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II

—¿Viste el pibe nuevo?—Me preguntó Martina en el recreo. Estábamos sentadas en un banco, alejadas de los demás. Martina era con la que más me llevaba, mi mejor amiga.

Después habían otros y otras, con los que salía para joder pero no los consideraba mis "amigos".

Dirigí la mirada hacia donde Martina me había señalado y lo vi. Estaba con otro chico el cual tampoco reconocí.

—Si, lo vi hoy cuando mi tía me llamó.—Dije mientras agarraba un puñado de saladix para después mandármela de una a la boca.—¿El de al lado también es nuevo?—Dije con la boca llena.

Martina, que estaba como hipnotizada viendo hacia allá, al darse cuenta de que estaba hablando así reaccionó y me empujó.

—No hables con la boca llena la puta que te parió.—Rodó sus ojos e hizo una mueca de asco, terminé de masticar y tragar para después soltar una carcajada.—¿Qué me estabas diciendo?—Preguntó al darse cuenta de que estaba en condiciones de hablar.

—Que si el de al lado también es nuevo.—Repetí. Los miré nuevamente y descubrí que al rededor había varias chicas mirándolo intrigadas.

Alguien nuevo en esta escuela era como la última milanesa que quedaba en la heladera.

—No, ese es Franco Ramírez. El año pasado me tocó estar con él en los grupos.—Dijo y después agarró más Saladix de la caja. Asentí sin mucho interés y me puse mis auriculares.

Miré de nuevo al chico de ojos azules el cual su apellido es "Oliva" y descubrí que me estaba mirando. Le mantuve la mirada el tiempo que pude. Me encantaba mantener la mirada a las personas y ver su reacción, era divertido. El chico me seguía manteniendo la mirada, hasta que Martina me agarró del brazo.

—Boluda, allá está Lautaro.—Dijo sacudiéndome del brazo haciendo que miré hacia esa dirección.—¿No es hermoso?—Dijo totalmente atontada.

—Que buena sos disimulando, Martu.—Ironicé sonriendo.

—¡Pero mira lo que es!—Exclamó ignorando mi comentario. Mordió su labio. De una vez por todas miré hacia la dirección en la que miraba la pelinegra encontrándome con un chico alto, rubio, de ojos negros. Unos hombros grandes, su boca era chica y sus labios un poco gruesos. Miró hacia Martina y sonrió.—Me sonrió, creo que se me voló la tanga.—Ahogó un grito y apretó mi brazo.

—Para un poco.—Le dije sonriendo.—Creo que sabe que te morís por él.—Hablé una vez que el rubio entró al comedor.

—Que lo sepa, no me importa nada.—Dijo y reí.—Ojalá este año me toque con él.—Cerró los ojos.

—Ojalá este año me toque con personas que trabajen.—Dije abriendo un poco mis ojos.

—Pedís mucho, amiga.—Dijo Martu saliendo de su trance. Ya sabía.

—Bue boluda, como si a vos te vaya a tocar con Lautaro de 500 personas qué hay en secundaria.—Le dije sonriendo y agarrando más Saladix.

—¡Selene!—Dijo una voz atrás mío

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—¡Selene!—Dijo una voz atrás mío. Cerré los ojos con fuerza arrugando mi nariz. Esa maldita voz.

Me di vuelta sin ganas.

—¡Tomas! Que hermoso volver a verte.—Usé mi sarcasmo y una sonrisa falsa. El chico sonrió levemente.

—Veo que tu sarcasmo no cambió.—Habló relajado y con una sonrisa perfecta. Tarado.

Sonreí y levanté una ceja.

—¿Se te ofrece algo?—Le pregunté. Se quedó mirándome.

—Estás más linda.—Dijo acercándose un poco más. Rodé los ojos mientras me quedaba firme en mi lugar. Levante mi vista ya que mientras más se acercaba, más alto era.

Cualquiera era más alto que yo.

Me daba bronca que se haga el canchero sabiendo lo que hizo.

Me di media vuelta y empecé a caminar.

—No, bueno, perdón, te lo tenía que decir.—Dijo sonriendo mientras caminaba más rápido a mi lado.—Tenes razón, fui un pelotudo, todo lo que vos quieras.— Admitió.—Solamente quería decirte que cambié y para mejor.—Habló a mi lado y casi se tropieza con un tacho de basura, quería reírme.

Se nota que "cambió". Con esta actitud lo único que hace es contradecirse.

—Bueno, Tomas, te felicito.—Le dije y empecé a caminar más lento cuando vi que estaba llamando demasiado la atención. Digo, no es que me importe pero después andaban con esos rumores de mierda y no tenía ganas.—Que la fuerza te acompañe y ojalá encuentres a alguien que te aguante.— Le di dos palmadas en el hombro y escuché su risa.

—¡Sos imposible!—Habló lo suficientemente alto para que escuchara una vez que estaba lejos de él. Sonreí.

A lo lejos vi a Martina y después de que le contara lo que acababa de pasar, habló.

—Te engañó con otra y se piensa que con un "Estas más linda" y un "Cambié para mejor" va a solucionar todo. Porque no se va bien a la...—Se calló cuando pasó la profesora de matemáticas por al lado nuestro.—Buen día profe.—La saludó y la docente le respondió el saludo. La miré.—¿Qué?—Dijo sin entender, reí levemente ante eso.

Tomas era mi ex-novio. Habíamos terminado hace unos 5 meses. No me dolió mucho cuando lo vi engañándome con una rubia, llevábamos un mes y si, lo quería, pero sus actitudes no me inspiraban mucha confianza. Cuando me enteré simplemente no me sorprendió.

Obviamente ahora no quería nada con Tomas, seguramente con la mala suerte que tengo me vaya a tocar con él. Así sí fue como nos conocimos.

Hablando de eso, se escuchó por los parlantes que adornaban los pasillos a mi tía.

Porfavor, que secundaria se reúna en el gimnasio. Van a ser anunciados los grupos de este año y los coordinadores que los van a ayudar en sus actividades. Con el más orden posible. Hay que formarse como todos los días en la formación de la mañana, cada uno con su curso.

Rodé los ojos, me quería ir.

—¿Me puedo ir y me decís con qué grupo me tocó?—Le pregunté a Martina.

—No.—Me respondió con una sonrisa y me arrastró hasta el gimnasio. Nos ubicamos en donde estaban nuestros compañeros de curso y cuando todos se acomodaron se hizo un silencio con algunos pocos murmullos.

A lo lejos pude ver a Oliva y al que Martina dice que se llama Franco hablando. Este último le estaba diciendo algo a Oliva y el asentía, supuse que le estaba explicando cómo era esto de los grupos.

—Bueno, ya saben cómo es esto, a base de sorteo se eligen 10 estudiantes. Cada grupo de estudiantes tiene un número y un coordinador. Mañana su coordinador les va a explicar varias cosas que cambiamos este año.—Paró unos segundos y agarró unas hojas con los grupos, obviamente el sorteo ya estaba hecho, si lo hacían ahora iban a estar una eternidad y ya me quería ir a mi casa (se notaba que a los demás también)—Bueno, empecemos con los grupos.

¿Opiniones hasta ahora?❤️

No actualizaba esta fic hace Banda, perdonen chikis

Aura • WosWhere stories live. Discover now