No pido mas || Albalia.

Capítulo 5

Mi vida estaba muy estable, juntadas con amigos, fiestas, habían llegado las vacaciones así que me había dedicado a gozarlas. Conocí a una chica con la cual quedábamos seguido pero lo arruiné como siempre y esta vez fue por Alba quien todavía no quería irse de mi mente.

Alicia, la nueva chica en mi vida, me había invitado a su casa una noche. Cenamos, conversamos y nos acostamos como hacíamos usualmente, pero esa noche pasó algo mas, su mano había entrado en mi pantalón, en un principio me deje llevar, luego me paralice y retrocedí.

-¿Estás bien?- preguntó Alicia.

No me dio la voz para responder, tome mis zapatos, mi abrigo y me fui rumbo a casa. En el camino me replanteé la situación y estuve muy arrepentida de mis actos, pero los malditos sentimientos atados a Alba que perduraban dentro mío, no me permitieron seguir adelante con otras personas.
Tuve una recaída en esos días, volví a sentir ese vacío que me envolvía meses atrás. No me sentía con ganas de salir pero necesitaba recuperar fuerzas ya que dentro de esos días se encontraba mi cumpleaños y necesitaba darle buena cara al evento y a la gente que tenía el gesto de saludarme.
Lo pasé junto a mis nuevos amigos, Miki me había preparado un almuerzo del cual salí muy satisfecha y agradecida por el tiempo.
Volví a mi casa, un poco mas animada y agarre el cuaderno donde suelo descargarme escribiendo en forma de texto, poesía, pero esta vez me salió una canción, la cual logré pensando en aquella mujer que me devolvió las ganas de empezar de nuevo, Alba, donde relataba todo lo que generaba en mi.

Mi día terminaba en el bar donde me tocaba cantar esa noche y no se me ocurrió mejor idea que compartirles a las personas que concurrieron, mi nueva canción que se titulaba "No pido mas". Noté que gustó y me sentí muy satisfecha por ello, ya que era una pieza muy importante para mi.

Terminado el show, colgué la guitarra en mi hombro, salí a la calle y comencé a caminar cuando escucho una voz que exclamó:

-Feliz cumpleaños Nat.
Era Alba.
No tardé mas de dos segundos en reconocer su tierna y sensual voz.

-Estuve escuchándote todo el show- dijo con un tono desafiante.

Sentí que mis piernas se aflojaban, me corrían a mil km/h los pensamientos, había escuchado la canción compuesta por mi para ella. Me quedé sin palabras pero me giré decidida a mirarla.

-¿No vas a decir nada? Acompáñame, tengo algo preparado para vos- afirmó.

Yo seguía muda pero empecé a caminar tras ella y juntas nos dirigimos a su apartamento. Abrió la puerta de entrada y en el centro de su living se encontraba un cuadro enorme con una foto que nos habíamos tomado durante la primera fiesta que pasamos juntas.
Me encontraba en shock, no esperaba nada de lo que estaba sucediendo, era mucha información que procesar.
Me lancé hacía sus brazos y le susurré:

-Poco se habla de que la canción que escuchaste en el bar la compuse para ti-.

Sus ojos se empaparon de lágrimas y mojaron mi camisa.