¿La charla? ... Ya no hace falta

Relación parte 2 Primera vez

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Thor y Loki se unieron en un beso, suave pero lleno de cariño, no había otro sentimiento oculto tras ese beso, pero como todo lo bueno en la vida dura poco, tuvieron que separarse por la falta de aire. Se miraron un momento a los ojos, azúl y verde hicieron conexión, esa que se perdió cuando Loki apartó la mirada hacia el suelo,  Thor frunció el ceño extrañado, pocas eran las veces que el pelinegro miraba a otro lado cuando tenían un momento así.

— ¿Ocurre algo? —Le preguntó en tono bajo pero demandante, el  simplemente negó con la cabeza—Loki, mírame—. El  chico volvió a negar con la cabeza, el rubio  bufó con fastidio, a veces odiaba que su novio se pusiera terco, lo tomó del mentón y le alzó el rostro para que lo mirara.

—Thor…—pronunció el  de ojos verdes pero quedó como hipnotizado, los ojos azules  de él escudriñaban su rostro, mirando cada minúsculo detalle sin dejarlo escapar.

—Dime… ¿Qué es lo que te atormenta? —Pidió suavemente mientras una de sus manos acariciaba la mejilla lentamente. Por un momento estuvo apunto de ceder, pero mordió su labio inferior y negó con la cabeza de nuevo, Thor suspiró desesperado, iba abrir la boca pero el teléfono de la casa sonó, él la soltó y se dirigió a contestar.

—Eso… estuvo cerca—susurró  Loki  con alivio, poniendo las manos en su pecho y cerrando los ojos. Inhaló profundamente, tratando de calmar su respiración y ritmo cardíaco, tenía que salir de allí antes de que ocurriera una locura de la cual pudiera arrepentirse, luego de haberse calmado, se dio la vuelta y vio que Thor  caminaba hacia a el  con gesto serio.

—Te llevo a tu casa—dijo en tono cortante y gélido, el  pelinegro se sorprendió ante ese tono, él nunca le hablaba así, lo hacía con otras personas que no fueran de su agrado, pero con los más cercanos, su voz era seria pero calmada e indiferente. Thor   se giró y con pasos decididos, caminó hacia la puerta de salida, él lo siguió; guardando distancia y la cabeza gacha, mirando al suelo, sus ojos comenzaban a nublarse.

— ¿Y ahora porque estará enojado? —Pensaba con tristeza Loki, no quería que estuviera molesto con él, no le gustaba y hasta le daba algo de miedo, no quería sentirse así, con miedo. Estaba tan absorto en sus pensamientos, que no notó que el chico se había detenido de golpe, chocó con su espalda y aturdido, lo miró.

—Loki …—parecía no saber continuar, era como si le costara expresar lo que sentía, lo cual era cierto—no sé porque no confías en mí… déjame terminar—dijo cuando de reojo lo vio abrir la boca—pero… ¡Maldita sea! No te das cuenta de lo que me haces—bramó dándose la vuelta y haciendo que el chico respingara del susto.

—Thor…—

—Te dije que me dejaras terminar…—él parecía un fiera enjaulada, sus ojos destilaban fiereza y sin poder evitarlo, Loki  tembló de miedo—. No te das cuenta que… me apuñalas y me abofeteas con tu indiferencia, no sabes los verdaderos sentimientos que tengo hacia ti, toda mi vida he intentado, a mi maldito modo, llamar tu atención y tú, o no te dabas cuenta o no querías creerlo, ahora que lo logré…. mucho tiempo ha durado esta relación entre nosotros, la etapa de las incomodidades al hablar debimos haberla pasado hace mucho, pero me doy cuenta de que no es así, no hay confianza entre los dos y si no lo hay lo mejor sería que… ¡Demonios! Loki, yo te amo pero… no puedo… ¡Maldición!—.

Tal vez esa era la primera vez que el chico lo escuchaba decir más que dos palabras. Ahora podría decir que estaba más asustado, él había expresado todo lo que sentía, Thor Demimoff había dejado ver sus sentimientos, aunque de una forma un poco aterradora, entre gruñidos y maldiciones, pero lo había hecho, eso valía algo. Pero ¿Cómo era posible que él  le causara todo eso? ¿Cómo no sabía todo lo que sentía?