAHAHAHAHAHAHA!- soltó la carcajada más sincera de toda su existencia- No tengo idea. Fue a primera vista, pero algo que me encanta de ti es que no te dejas y defiendes a quien quieres. Además le rompiste la madre a Chava desde el primer momento y bueno... Eso es algo que todos queremos hacer y sólo tú te atreviste. No te andas con rodeos y eso me gusta. Además, eres muy auténtica, no te gusta o no sabes esconder tus sentimientos y pensamientos, todo lo dices.-hizo una pequeña pausa.- Y ahora te toca a ti, por qué te enamoraste de mi?
-Y por qué no hacerlo?-dije sin pensar y reí.
-Anda, dime
-Bueno... También fue a primera vista, pero fui mucho más obvia que tú. -me sonroje- Fue tu seguridad, llegaste ahí con tu sonrisa sin creerte hecho a mano como Aitor. Además me encanta como eres el verdadero capitán del equipo y que nunca te rindes. Pones todo de ti en cualquier cosa que haces.

Después de eso nos quedamos en silencio. Mirándonos fijamente y la verdad es que no hacían falta las palabras. Eramos capaces de entendernos mutuamente en completo silencio. Nos acercamos y comenzamos a besarnos, primero con ternura y después con pasión. No queríamos detenernos y no lo ibamos a hacer. Esa pasión fue subiendo de tono y de temperatura, comencé a quitarle la cobarta y a desabotonar su camisa. Él se dejo llevar y poco a poco también fue quitándome el vestido rojo. No teníamos la intención de parar y ahí, en ese mirador escondido a las afueras de Nuevo Toledo, con la luna llena y las estrellas como testigos nos entregamos con tanto amor y delicadeza. Con tanta paz y tanto ritmo que parecía que bailabamos al son de cada canción que se escuchaba en la bocina portátil que Zombie había puesto para amenizar la noche. Estábamos sobre un mantel sobre el pasto, pero nos sentíamos en las nubes. Teníamos una coordinación digna de cualquier equipo olímpico de nado sincronizado. El clima era perfecto. En realidad, todo en ese recondito mirador lo era. Él y yo, amandonos libremente y aparentemente sin ninguna interrupción. Una vez que consumamos nuestro acto de amor, nos cubrimos con una sabana y él me rodeo con su brazo, acurrucandome y mirando nuevamente hacía la luna.

-Te amo Benito- dije en un suspiro- me encanta la luna porque es igual de brillante que tu sonrisa.
-Y a mi me encanta porque me recuerda que te amo de aquí hasta allá. De ida y regreso, a pasito de caracol.

El Corazón Del Equipo ( Zombie Guerrero, Club De Cuervos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora