Mi mente está desordenada y yo desorientada.
Ya ni siquiera sé cómo me estoy sintiendo ni porqué me pasa esto. Sigo sin entender ese dolor punzante que siento en lo más profundo de mi corazón, ni siquiera sé el porqué de él, si ni siquiera me han lastimado tanto hace más de tres meses. Estoy perdiendo la cabeza y realmente no sé qué rayos hacer, estoy harta de todo esto, estoy harta de mí misma.
No sé ni por dónde empezar para describir mis sentimientos, tampoco es que me sienta segura haciéndolo, pero solo quiero soltarlo. Solo quiero gritar lo más fuerte que pueda para liberar esto sin que luego me duela la garganta, quiero llorar para soltarlo sin que luego me ardan los ojos, pero no es posible.
Porque hasta la más placentera sensación tiene consecuencias dolorosas a corto o largo plazo.
Vamos, que al parecer no puedes sentirte bien por un momento porque luego el mundo se empeña en hacerte sufrir cuando tiene oportunidad.
¿Por qué reír se me hace un tanto raro y luego incómodo? Es un tanto extraño, siendo sincera.
No entiendo que me está pasando, no entiendo nada de nada y cada vez solo logro estresarme más. Ya ni siquiera puedo ordenar bien mis pensamientos y mucho menos mis sentimientos, tanto que no puedo expresarlos.
En lugar de eso, solo estoy ahí; sentándome mientras sonrió con naturalidad, ayudando a todos los que lo necesitan, guardándome mis propios problemas al sentirme pequeña en comparación a los demás.
Soy patética, ¿cierto?
Todo es patético, ni siquiera sé porqué me esfuerzo tanto.