Capítulo 4

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—Cleopatra, necesito hablar contigo—Mierda, eso nunca es bueno, pensó la chica antes de girarse lentamente a mirarlo dándose cuenta de lo guapo que se veía su novio, siempre se veía guapo, es difícil encontrar a un afroamericano de ojos verdes, pero Cleo tenía el honor de ser la novia de ese bombón— Esto no es fácil, hemos salido 4 años y te quiero. Y ese es el problema. No puedo ser solo yo el que pone de su parte en esta relación.

Bueno, parece que ya no tenía el honor.

¿Por qué dices eso? — Cleo estaba entrando en un colapso nervioso. Es decir, ella quería mucho a Chris. Él no podía hacerle eso, menos viéndose tan guapo

—Soy el único que siempre da el primer paso. Dios, ni siquiera nos podemos ver en tu casa. Apenas me dejas pasar a recogerte y tus padres me adoran, tú sabes eso. Si no te hubiera dicho te quiero primero, nunca me lo hubieses dicho—el la miraba a los ojos mientras se lo decía y eso le dolía aún más a la chica —Y esto va a sonar raro, pero eres demasiado Capricorniana para mi gusto, muy perfecta. Sólo estas centrada en tu futuro y no piensas en divertirte en el presente

» Te quiero Cleo y eso no cambiará, porque antes de novios fuimos mejores amigos, pero no puedo estar contigo —El chico la besó en la frente dejando a la chica con el corazón roto, pero con una gran determinación.

Si Chris creía que ella no sabía divertirse le demostraría que era lo contrario a lo que él tenía en mente.

Una vez llego a su casa les aviso a sus padres que estudiaría toda la noche y que no la molestaran, luego corrió a su habitación, buscó su mejor vestido, su bolsa de maquillaje, sus tacones de diez centímetros, guardando todo eso en su mochila. Cambió sus bailarinas por zapatillas y se escapó por la ventana de su cuarto. Era una de las cosas que agradecía de que su cuarto estuviese en el primer piso, le ofrecía gran ventaja para escaparse.

Cleo sabía a donde ir, otra cosa era que hubiese ido allí alguna vez, por lo cual una vez que llegó a lo que aparentaba ser una tienda de comics se empezó a poner nerviosa, pero eso no importaba. Ella tenía que hacerlo. Si no lo hacía, sólo demostraría que Chris estaba en lo correcto. Una vez cruzada la puerta quiso dar la media vuelta al encontrarse con el mejor amigo de Chris como vendedor.

—Hola Cleo—El muchacho siguió en su celular. —Si vienes a comprarle algo a Chris...

—No vengo a comprarle nada a Chris. Terminamos. Vengo por si me puedes ayudar en otra cosa.

— ¿Terminaron? Oh vaya no me lo esperaba— El chico se reclinó hacia atrás, mirándola con curiosidad— ¿Entonces para que me necesitas?

—Ya sabes, para ser una chica mala y cruzar esa puerta, la cual ya sabes me llevara a un club clandestino —Una vez que se acercó lo suficiente, susurró en el oído del chico mientras una de sus manos acariciaba los pectorales de este — Haría cualquier cosa para cruzar esa puerta.

Chris siempre le reclamó lo poco sensual que era y también le demostraría que se equivocaba.

—Pues muéstrame las tetas —eso dejó confundida a la Capricorniana, la cual creía que el chico pediría dinero — Chris, aunque hayan terminado, me mataría si te dejo pasar y si lo hago que valga la pena mi muerte.

La chica lo miró frunciendo en el ceño antes de sacarse la camiseta en medio del local, el cual estaba vacío, para después sacarse el sujetador

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