8. En espera del glorioso día

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—Hablado esto déjame decirte que un día glorioso para nuestro clan se aproxima. —Un tono de alegría en su voz era notable y una sonrisa se dibujó en su rostro. —Los dioses están alineando las estrellas a favor de su llegada.

—¡Esas son muy buenas noticias para nuestro clan! —Estaba sorprendido y alegre de escuchar esas noticias. —Jefe puedo notar que hay algo que también le preocupa, ¿Qué sucede?

­Yo sé que sobre tus hombres descansa la responsabilidad de proteger y guiar a todos los miembros del clan. —La preocupación en su rostro era evidente. —Los dioses me han revelado que la luna estará teñida de color rojo y entonces vendrá a nuestro mundo la prometida por los dioses, la reencarnación de la Protectora Suprema.

—Jefe no debe preocuparse porque me encargaré que ella siga el camino de su destino. —Le indique entusiasmado. —Sera un placer y un honor guiar a la reencarnación de la nueva protectora.

—¡Eso es lo que me tranquiliza!, saber que estará bajo tu cuidado. —La alegría se manifestó en su rostro al igual que una sonrisa de tranquilidad.

Es tarde, han sido muchas emociones para una noche. Levanté la mirada el manto nocturno se encontraba despejado, las estrellas y las constelaciones se miraban, inhalé profundamente y solté el aire suavemente, mi mente y mi cuerpo se relajaron.

Solo me quedaba volar al segundo reino, para ver a mi amada. Y así lo hice.

—Jefe Karet, bienvenido a casa. —Indicaron las dos jóvenes.
—¿Dónde se encuentra mi esposa? —Pregunte con un tono de cansancio.
—La señora se encuentra descansando ya en la habitación real. —Respondió la mayor de ellas Itzul, mientras que la menor se retiró y a los pocos minutos regresó.

—Jefe Karet, el agua está lista para su baño. —Indico Anick con una voz suave. —Gracias pueden retirarse.

Me dirigí a la habitación y en la cama se encontraba ya mi amada descansando, las cobijas dibujaban su figura y su enorme vientre. Me acerqué a ella y le di un beso en la frente y me dirigí a la bañera.

Mi mente voló en pensar en todo lo que debía trabajar y el saber que muy pronto también va a nacer mi hija me hace muy feliz, espero con ansias ese hermoso día.

Termine de darme la ducha y me coloque frente a mi amada Evonet y sin sentir me quede profundamente dormido.

===== «Narra Evonet» =====

Los primeros rayos de sol han tocado mis ojos haciéndome despertar por su calidez, frente a mí se encuentra Karet durmiendo agradablemente, verlo dormir es muy lindo, removiendo algunos cabellos de su rostro, le brinde un beso en la frente, su brazo envolvió mi cintura suavemente, incline mi rostro brevemente y él levanto su rostro y en el encuentro de nuestros labios depósito un beso y formándose una sonrisa en sus labios...

—Buen día mi amada reina. —Exclamó con notable alegría y sueño.

—Buen día amor. —Indique sonriendo y de nuevo brindando otro beso en sus labios. —Iré a tomar una ducha, tú sigue durmiendo.

—Por favor quédense unos minutos más conmigo y después las dejaste ir. —Aún con los ojos cerrados y escondiendo su rostro en mi cuello.

—Está bien nos quedaremos unos minutos más. —Le susurró al oído y acariciando mechones de su cabello.

Minutos después se quedó dormido y despacio salí de la habitación para no despertarle. Es hermoso despertar con mi amado así.

—Mi señora ¡Buen día!, la ducha está lista. —Me indico Itzul sutilmente y con una sonrisa.

El CIRCO y La Joven de AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora