Capítulo 2

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Mis párpados intentan hacer un gran esfuerzo por abrirse, pesan demasiado. ¿Donde estoy? Mi visión me deja ver que estoy en mi habitación tumbada entre las sabanas de mi cama. No recuerdo apenas nada, solo recuerdo que me caí. Me siento en la cama y veo que la mayor parte de mi ropa esta tirada por el suelo. La recojo y me pongo una camiseta ancha que me llega por los glúteos. Esta cubre pecho y abdomen del frescor de la mañana. Mi piso no es muy grande ni lo en lo que se podría vivir pero es lo único que me queda de mis padres. La tripa se me remueve intentando que le haga caso y coma algo. Lo intentaré pero casi todo lo que como lo vomito. Me dirijo a la cocina sin mucho entusiasmo y mi cara alucina con lo que esta viendo.

Un chico moreno con el torso desnudo esta desayunando en su cocina.

- Buenos días bebe, que sexy que estas. - Me mira envelesador.

Reconozco quien es pero mi cabeza no asimila el porqué de esta situación y no soy capaz de pasar del marco de la puerta.

- ¡¿David que haces tu aquí?!

- Nada bebe aquí desayunando. Por cierto, ¿Bebe, tu no compras mucho de comer no? No te preocupes he bajado un momento al súper y te he comprado cosas para que tu frigorífico se llene.

- Pe-pe-ro como estas tu en mi casa y..¿no habrá pasado nada no? - Mi cara se vuelve pálida nada mas pensarlo

- Tranquila bebe no ha pasado nada - Dice guiñandome un ojo picaresco, no sabría si fiarme de el- Ayer te encontré en el suelo tirada y decidí llevarte a tu casa e incluso ponerte cómoda. Ya veo que has decidido ponerte una camiseta, ¿sabias que eras muy mona cuando duermes bebe?

- ¡¡Deja de llamarme "Bebe"!!! 

- Vale, como quieras...Bebe - Ríe intentado ser disimulado, pero no lo es.

- Gracias por traerme a casa, por llenarme la nevera y por.."ponerme cómoda" pero no creo que esta sea tu casa.

- Tranquila bebe que friego el desayuno y te dejo ser la reina de tu casa. ¿Has pasado frío esta noche?

- No ¿por...?

- Ya estaba yo para eso, soy muy calentito por la noche. ¡Es que deberías encontrar alguien como yo que te cuide y te de cariño! Tu sola no puedes vivir.

- Por dios! En serio has dormido conmigo!? - me llevo las manos a la cara- ¡Deja de decir lo mismo siempre! Se vivir sola y no necesito a nadie como tu!

- Lo que tu digas pero sabes que tengo la razón. Anda ve a ducharte y te espero aquí.

- ¿Para que? No voy a salir de casa.

- No se tu pero hoy tienes una entrevista de trabajo como he podido leer en los papeles que tienes en la mesa.

- Mie** es verdad! Ahora vengo!

Voy corriendo hacia el baño y me encierro en el. A los cinco minutos salgo y me voy a mi armario. Intento coger algo con lo que no parezca inadecuada. Me pongo unas faldas de tubo negras y una camisa blanca e incluso unos tacones negros. Me aplico un poco de colorete, rímel y pintalabios rojo pasión. Me dejo el pelo ondulado y suelto. Una vez lista voy a la cocina y cojo los papeles.

- ¿Ya te habías olvidado de mi? - Aparece derepente y dice son teniendo entre sus manos el bolso que se había olvidado cojer.

- ¿Como me voy a olvidar de ti si estas en todos lados?

- Se que en el fondo estas loquita por mi, estas preciosa - me da el bolso y meto los papeles en el. - Toma anda.

- Ya ya, bueno yo me voy ¿Te vas, no?

- Si me echas pues me tendré que ir.

Cierro la puerta de mi casa y nos metemos en el ascensor. Me retoco un poco el pelo en el espejo y noto como los brazos de el se enrollan por detrás mía y me besa el cuello.

- David, para.

- Vale.

Salimos del edificio y miro el reloj, solo me quedan veinte minutos para llegar o perderé una mi gran oportunidad.

- Bueno adiós David, gracias por haberme llevado a casa y por preocuparte por mi..

- De nada bebe, ya sabes cuando necesites algo me llamas.

- No te preocupes se cuidarme solita.

- Ya me darás la razón de que no. Sabes que necesitas a alguien y ese soy yo.

- Bueno llego, tarde me voy.

- Está bien bebe, suerte.

- Gracias - le sonrió lo mas agradable posible.

Al despedirnos me da un beso en la mejilla muy cerca de los labios y me susurra al oído "Te quiero". Este sale caminado hacia un lado y yo al sentido contrario. Voy caminado lo más deprisa que puedo ya que no tengo suficiente dinero como para llamar a un taxi. 10 minutos, el tiempo se me echa encima. Corro por mitad de la calle ante las miradas de la gente. Los tacones hacen que mis pies no puedan caminar lo suficiente deprisa como quisiera ir pero acelero mi carrera todo lo que puedo. 8 minutos, acero aun mas y esto me pasa la peor jugada que me podría pasar: uno de los tacones se rompe. Caigo de golpe hacia delante haciéndome una exuberante carrera en las medias. Solo me apetece llorar, una de las mayores oportunidades de mi vida se va a esfumar como el humo. Todos me observan pero ninguno se ofrece para ayudarme a levantarme. De repente oigo una suave voz masculina detrás de mi.

- Hola esto esto es tuyo no? - Un chico de ojos verdes, alto y con barbita de unos días me señala el tacón.

- Si - Digo llorisqueando ante la a renta mirada del chico. Tiene una mirada muy envolvente. Este se agacha a ayudarme a levantarme con una sonrisa espléndida en su boca.

Holaaa! Que creéis que pasará con estos dos? Y sobre David? Esto solo es el principio de muchas ideas que tengo en mi cabeza. La verdad es que gusta mucho como quiero que sea y esta siendo. Espero que a vosotros también os guste tanto como a mi. Votad el capitulo y responderme a las preguntas en comentarios. Me encanta que opineis sobre ella, me llenais de ilusión para escribir.

GRACIAS, por todo :)

>Enaji22< 

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