**Sasuke**
Después de ir al hospital a una revisión que Tsunade forzaba a Naruto a hacer, fuimos a Ichiraku, creí que a Naruto le apetecería comer un poco de...
Naruto: Quiero un plato de Menma extra grande por favor Teuchi.
Si, como lo supuse, estos tres últimos días ha comido nada más que Menma y es muy raro en el, odiaba el Menma. Pero no es lo único que me ha asombrado de él en estos días, ha estado aún más activo de lo normal, a pesar de que ya no puede hacer nada con su panza de 7 meses siempre quería hacer todo, quería competir con Rock-Lee y siempre me retaba a mí a un duelo.
Por un momento recordé a aquel chico rubio que corría por toda la ciudad causando problemas, sonreí debido a los recuerdos que pasaban por mi mente como si de una película se tratara.
Naruto: Ey, Sasuke...
Sasuke: Lo siento, ¿Qué decías?
Naruto: Sasuke mira, toca.
Dijo poniendo mi mano en su panza, el pequeño pateaba. Me sonroje y sonreí
Jamás había sentido tanta felicidad como en esos momentos, miré a Naruto y el me miraba, con esos ojos que brillaban más que nunca, su sonrisa, la más hermosa que puede haber en este mundo.
Naruto: Está creciendo muy rápido ¿No crees?
Sasuke: Si, mientras tú y el o ella estén seguros, yo seré la persona más feliz del mundo.
Naruto: Sasuke ¿Qué te gustaría que fuera?
Sasuke: Me gustaría que fuera felíz.
Esta respuesta, si, es lo que quiero, quiero que sea un niño feliz, una niña con esperanza, un pequeño con una familia, quiero que crezca como ni Naruto ni yo pudimos crecer, con el amor de una familia. A pesar de que yo pude recibir ese amor aunque sea en mis primeros años de vida, quiero que Naruto sepa lo que es una familia. Amaba ver esos ojos llenos de esperanza, su sonrisa que reflejaba fé, sus manos que emanaban un sudor lleno de felicidad y esos pies, que nunca se estaban quietos y contagiaban aquel ritmo tan contagioso.
Pasaron los 3 días acordados con Tsunade, nos encontrábamos en el hospital, caminaba de un lado a otro debido a los nervios, los gritos de Naruto se escuchaban por todo el hospital, quería entrar pero Shizune no me dejaba.
De repente, silencio, se escucho un denso silencio. No tuve remedio así que empuje a Shizune a un lado, lo primero que captó mis ojos fue a Naruto desganado, su piel estaba pálida, se notaban sus pómulo, lo que más me llamó la atención fue la sonrisa que tenía en su rostro, era algo ligero, pero ahí estaba. Me acerqué con Tsunade quien tenía a mi hijo en brazos, si así es era un ¡Niño!Naruto: Sasuke.... Lo logré
Sasuke: Y lo hiciste muy bien cariño, te felicitó.
Tsunade se acercó y por fin pudimos ver a nuestro tan esperado bebé. Naruto sonrió con esa blanca sonrisa y abrió los ojos como nunca, yo estaba demasiado feliz salió igual que su padre.
Sus ojos azules como el cielo, aquellas tres mariquitas en su pequeño rostro y su cabello, era igual al mío.
Miré a Naruto y el lloraba, sonreí al verlo y también lloré, tomé al niño en mis brazos y sonreí, lo amé con solo mirarlo. Lo amé con mi vida, era un sentimiento hermoso el sostener al ser más perfecto en mi vida. Giré a ver a Naruto, pero, estaba inconsciente, comencé a intentar llamarlo pero nada funcionó. Tsunade dijo que era normal, el agotamiento acabó con él y pronto se va a reponer, mientras me puedo llevar al bebé para que se acostumbre a los ruidos del hogar y sobre todo a mi, ya que Naruto siempre va a estar en la oficina.
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Mi salvación
Hayran KurguNaruto Uzumaki, un chico de 16 años extrovertido, carismático y un poco insoportable, amante del ramen de Ichiraku Sasuke Uchiha un chico algo serio y frío con la gente, él es un vengador, un cobrador de almas o al menos eso creía...